La salud de una puma hembra que fue incautada en Bogotá hace tres meses avanza de manera favorable y es posible que llegue nuevamente a su entorno natural, de donde fue extraído para ser tratado como si fuera un animal doméstico y se le generaron graves afectaciones a su salud.
Cuando fue rescatada hace más de tres meses, el animal tenía desnutrición y una mal formación ósea que le impedía incluso soportar su peso sobre sus propias patas. Tras la intervención por parte de la Secretaría de Ambiente y el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre se ha logrado recuperar.
Ahora, como parte del proceso de atención, la puma fue trasladada desde Bogotá hasta el municipio de Garagoa en el departamento de Boyacá, más cerca de las selvas del Casanare de donde fue extraída, para que continúe fortaleciéndose.
“Durante estos tres meses nos hemos encargado de mejorar su nivel nutricional, de mejorar sus condiciones físicas, y el día de hoy venimos aquí, a esta zona de Garagoa, con Corpochivor, una corporación autónoma regional del país con la cual hemos hecho un convenio para que continúe en esta etapa fortaleciéndose y creciendo de manera adecuada en un entorno mucho más favorable y cercano a su entorno natural”, aseguró el subsecretario de Ambiente, Julio César Pulido.
La primera parte de la recuperación se realizó en Bogotá, donde recibió fisioterapia, tratamiento que le permitió recuperar paulatinamente los movimientos para poder movilizarse por sus propios medios. Además, el individuo ya realiza actividades de acicalamiento, acecho y caza, comportamientos característicos de su especie.
En Garagoa fue dejado en una jaula del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de alta montaña ubicado en la vereda Ciénega-Valvanerade a cargo de Corpochivor, que será la encargada de apoyar al felino en su recuperación física, nutricional y comportamental. Las instalaciones son propicias por el tamaño, altura y complejidad, que permiten que desarrolle capacidad de resistencia, así como las habilidades motrices que requiere para sobrevivir en su entorno natural.
“Este tipo de animales, por lo general, están dos años con su mamá. Dentro de los siguientes dos años, el puma hembra estará en proceso de rehabilitación con el fin de que vuelva a su hábitat y desarrolle sus instintos naturales”, puntualizó el subsecretario de Ambiente, Julio César Pulido.
Aún es una posibilidad el retorno de este ejemplar de puma concolor, como es el nombre de la especie, debido a que debe garantizar su capacidad de adaptarse. Por ahora el proceso ha sido esperanzador, pasó de 7 kilos, cuando fue rescatado, a 13; ha recuperado su aspecto corporal y se ha evidenciado mejoría en su comportamiento.
El felino ha crecido y su húmero derecho también, sin embargo, continúa presentando irregularidades en su fémur derecho. Aún así, tiene buenas condiciones de salud, ha estado alerta y atento y no ha manifestado síntomas de enfermedad que pongan en riesgo su vida.
Esas son las condiciones que han permitido un traslado a un lugar controlado a cargo de Corpochivor, una corporación autónoma regional del país que tiene experiencia en la recuperación de fauna silvestre con carnívoros como pumas, al igual que osos de anteojos y ocelotes.
“Ahora con todo el equipo profesional y técnico del proyecto de biodiversidad y ecosistemas estratégicos nos asiste una gran responsabilidad. Esperamos finalizar con éxito el proceso de rehabilitación para finalmente llevar esta especie a su hábitat natural en una liberación como debe ser”, finalizó el director de Corpochivor.
“Hacemos un llamado para que no traigan animales de sus ecosistemas naturales, que cuando se desplacen por vacaciones a las regiones de nuestro país entiendan y respeten que en ningún otro lugar van a estar mejor los animales que en sus ecosistemas naturales. Por favor no traigan, no comercialicen y denuncien las personas que hacen estas prácticas de tráfico de fauna silvestre”, concluyó el subsecretario Pulido.
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