El presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux, y los comisionados Leyner Palacios y Lucía González, se reunieron con Álvaro Uribe Vélez, en la hacienda del expresidente, en el departamento de Antioquia, para escuchar sus posiciones frente al conflicto armado; su gobierno; los llamados falsos positivos y los Acuerdos de Paz.
La conversación inició con algunos tropiezos, pues, aunque se había acordado que no sería pública, el equipo de Álvaro Uribe preparó una transmisión por redes sociales que los comisionados aceptaron. De Roux pidió que el plano los incluyera a ambos.
“Yo tengo que dejar claro: yo no puedo pasar por alto que así como reconocen la legitimidad del presidente Duque, tenemos que reconocer la legitimidad de todas las instituciones. Yo no tengo que aceptar que, como yo reconozco la legitimidad del presidente Duque, también tengo que reconocer la legitimidad de esta institución o las instituciones de La Habana, sus orígenes son muy diferentes. Como el padre lo mencionó, me veo obligado respetuosamente a hacerle esta explicación”, afirmó el exsenador del Centro Democrático.
El exmandatario aseguró que mantenía el respeto al padre De Roux y a los comisionados, pero que sus reparos eran a la institución en abstracto. Como ha reiterado, desconoce la legitimidad de las instituciones creadas por los Acuerdos de Paz, porque considera que su implementación tras el plebiscito por la paz fueron inconstitucionales.
En la presentación del diálogo, el padre De Roux afirmó: “Venimos desde todas las víctimas, de secuestro, de falsos positivos, de los soldados y sus mamás, de las mujeres que buscan a sus hijos. Quiero que esta charla sea desde el dolor humano para comprender cuál es el entramado”.
A lo que Uribe contestó: “A mí no me tienen que pedir que sienta dolor, la vida me lo ha hecho sentir”, y rememoró el asesinato de su padre cometido por la guerrilla de las Farc. “Mi familia es víctima aunque nunca se ha declarado como tal. Cuántas personas han asesinado estando a mi lado, cuanto dolor me ha causado eso (...) aquí advertencias de dolor no hay que hacer, aquí hay el mayor sentimiento de dolor por Bojayá, anterior a mi gobierno, el Salado, Barrancabermeja, Caicedo”.
Las frases de Álvaro Uribe sobre los llamados “falsos positivos”
“Para mí era muy difícil creer que habían falsos positivos, pero siempre procuramos actuar a tiempo”, afirmó Uribe. El exmandatario inició haciendo aclaraciones de su política de Seguridad Democrática, de la cual dijo que no afectó la libertad, los valores democráticos y la seguridad de todos los ciudadanos. “Tuvieron seguridad mis más cercanos colaboradores y mis mas radicales adversarios”, puntualizó.
Esa política es clave debido a que, según quedó plasmado en la Jurisdicción Especial para la Paz, en su Auto 033 de 2021 del Caso 03: Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate por agentes de Estado, durante el periodo de gobierno de Álvaro Uribe, desde el 2002 al 2008, hubo 6.402 víctimas de ese delito atribuido a la fuerza pública.
“Nosotros siempre, desde un principio, dimos prioridad a las desmovilizaciones y que está ahí, fuera de todos los discursos de la época, en ese numeral del manifiesto democrático. Cifras del Ministerio de Defensa mostraron 53.000 desmovilizaciones, 39.000 capturas y 13.000 bajas”, señaló el exsenador.
“Cuando empezaron a aparecer hechos presuntamente criminales que se le asignaban a la fuerza pública, no se conocía el nombre falsos positivos, el nombre lo acuñaron después”, afirmó Uribe quien aseguró que el primer hecho conocido por su gobierno fue “Gualtarillo”, “donde hay un delito imputable a fuerza pública, se dijo en la época que podía haber de por medio un tema de narcotráfico, era un enfrentamiento entre miembros de la fuerza pública. Lo primero que pedí es que todo tenía que salir a la opinión pública”, señaló.
Otro de los casos a los que hizo referencia el expresidente fue un caso en Cajamarca. “Me da mucha tristeza decir esto: Me engañaron los soldados, porque el día que yo llegué allí me dijeron que unas personas muertas habían fallecido en un combate con la Farc, resultó que no fue así. Cuando leo las piezas judiciales que hay sobre el tema, hay sombras de que no se percataron de la identificación de las personas a las que les estaban disparando. Hay sombras, pero no fue un combate contra Farc, asesinaron unos campesinos y esas personas están condenadas”, aseguró Uribe.
