Se salvó el águila a la cual cazadores le dispararon en el Tolima

Durante la semana pasada, un campesino del corregimiento de la Marina, del municipio de Chaparral, en el departamento de Tolima, se encontró con un águila real de montaña que, como consecuencia de varias heridas en su cuerpo, se movilizaba con dificultades: daba saltos, y no podía volar. El hombre decidió tomar al animal bajo su custodia para ofrecerle ayuda, mientras las autoridades competentes (Cortolima) atendían a su llamado. Ante el informe del campesino, la territorial sur de la corporación se trasladó al sitio a recoger al ave, para luego llevarla a Ibagué y así ofrecerle atención médica.

El animal, malherido, fue atendido por el personal del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de la corporación, junto al Hospital Veterinario de la Universidad del Tolima. Gracias a lo análisis en su cuerpo, y varios exámenes, se descubrió que tenía que tenía cinco perdigones causados por un arma de fuego: dos en su ala derecha, dos en su cráneo y uno en una de sus patas.

“Cuando el paciente fue estabilizado, logramos que comiera y posteriormente fue trasladado al hospital veterinario para realizarle una radiografía y otros exámenes como una ecografía en uno de sus ojos, en el cual se encuentra un proyectil. Tiene cinco perdigones de partículas metálicas de una escopeta de repartición”, manifestó el médico veterinario zootecnista Delio Orjuela Acosta, ante los medios de comunicación del país. El águila, por el momento, sigue bajo atención.

Cristian Castro Morales, biólogo de Cortolima, uno de los expertos que atendió la situación del ave, aseguró que se trata de una especie de suma importancia pues, debido a la acción humana, corresponde a una de las aves más amenazadas de Colombia, tanto así, que en el país solo quedan unos 1.000 ejemplares. ”Su importancia es enorme ya que los machos de esta especie son escasos en la naturaleza”, recalcó.

Esta águila macho, rescatada por el campesino que decidió llevarla a recibir atención médica, mide 70 centímetros de largo, y pesa unos 1.600 gramos aproximadamente.

”Manifestaba dolor, pero la valoración del plumaje y revisión de su condición corporal arrojó un examen físico positivo”, explicaron los especialistas en la salud de la fauna que, antes de ello, tuvieron que vivir momentos dispendiosos para trasladar al ave en un guacal.

A su vez, quienes atendieron a águila aseguraron que se trata de un ejemplar muy fuerte, pues, por la gravedad de sus heridas, es casi increíble que se mantenga con vida. De la misma manera, calificaron de crueles a las personas que atentaron contra la vida del animal pues, no solo lo atacaron, sino que, también, lo persiguieron para matarlo, objetivo que no consiguieron.

Los expertos están haciendo sus máximos esfuerzos para incentivar a la recuperación del ave pues, es importante dejarla pronto en libertad, además, como se mencionó previamente, la escases de este animal en el ecosistema hace que la pérdida de la vida de uno de estos animales sea ‘muy dolorosa’.

A esta explicación se sumó la entrega de información por parte de la autoridad que atiende al águila. Según datos oficiales, resaltados por el periódico El Tiempo, el Tolima tiene alta presencia de esta especie animal (águila real) principalmente en los municipios de Chaparral, San Antonio y Roncesvalles.

El problema, como lo explicaron los especialistas, es que, aunque algunos pobladores reflejan su respeto hacia esta ave, algunos otros optan por cazarla y matarla. Justamente, recordó ese diario nacional, fue en el 2020 cuando un ejemplar de esa especie tuvo que ser trasladado a la Fundación Águila de Los Andes, en Pereira, luego de ser víctima de un atentado con arma de fuego. El animal, ante la gravedad de la agresión en su contra, perdió su visión.

Seguir leyendo: