La Procuraduría General de la Nación informó que se inició una investigación y un pliego de cargos a la exdirectora de Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC), Julia Miranda Londoño, por presuntas irregularidades en la compra de dos plantas desalinizadoras para suministrar agua potable a las comunidades de Bahía Portete, en La Guajira.
El órgano de control señaló que al parecer la entidad adquirió los equipos por $540 millones mediante la modalidad de contratación directa, cuando lo procedente era la convocatoria de un proceso de licitación pública que permitiera la selección de la propuesta más favorable para la entidad.
Adicional se estableció que los estudios previos no se ajustaban a los requerimientos legales, pues no contenían un análisis detallado del sector económico y de los posibles oferentes que tuvieran la capacidad de suministrar esos equipos.
“La compra se habría basado en un documento suscrito por la misma empresa que finalmente fue contratada, en la que aparentemente indicó que era la única compañía con capacidad para proveer esa clase de plantas, certificación que al parecer no fue contrastada o verificada por la entidad antes de proceder a efectuar la compra”, confirmó la entidad.
Para el Ministerio Público, con su presunta actuación los exfuncionarios habrían vulnerado los principios de moralidad de la función administrativa, libre concurrencia y responsabilidad en la contratación estatal. Por esos hechos, el órgano de control calificó la presunta conducta cometida por los investigados como una falta gravísima cometida a título de culpa gravísima.
Por los mismos hechos, el Ministerio Público también dictó pliego de cargos a la exsubdirectora Administrativa y Financiera de la misma entidad, Nubia Lucía Wilches Quintana (2011 – 2019), y al excoordinador del Grupo de Infraestructura, Sergio Rojas Gallego (20212 – 2019).
En La Guajira, la sequía, la hambruna y la mortalidad de miembros de la etnia indígena wayúu, especialmente de menores de edad, desencadenó una emergencia humanitariadebido al déficit de atención estatal y a la carencia del recurso hídrico. Además, según la investigación adelantada por la Universidad Nacional, en Colombia existen subzonas donde la demanda del agua supera la oferta, por lo que en algunas épocas del año hay desabastecimiento de agua potable, debido a la carencia de infraestructura o a la falta de fuentes naturales que permitan captar agua para un suministro adecuado.
Allí, solo el 21,1 % de la población indígena tiene acceso a servicios de acueducto, el 11,8 % a alcantarillado y el 13,2 % a recolección de basuras. Además, el aprovisionamiento de agua para la preparación de alimentos está dado por los sistemas o fuentes de agua. Por ejemplo, el 35,7 % se hace a través de los “jagüeyes”, zanja llena de agua de lluvia, el 19,3 % gracias a pozos con bomba, el 13,4 % con agua de ríos o quebradas, en épocas de lluvia, y solo un 11,4 % proviene de acueducto público.
Sequía en La Guajira:
Comunidades que viven en los desiertos de Riohacha, al extremo norte del país, le reportaron a Noticias Caracol de la desaparición y sequia estrepitosa de sus reservorios de agua a causa de la extrema sequía que se ha presentado en las últimas semanas.
El noticiero, que visitó las rancherías, fue testigo de la muerte de los animales que pertenecen a las comunidades, ya que no tienen agua para ellos. Asimismo, Ingrid Epieyú, una de las afectadas le afirmó al medio que, “con esta sequía, los animales se nos están muriendo y tratamos de coger poca agua para que los animales tomen, toca comprar agua para beber”, indicó la mujer.
Los habitantes de Riohacha, Manaure y Uribia, como también pobladores del departamento de Córdoba, en Chinú, Ciénaga de Oro, Los Córdobas y Puerto Escondido caminan horas para conseguir el líquido y volver con él a lomo de hombro o cargándolo en la cabeza.
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