Autoridades buscan a los responsables de vandalizar el monumento de 21 Ángeles

La escultura, ahora sin manos y un ala, conmemoraba uno de los accidentes más duros y recordados de la historia de Bogotá

Guardar
/ Tomado de redes sociales
/ Tomado de redes sociales

Habitantes de la localidad de Suba, en Bogotá, manifestaron este miércoles su indignación luego de encontrar vandalizado el monumento 21 Ángeles, con el que se rendió homenaje a los 21 estudiantes del colegio Agustiniano Norte que murieron durante el accidente del 28 de abril de 2004, cuando una máquina de asfalto cayó encima del bus en el que se movilizaban hacia sus hogares.

Como indica su nombre, el homenaje póstumo consiste en una pieza de tamaño real, en bronce, moldeada en la forma de un de un ángel. No obstante, tras el ataque perpetrado en distintos momentos de la última semana, la misma quedó sin manos y sin una de las alas.

Según le dijo a Blu Radio Cristian Moreno, uno de los familiares de los estudiantes, “El miércoles en la madrugada le amputaron las manos, el domingo en la noche y lunes le quitaron el ala, lo están desvalijando parte por parte, hablamos con la Policía y nos dijeron que van a revisar las cámaras”.

Su versión la confirmó Jorge Lopera, uno de los artistas involucrados en la creación del monumento, quien aparte de manifestar su dolor por el hecho, le explicó al periódico El Tiempo que, “creo que es un acto de vandalismo por ignorancia. Pensamos que son personas de la calle, personas que reciclan, es la única explicación que tenemos porque en 17 años que lleva la escultura aquí, nunca le había pasado nada”.

Lopera expresó su sorpresa, pues recordó que ni siquiera durante las intensas jornadas de manifestación que vivió el país hace apenas unos meses, y que se vieron también en este sector de Suba, se habían presentado casos de personas que vandalizaran la estatua con pinturas, mucho menos cercenando una de sus partes. “Después de las grandes alteraciones en el espacio público que hubo por las protestas, jamás lo tocaron”, relató.

/ Tomado de redes sociales

Al frente del caso se pusieron la Policía Metropolitana de Bogotá y la Alcaldía de la localidad de Suba, que aseguraron que ya están haciendo las revisiones pertinentes tanto sobre las cámaras que rodean tanto a la plazoleta, que se encuentra junto a la estación 21 Ángeles del sistema TransMilenio, como sobre las que se encuentran en las unidades residenciales y edificios que le rodean, con el objetivo de encontrar a los culpables.

En este momento, y teniendo en cuenta que la fuerza ejercida durante el robo de las manos y el ala causaron grietas en la escultura, se estudia la posibilidad de retirarla con el objetivo de restaurarla, sin embargo, no ha habido un pronunciamiento oficial al respecto.

“Hacemos un llamado muy especial a todas las autoridades locales para que por favor estén más pendientes de este monumento, porque esto es vida. Nos recuerda que aquí pasó un acto muy triste, pero es un monumento de vida”, agregó Moreno.

Valga recordar, entonces, que el accidente se registró hacia las 3:15 de la tarde del 28 de abril de 2004, tiempo en el que la troncal Suba de TransMilenio se encontraba en obra a pesar del tránsito de vehículos por los costados. A esa hora, mientras la ruta 12 del colegio Agustiniano Norte se dirigía hacia el centro de Suba, el conductor de una máquina recicladora de asfalto perdió el control sobre el vehículo, cayendo a la altura de la curva de Vidrio Murán, justo sobre el bus escolar.

Se trataba de un tramo de vía ubicado al borde de la montaña del Alto de la Virgen, por lo que el carril que va de norte a sur presentaba una elevación de cerca de 10 metros sobre su contraparte, cuestión que generaba un alto nivel de accidentalidad en la zona, incluso antes del siniestro.

El accidente acabó con la vida de 21 menores y dos adultos que iban a bordo del bus. También dejó un saldo de 24 heridos. A todos se les rinde homenaje con la estatua que acaba de ser vandalizada.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar