Hace 10 años, Margy Vargas cayó en coma, luego de consumir una leche de marca comercial; al despertar, una década después, su vida había cambiado a tal punto que hasta su familia la había abandonado. Hoy, padece las consecuencias físicas que le dejó consumir un producto que no tuvo las medidas de salubridad adecuadas, no tiene las condiciones económicas para poder mantenerse y la empresa no la indemnizará, pese a que, asegura, está comprobado que fue el producto lo que desencadenó el lamentable hecho, porque, según la ley, el proceso que habría podido interponer en contra de la empresa que fabricó la bebida ya prescribió.
Por la época en que Margy pasó por ese episodio otras personas en la ciudad de Bogotá también denunciaron hechos similares; por fortuna para las otras personas que consumieron parte de ese lote de leche, la intoxicación duro solo unos días y su vida se normalizó. Además, mediante procedimientos legales, pudieron acceder a indemnizaciones, a diferencia de la mujer que hasta hace poco seguía postrada en una cama.
El coma es un estado de pérdida prolongada del conocimiento que puede tener diferentes causas: lesión traumática en la cabeza, accidente cerebrovascular, tumor cerebral, una enfermedad subyacente, como diabetes, o una infección. En este caso puntual, asegura Margy, se dio debido a que la exposición a toxinas, como monóxido de carbono o plomo, que pueden causar daño cerebral y, en su caso, un coma.
Vargas hoy tiene 61 años y asegura que antes de esta situación tenía una buena vida, un nivel socioeconómico bueno y hasta varias propiedades, pero, al quedar en coma, sus hijos aprovecharon la situación y le quitaron todo, razón por la que ahora, afectada por una discapacidad múltiple, tiene que vivir de la ayuda social y sin garantía alguna, incluso, afirma, hubo un momento en el que le tocó estar en las calles.
Debido a la situación que padece la mujer, la Personería de Bogotá, junto a la Secretaría de Integración Social, le están ayudando con la silla de ruedas y con un lugar donde hospedarse. Además, Vargas presentó un incidente de desacato ante el Juzgado 52 Civil Municipal de Bogotá, con el fin de hacer cumplir una orden de tutela que obliga a la EPS Aliansalud a atenderla de manera integral; por ahora, tras haber sufrido una crisis hipertensiva, fue remitida al Hospital San Ignacio.
“La situación de salud de la señora Margy se hizo compleja luego de una intoxicación con leche de marca comercial, que resultó no ser apta para el consumo humano y que conllevó a que estuviera en estado de coma aproximadamente 10 años”, explica en un comunicado la Personería, que agrega: “Ante esta situación, la Personería de Bogotá, mientras el juez decide la solicitud, logró que fuera atendida por la Subred Norte de Salud”.
Por otro lado, se logró que el Distrito la ubicara en la Comunidad Cuidadora Hogar Nazareth en Cogua, Cundinamarca, un centro para personas de la tercera edad que requieren un cuidado especial por su condición de discapacidad.
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