Capturan al asesino de Diego Felipe Becerra, estaba prófugo y condenado a 37 años de prisión

El agente de la Policía Wilmer Antonio Alarcón Vargas fue condenado como autor del homicidio del menor de edad cuando pintaba un grafiti en Bogotá

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Patrullero Wilmer Alarcón, procesado por
Patrullero Wilmer Alarcón, procesado por asesinato de Diego Felipe Becerra. Colprensa / Archivo

En la mañana de este domingo, miembros del Cuerpo Técnico de Investigaciones y del Gaula dieron con el paradero del agente de la policía en retiro Wilmer Antonio Alarcón Vargas, quien disparó en 2011 en contra del menor Diego Felipe Becerra y lo asesinó.

Alarcón Vargas fue condenado a 37 años de prisión en 2017 y se encontraba prófugo de la justicia hasta ahora, cuando fue hallado en Yopal, Casanare. Allí las autoridades judiciales procedieron a la captura y lo desplazaron a la seccional de la Fiscalía para legalizar su captura y que cumpla con la sentencia.

Captura de Wilmer Antonio Alarcón Vargas condenado por el homicidio de Diego Felipe Becerra

El 18 de enero de 2017, el Juzgado 33 Penal de Conocimiento de Bogotá condenó al patrullero de la Policía Nacional Alarcón Vargas a 37 años y 6 meses de prisión en calidad de autor del delito de homicidio en circunstancias de agravación, por ser cometido en estado de indefensión en contra Diego Felipe Becerra quien tenía 17 años de edad. En ese momento, el juez reiteró la necesidad de hacer efectiva la captura.

El homicidio del joven sucedió el 19 de agosto de 2011, hace 10 años, en el sector de Pontevedra, en el norte de Bogotá. Becerra y otro grupo de grafiteros se encontraban pintando una pared con un grafiti del Gato Félix, sobre las 9:00 de la noche.

Paralelamente, en ese lugar, ciudadanos reportaron un hurto a un bus del transporte público y los uniformados emprendieron la búsqueda de los delincuentes. Llegaron al puente de la calle 116 con avenida Boyacá, donde estaban los jóvenes pintando el grafiti.

Los artistas recogieron sus cosas y huyeron, porque pensaban, según dijo un testigo en medio de la investigación, que la Policía los iba a golpear y quitarles los aerosoles como era común. El único que no alcanzó a huir fue Diego Felipe Becerra, quien recibió un disparo del patrullero Alarcón y murió.

La Policía aseguró que el uniformado actuó en defensa propia porque el joven de 17 años de edad tenía, supuestamente, un arma Sterling de color cromado y de calibre 22 largo que fue encontrada en la escena. Pero la investigación determinó que fue una alteración para dejar en la impunidad el homicidio y alterar el material probatorio.

Los análisis forenses del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses determinaron que Becerra no tenía presencia de amonio, plomo ni bario, por lo que no portaba ningún tipo, ni de arma blanca o fuego, como quisieron hacer ver los uniformados.

En su lugar, el joven sí recibió un disparo a menos de un metro de distancia, lo que indica que se encontraba en indefensión y no pudo esquivar el proyectil, como reiteró el juez al dictar la sentencia condenatoria en contra del patrullero homicida.

Diego Felipe Becerra
Diego Felipe Becerra

“La delegada del ente acusador interrogó a 37 testigos, divididos en cuatro grupos de especialistas, con el fin de corroborar los resultados de las pruebas hechas a cada uno de los elementos materiales y establecer el estado en que fue encontrada la víctima, la posición y objetos que rodearon los hechos materia de la investigación judicial”, señaló la Fiscalía al momento de la sentencia.

Gustavo Trejos, padre de Diego Felipe Becerra, fue nombrado director del Observatorio de Conflictividad y Derechos Humanos de Bogotá, luego de que el anterior funcionario renunciara por inconformidad con el manejo de esa oficina en medio del Paro Nacional y el balance entregado a la CIDH.

“Les pareció fácil hacer una alteración de la escena del crimen y decir que mi hijo era un delincuente y listo, se acabó. Afortunadamente nosotros pudimos estar en la escena del crimen y nos dimos cuenta de muchas cosas y denunciar, pero muchas familias no están en la escena del crimen sino que se enteran uno o dos días después”, le dijo Trejos a Infobae Colombia.

Hasta el momento hay 21 personas individualizadas por el homicidio del grafitero, 13 están en proceso y solo cuatro están condenadas. Trejos dijo a Noticias Caracol que celebran la captura y piden protección para el patrullero, pues es él quien sabe cómo se alteró la investigación y se permitió su huida.

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