Un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Breiner Alexander Narváez Ruíz y Esteban Narváez Ramírez, presuntos integrantes de ‘Los Ovejos’, acusados de haber participado en el asesinato del líder estudiantil Esteban Mosquera, en el barrio La Pamba de Popayán, en el Cauca.
Además, en el crimen de Esteban se encuentra relacionado un menor de 17 años, quien tiene otra investigación en su contra por asesinato, y quien, de acuerdo con las autoridades, quedó a disposición de un fiscal del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes. En los próximos días será imputado por la muerte del líder estudiantil.
“Son dos mayores de edad y un adolescente, quienes son presentados ante el fiscal del caso para iniciar así la solicitud de las audiencias judiciales ante el juez de control de garantías”, explicaron los funcionarios de la Fiscalía consultados por Colprensa, el 26 de agosto.
De acuerdo con RCN Noticias, la solicitud fue hecha por la Fiscalía General de la Nación, que les imputó los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, accesorios, partes y municiones. Estos cargos fueron aceptados por los capturados.
El ente acusador y grupos de policía judicial recopilaron abundante material probatorio y recuperaron las grabaciones de 57 cámaras de seguridad sobre el hecho. Por lo que según se conoció, lograron identificar cómo se planeó el crimen, seguimiento a la víctima y la forma en que, supuestamente, escaparon del sitio del crimen.
El asesinato de Esteban se registro el 23 de agosto del 2021. Mientras se dirigía a su casa, el joven fue seguido por dos hombre en moto que, sin ningún tipo de piedad, dispararon en repetidas ocasiones contra él generándole la muerte de forma inmediata.
Esteban Mosquera, de 27 años, quien estudiaba música en la Universidad del Cauca era un referente del activismo en el departamento, además, en el pasado, había sufrido la pérdida de un ojo, mientras se movilizada de forma pacífica, por el impacto de una granada aturdidora lanzada por los antimotines.
Por estos hechos, se convirtió en un símbolo de lucha pacífica, y en la imagen de la resistencia frente al uso de armas y violencia ejercida por el Esmad, pues, mediante manifestaciones artísticas, como la fotografía y la música, continuó en procesos juveniles y liderando, pese a que en el 2018 su vida cambió al perder un ojo.
“El arte y la música son transformación. Ellas conectan las diferentes almas que hay en todo el mundo para hacer seres sinceros”, expresó el joven a la Revista Semana hace un tiempo atrás.
Pese a la gran afectación que sufrió, no dejó sus sueños, sus pasiones, ni su vida a un lado. Tampoco dejó que su corazón se llenara de odio. Meses después declaró: “vivo para el arte y para mi familia. No quiero odios ni violencia”.
En pleno 2021 seguía con su trabajo, continuó con los procesos sociales y culturales y se unió como reportero al medio alternativo Contra Portada. Eventualmente realizaba transmisiones en vivo en Facebook. A través de ambos canales, el joven visibilizaba la realidad del departamento y las problemáticas de su comunidad.
Incluso, cuando se conoció su muerte, el medio y sus compañeros de trabajo lamentaron los hechos y escribieron un mensaje que decía: “No pudieron acabar con tus ideas, por eso dispararon contra tu vida. Lo que no sabían es que siempre has sido semilla esparcida por el globo, y acá, donde sembraste, seguiremos luchando, comunicando y soñando el mundo para el buen vivir que siempre buscaste”.
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