En la madrugada del 15 de junio del 2004 a la finca La Duquesa, ubicada en la vereda San Martín del corregimiento La Gabarra en Tibú, llegó un grupo de guerrilleros de las hoy desmovilizadas Farc. Allí, los subversivos asesinaron a 34 campesinos que trabajaban con la siembra de coca que controlaban grupos paramilitares.
El comandante de la estación de Policía en La Gabarra de ese momento, capitán Oscar Lozano García, relató: “Los guerrilleros de las Farc llegaron en la madrugada hasta ese sitio, donde se encontraban 40 personas que viven de raspar coca, y los amedrentaron violentamente. Les dijeron que ese territorio les pertenecía a ellos; luego los amarraron boca abajo y los asesinaron a tiros”, citó El Tiempo.
Este sábado, excombatientes de las Farc liderados por Rodrigo Londoño más conocido como Timochenko, le dieron la cara a las víctimas y sobrevivientes de esa masacre.
“Tras 17 años, 2 meses y 6 días, nos hemos encontrado con las víctimas, familiares y sobrevivientes, de la masacre que realizamos las extintas Farc-EP en la finca la Duquesa, en Tibú, Norte de Santander. Sólo nos estimula poder resarcir el daño causado”, sostuvo Londoño.
Así mismo, dijo que era un día muy importante para él, para los firmantes del Acuerdo de Paz y especialmente para las víctimas de la masacre. “Los revolucionarios y revolucionarias de las extintas FARC-EP hemos guardado un dolor enorme. No hay palabras para explicar lo que sentimos al ser responsables de la muerte de 34 recolectores de coca. La maldita vorágine de la guerra golpeo indiscriminadamente al pueblo”, agregó el exjefe guerrillero.
“El dolor que causamos, las pérdidas humanas y las afectaciones a la comunidad son inconmensurable. Sentimos vergüenza de haber masacrado al pueblo por el que luchábamos y arriesgábamos hasta la vida misma. No hay justificación. Sólo la decisión de reparar los daños”, sostuvo Timochenko.
Lo que pasó en la finca La Duquesa
Según lo registró el diario El Universal, sobrevivientes declararon que “las personas masacradas se encontraban durmiendo y fueron sacadas de sus habitaciones y llevadas a la cocina, de dos en dos hacia el patio y los amarraban, cuando ya tenían la mayoría amarrados, los que quedaron en la cocina solos aprovecharon para huir; de inmediato los guerrilleros procedieron a disparar e hirieron a varios de ellos; a los que tenían atados en el patio de la finca procedieron a dispararles ráfagas con el fatal y reprochable desenlace”.
Según todos los testimonios recogidos por el abogado Guber Zapata Escalante, a quien inicialmente un grupo de víctimas dio poder para que los representara, la mayoría de las víctimas eran labriegos de diferentes partes de Norte de Santander, especialmente de La Gabarra, cuyo trabajo era la actividad agrícola. También señalaron que se trataba de gente pobre y desarmada, dedicada a las tareas agrícolas y no pertenecían a ningún grupo al margen de la ley.
De acuerdo con la versión de la policía, los cultivos cocaleros donde trabajaban estos campesinos pertenecían al Bloque Frontera de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
Por este masacre, el Estado colombiano fue condenado por un juez a pagar 4 billones de pesos por ser responsable, administrativa y patrimonialmente, por los daños y perjuicios ocasionados a las víctimas. Según la sentencia, se pudo comprobar que la masacre de La Duquesa estaba anunciada y el Gobierno y las autoridades correspondientes no tomaron las providencias o medidas necesarias para evitarla. Tampoco le prestó atención a la situación de los desplazados, citó El Universal.
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