Este 23 de agosto en la tarde por el barrio La Pamba, en el centro de Popayán, departamento del Cauca, dos hombre armados sin ningún tipo de piedad dispararon repetidamente contra un joven líder social de la región. La víctima fue identificada como Esteban Mosquera, de 27 años, quien estudiaba música en la Universidad del Cauca y era un referente del activismo en el departamento, además, en el pasado había sufrido la perdida de un ojo mientras se movilizada de forma pacífica por el impacto de una granada aturdidora lanzada por los antimotines.
El joven se convirtió en un símbolo de lucha pacífica pero, también, la imagen de la resistencia frente al uso de armas y violencia ejercidas por el Esmad, pues mediante manifestaciones artísticas como la fotografía y la música continuó en procesos juveniles y liderando pese a que en el 2018 su vida cambio al perder un ojo.
“El arte y la música son transformación. Ellas conectan las diferentes almas que hay en todo el mundo para hacer seres sinceros”, expresó el joven a la Revista Semana hace un tiempo atrás.
Esteban llevaba el arte en las venas, pues su pasión por los instrumentos, especialmente el piano y las percusiones comenzó desde pequeño. Lo que lo llevó hacer parte de la banda marcial de su colegio y una vez se graduó sus tías, que fueron las personas que se encargaron de su crianza, no tuvieron duda alguna en apoyarlo para estudiar la carrera de música. Inició su proceso profesional en la Universidad de Antioquia y posteriormente en la del Cauca, donde cursaba Música Instrumental.
Las personas que lo conocieron los describían como una persona tranquila, soñadora, activa y rebuscadora. Pues recuerdan que recién entró a la universidad vendía alfajores y en sus tiempos libres sino estaba practicando con su instrumento, practicaba malabares, particularmente diabolo.
Además, creía firmemente en el dialogo como el camino y celebraba cuando los jóvenes eran escuchados y habían cambios positivos.
“Este tipo de cosas quizás se nos salen de las manos, pero como artista y como músico invito siempre al diálogo. Afortunadamente después de 60 días de lucha estamos siendo escuchados. Es increíble que tengan que pasar este tipo de cosas para que nos presten atención”, dijo Mosquera al salir de la clínica en diciembre del 2018 y agregó: “al contrario del gobierno de seguir estando en guerra, deberíamos unirnos para hablar y construir cosas juntos. La solución siempre es el diálogo”.
Pese a la gran afectación que sufrió no dejo sus sueños, sus pasiones, ni su vida a un lado. Tampoco dejo que su corazón se llenada de odio. Meses después declaró que “Vivo para el arte y para mi familia. No quiero odios ni violencia”.
Dos años después de la cirugía y las afectaciones que sufrió en diciembre del 2018, continuó con los procesos sociales y culturales y se unió el paro nacional no solo en apoyo sino reportando mediante fotos, que era otra cosa que lo apasionada, y relatos para el medio alternativo “Contra Portada” lo que estaba sucediendo en este escenario y una vez más fue atacado por la policía, pues pese a sus credenciales fue detenido en varias ocasiones, así lo denunciaron algunos de sus compañeros.
“Esteban fue capturado ilegalmente dos veces por la Policía en las movilizaciones del paro nacional, a pesar de que se identificaba como periodista, porque participaba en un colectivo de comunicaciones alternativas de la universidad”, anotaron sus allegados.
El medio en el que trabaja y sus compañeros lamentaron el asesinato de Mosquera, y escribieron sobre su labor asegurando que para los que lo rodeaban fue una semilla.
“No pudieron acabar con tus ideas, por eso dispararon contra tu vida. Lo que no sabían es que siempre has sido semilla esparcida por el globo, y acá, donde sembraste, seguiremos luchando, comunicando y soñando el mundo para el buen vivir que siempre buscaste”, comentaron con profundo dolor.
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