“Hubo más de tres coroneles, no solo los que estuvieron en la escena”: mamá de Diego Felipe Becerra

El homicidio del joven sucedió el 19 de agosto de 2011, hace 10 años, en el sector de Pontevedra, al norte de Bogotá

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Patrullero Wilmer Alarcón, procesado por
Patrullero Wilmer Alarcón, procesado por asesinato de Diego Felipe Becerra. Colprensa / Archivo

El pasado 22 de agosto, miembros del Cuerpo Técnico de Investigaciones y del Gaula capturaron al agente de la policía en retiro Wilmer Antonio Alarcón Vargas, quien disparó en 2011 en contra del menor Diego Felipe Becerra, acabando con su vida.

Alarcón Vargas fue condenado a 37 años de prisión en 2017 y se encontraba prófugo de la justicia hasta ahora, cuando fue hallado en Yopal, Casanare. Allí las autoridades judiciales procedieron a la detención y lo desplazaron a la seccional de la Fiscalía para legalizar su captura y cumpla con la sentencia.

Este lunes 23 de agosto, Liliana Lizarazo, madre de la víctima, en diálogo con Blu Radio se refirió al lamentable hecho y aseguró que desde la institución se quiso encubrir los hechos.

“Para nosotros es muy claro que la institución (Policía) completamente se volcó a ayudarlo. No es un tema solamente de patrulleros, porque a Alarcón desde el primer momento lo favorecieron, le dieron condecoraciones y eso no lo hace un simple teniente, lo hacen cargos altos”, manifestó.

De acuerdo con Lizarazo, hubo más uniformados involucrados en el asesinato de su hijo, no solo los que estuvieron en la escena del crimen, sino detrás de esta.

“El tema de la cárcel, llevar a un abogado a una cárcel castrense eso no lo hace un simple teniente. Siempre hemos sabido que en este caso dos generales dieron órdenes para que se hicieran las cosas. Hubo más de tres coroneles, no solo los que estuvieron en la escena de los hechos, los que estuvieron participando del montaje con testigos falsos, esos contactos, Alarcón sabe que dieron las órdenes”, aseguró Lizarazo al medio.

Cabe recordar que, el 18 de enero de 2017, el Juzgado 33 Penal de Conocimiento de Bogotá condenó al patrullero de la Policía Nacional Alarcón Vargas a 37 años y 6 meses de prisión en calidad de autor del delito de homicidio en circunstancias de agravación, por ser cometido en estado de indefensión en contra Diego Felipe.

El homicidio del joven sucedió el 19 de agosto de 2011, hace 10 años, en el sector de Pontevedra, en el norte de Bogotá, cuando Becerra y otro grupo de grafiteros se encontraban pintando en una pared el Gato Félix, sobre las 9:00 de la noche.

Paralelamente, en ese lugar ciudadanos reportaron un hurto a un bus del transporte público y los uniformados emprendieron la búsqueda de los delincuentes. Llegaron al puente de la calle 116 con avenida Boyacá, donde estaban los jóvenes pintando el grafiti.

Los artistas recogieron sus cosas y huyeron, porque pensaban, según dijo un testigo en medio de la investigación, que la Policía los iba a golpear y quitarles los aerosoles como era común. El único que no alcanzó a huir fue Diego Felipe Becerra, quien recibió un disparo del patrullero Alarcón y murió.

La Policía aseguró que el uniformado actuó en defensa propia porque el joven de 17 años de edad tenía, supuestamente, un arma Sterling de color cromado y de calibre 22 largo que fue encontrada en la escena. Pero la investigación determinó que fue una alteración para dejar en la impunidad el homicidio y alterar el material probatorio.

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