La respuesta de Polo Polo a la polémica por un contrato de más de 18 millones en MinTic

El influenciador dijo que no debía dar explicaciones, aunque le respondió a Beto Coral y a Matador, quienes lo cuestionaron por contratar con ese ministerio.

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Miguel Polo
Miguel Polo

El caricaturista Julio César González, conocido como ‘Matador’, compartió este lunes un contrato por 18 millones de pesos que tuvo el famoso tuitero uribista Miguel Polo Polo con el Ministerio de las TIC. El comunicador cuestionó al influenciador y le preguntó si tenía algo que ver con los 70 mil millones embolatados del polémico contrato con Centros Poblados.

En la información que compartió Matador se lee que a Miguel Abraham Polo Polo le adjudicaron dicho contrato que tenía como objetivo “prestar servicios de apoyo a la gestión al Grupo Interno de Trabajo para el consenso Social del Ministerio TIC en sus procesos operativos, técnicos y administrativos, en articulación con el modelo de operación por procesos de la entidad” y cuya duración sería de siete meses terminando el 31 de diciembre de 2020.

El valor total del acuerdo por contratación directa era de $18.410.000, es decir, $2,630.000 brutos mensuales. Por eso Matador preguntó: “¿será que a Miguel Polo Polo también le tocó un billetico de los $70.000.000.0000 de las MintTic? ¿Si Miguel Polo Polo aún no es profesional, qué papel jugó en este contrato?, ¿Cuáles eran sus funciones?, ¿Cuál fue su resultado?. Esa plata sale de los bolsillos de los colombianos”.

Inmediatamente el influenciador respondió diciendo que a diferencia de Gustavo Bolívar, quien es acusado por dos personas de deberles dinero, “Lesvy y otros mamertos, sí soy profesional. Soy administrador público y estoy capacitado para administrar y gestionar el Estado”, luego agregó que no debe explicar nada porque desde octubre de 2020 no hace parte del MinTic “y menos de alguien que asesinó a su padre”, aseveró.

En una publicación de Facebook de 2018, Polo Polo subió una foto en la que compartía su alegría de ser técnico profesional en gestión pública y aunque expresó que solo faltaban cinco semestres, no se conoce si el joven hizo el paso a profesional o hasta el momento sigue siendo técnico.

A los reclamos se sumó el activista Beto Coral quien invitó al influenciador a un debate por el contrato y para que “de paso explique a quién le pagó 500 mil para pagar una deuda que no existe”, refiriéndose a una supuesta denuncia que el mismo Polo Polo hizo en redes sociales.

Coral explicó que Polo Polo “le había pagado 500 mil a una señora que dijo que yo se los debía. La misma entidad, indicó que se normalizaron los créditos hace años. Dentro de un mismo proceso que se archivó”. Y el joven respondió diciendo que lo retaba a venir a Colombia para hacer el debate cara a cara “con víctimas de frente” y afirmó que él se ha ganado el dinero trabajando y no estafando. “A mí nunca me han llamado a juzgados, a ti sí”.

En entrevista con Miguel Polo Polo, se conoció otra denuncia contra el senador Bolívar con un adeudo por varios millones de pesos. El hombre, identificado como Orlando Hernández, fue contactado por medio de un amigo que se encontraba haciendo unos trabajos en el hotel Paraíso Studios.

Sin embargo, el amigo no contaba con el suficiente presupuesto para la compra de materiales que demandaba el trabajo y por esa razón, Hernández entra como financiador.

“Es allí donde yo entro. Yo financié la compra de materiales, incluso en su momento el pago de nómina, de mano de obra por medio de tarjetas de crédito porque yo en realidad no tenía dinero en efectivo, yo tenía en mi poder una tarjetas gracias a mi vida crediticia con un buen cupo, por lo tanto yo le dije que yo lo respaldaba para comprar los materiales y adelantarle los trabajos al senador Bolívar”, explicó el hombre durante la entrevista con el twittero de derecha.

De acuerdo con el hombre, pasaba el tiempo y el senador no se ponía en contacto por lo que Hernández empezó a insistir, pues debía pagar las tarjetas de crédito que se utilizaron para el trámite y que solo en materiales sumaban una deuda de 30 millones de pesos, sin contar los intereses y la utilidad. En la desesperación, el hombre se dirige hasta las instalaciones para resolver con el político.

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