También hizo referencia a un caso en Jamundí, donde afirmó que murieron muchos policías en un enfrentamiento con el Ejército. Aunque contó que le dijeron que no lo hiciera público por la cercanía con la reelección presidencial, aseguró que decidió hacerlo público y ordenó que lo investigara la justicia ordinaria.
Uribe reconoció como un error su frase “no estarían recogiendo café” al referirse a víctimas de ejecuciones ilegítimas. Aseguró que un grupo de madres de Soacha, quienes no estuvieron, según dijo, en una reunión suya en ese municipio con familiares de las víctimas, lo denunciaron ante la Corte Suprema de Justicia por esos hechos, pero él pidió perdón posteriormente.
“¿Qué error cometí yo?, cometí un error de decir “no estarían recogiendo café”. Yo he reconocido ese error en muchas oportunidades pero lo repito hoy. ¿Por qué lo cometí?, porque fui inducido a error por informaciones que escuché. Al principio eso no lo creía ni la Fiscalía ni las fueras Armadas”, agregó.
Finalmente, el exmandatario contó: “Después, siguiendo este orden, vino el caso de 27 altos oficiales del Ejército que se desvincularon en octubre de 2008. Hay que anotar que hay un espacio muy corto entre la información que yo recibí y la decisión que tomé. A mí me visita el entonces ministro de la Defensa, algunos de los altos mandos y me dice que hay una investigación en la que hay 27 altos oficiales que podrían estar comprometidos en falsos positivos, no directamente, sino por falta de diligencia y cuidado en la observancia de los protocolos operativos, que solamente en un caso la persona podría estar involucrada en la acción criminal. Por propia iniciativa dije: por información que ustedes me han dado, procederé a desvincularlos”.
El exsenador agregó que pocos días después acudió a la Oficina de Naciones Unidas en Bogotá y que se encontró con un capitán del Ejército, quien le advirtió que un caso de la Brigada de Ocaña, que identificó la misma Comisión Interinstitucional del caso de los altos mandos militares, había ocurrido para “proteger al narcotráfico y guardar la apariencia de que combatían el narcotráfico, habían asesinado a unos campesinos inocentes”.
“Le pedí mucho al Ministerio de Defensa y al doctor Jorge Mario Eastman, mire yo ya tengo aquí informes del narcotráfico involucrado en esto, por qué no se hace una investigación. Me parece que falta ese componente de la investigación, el tema del narcotráfico en estos asesinatos”, agregó Uribe.
Según el expresidente, el narcotráfico y su vínculo con las fuerzas militares tuvo incidencia en la ocurrencia de falsos positivos y se excusó de que fuera una política de exigencia de resultados, porque afirmó que era igual en todas las carteras, no únicamente en la de de Defensa.
“Que Uribe exigía resultados, porque no ha faltado quien diga: como usted exigía muchos resultados por eso asesinaron inocentes. Por favor, es mi deber, de mi temperamento, de mi formación, exigir resultados con transparencia con observancia de los derechos humanos y en todo”, señaló el exmandatario.
“Creo yo que en Colombia en esto de asesinato de inocentes han incidido temas como el siguiente: el narcotráfico, y eso no se ha investigado debidamente. Es que para hablar usted de reconciliación tiene que hablar de señalamientos. Yo mismo me tengo que cuidar para no volver a decir es que fulano de tal es un guerrillero civil o es un político terrorista, pero esos atentados contra mí, de los cuales soy sobreviviente por milagro de Dios, tantos atentados, en parte por el señalamiento: Es que Uribe es paramilitar”, aseguró Uribe.
El expresidente agregó que deben revisarse las cifras porque hay organizaciones sesgadas con su gobierno y su persona, así como que los casos venían desde gobierno anteriores al suyo. “Sinceramente creo que además de lo que he dicho de narcotráfico y encasillamientos, yo hoy comprendo ¿Qué hacían colombianos, inocentes, con bastantes dificultades y limitaciones en zona de guerrilla o paramilitar? Someterse y muchos terminaban colaborando, sin querer”, puntualizó.
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