En una tragedia familiar terminó el intento de una madre colombiana y sus dos pequeños hijos de cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos. Se trata de Claudia Marcela Peña, quien salió del país el pasado 21 de agosto junto a sus hijos, María José Sánchez de 10 años y Cristian Pinzón de tres años, madre e hijo murieron en un desierto, mientras que el pequeño sobrevivió de milagro.
La historia tiene en conmoción al país, tanto que políticos y otras figuras públicas han hablado del tema. Lo hizo recientemente el presidente de la JEP, Eduardo Cifuentes, a través de su cuenta de Twitter, donde ligó el desespero que lleva a los colombianos a tomar esa peligrosa ruta al no encontrar un futuro en el país, con el hecho de que se debería cumplir la Constitución y los acuerdos de paz.
“Si cumpliéramos realmente la Constitución y el acuerdo de paz no expondríamos a que familias colombianas se vieran forzadas a huir de este hermoso país para morir en un desierto de Arizona intentando ingresar a los EEUU”, escribió el magistrado.
La historia de la trágica muerte de la madre y su hija
Noticias Caracol dio a conocer esta historia que vuelve a poner en el panorama el riesgo enorme que corren las personas que intentan llegar al país norteamericano con la ayuda de los famosos coyotes, hombres que cobran altas sumas de dinero para cruzar peligrosas rutas y finalmente, llegar al destino. La misión de este viaje era que Claudia Marcela se reencontrara con su esposo, Hugo Pinzón, quien ya está radicado en Estados Unidos.
Yeni Acevedo, prima de la fallecida, le contó al noticiero cómo transcurrió el viaje de esta madre y sus dos pequeños hasta la frontera en México. “Ella salió el sábado 21 de agosto con destino a México, domingo y lunes estuvo en México, martes en la mañana viajó a Tijuana en avión, luego viajó por tierra donde un supuesto coyote las iba a llevar a la frontera”, comentó.
Durante este trayecto, Claudia Marcela registró con su celular varias paradas que hicieron por el país. De hecho, hay un video grabado en la Basílica de Guadalupe, donde pidieron protección para toda su familia. También tomó varias fotografías del viaje, incluso cuando se encontraba en un vehículo con el coyote.
Según la familiar de la colombiana, la última comunicación que tuvo con ella fue a las 6 de la mañana del miércoles 25 de agosto, día en el que Claudia Marcela tomó las últimas fotografías de sus hijos soportando el intenso calor del desierto.
El esposo de la víctima, que los esperaba en Estados Unidos, le contó a un familiar que el coyote los abandonó debajo de un palo y el calor le ganó a la pequeña María José de 10 años y a su madre, quienes murieron. Pero en medio de toda esta tragedia, el pequeño Cristián fue hallado por agentes fronterizos de ese país con vida y llevado a un centro de salud desde donde será trasladado a Los Ángeles.
“Vengo a pedirle a la Cancillería colombiana que me colaboren para repatriar el cuerpo de mi esposa y mi hija que murieron en la raya entre México y Arizona, venía para buscar un mejor futuro pero no lo logró”, dijo Hugo Pinzón, esposo de Claudia Marcela.
La Cancillería respondió sobre este tema que ya están trabajando para prestar la asesoría necesaria y orientar a la familia de las víctimas sobre la posibilidad de repatriar a Colombia los cuerpos o las cenizas de las fallecidas.
Los cuerpos fueron encontrados en el área de Levee Road y County, en la zona desértica de la reserva, sin signos de violencia, según informó el médico forense.
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