“Mediciones de calidad del aire cumplen con la norma”, Secretaría de Ambiente de Bogotá ante críticas

La entidad distrital respondió a las declaraciones de Greenpeace sobre el mal manejo de monitoreo ambiental y los altos niveles de contaminación en la capital

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La Secretaría de Ambiente ha
La Secretaría de Ambiente ha trabajado y unido esfuerzos para tener un sistema que cumpla los lineamientos de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos y el Ministerio de Ambiente. Foto: SDA

El pasado 5 de agosto, Greenpeace cuestionó la ineficiencia del sistema de monitoreo de la calidad de aire en la Bogotá y alertó sobre los niveles de contaminación que hoy superan los parámetros permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según el estudio de la organización ambientalista, Evaluación del monitoreo de la contaminación atmosférica en Bogotá, los datos emitidos por las 13 estaciones del sistema de monitoreo de calidad de aire, liderado por la Alcaldía son ineficientes.

Greenpeace aseguró que los parámetros establecidos por la medición de Bogotá de la concentración anual de PM2.5 y de PM10 exceden en un 150 % según los rangos permitidos por la OMS

“Enfermedades cerebrovasculares, cáncer de pulmón, enfermedades pulmonares e infecciones respiratorias, como la neumonía, entre otras, son algunas de las afecciones a las que los bogotanos estamos expuestos en consecuencia a los niveles de contaminación de aire. De hecho la situación de quienes viven en las localidades más pobladas y de menos recursos económicos se agravia al estar aún más expuestos a los contaminantes” detalló Tatiana Céspedes, coordinadora de la campaña por una Nueva Ciudad de Greenpeace.”

Añadió que las estaciones de monitoreo están mal ubicadas, lejos y muy elevadas a las vías principales de transporte, por lo que no miden la calidad del aire a la altura de donde se movilizan los ciudadanos y transeúntes. “Además, la falta de datos, los promedios utilizados, los rangos de concentración y el tiempo de exposición para cada contaminante son algunos de los elementos que Greenpeace pone en cuestión”

Ante estas declaraciones, la Secretaría de Ambiente rechazó los cuestionamientos a la eficiencia del sistema de monitoreo de calidad del aire de Bogotá.

“Causar desconfianza diciendo que la red muestra datos engañosos es un error, no nos ayuda a avanzar en una mejor calidad del aire y genera desconfianza en una red que es excelente”, dijo la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.

Según la Secretaría, las estaciones de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá y los equipos del sistema de vigilancia cumplen con los estándares internacionales y aplican los procedimientos para garantizar la veracidad de los datos que se publican en tiempo real en los distintos canales de la entidad.

“La ubicación de las estaciones de la Red de Monitoreo obedece a los criterios de diseño para el monitoreo ambiental establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, por lo que la altura de las estaciones es la recomendable para la toma de muestras a escala urbana, entre 3 a 15 m, lo que permite tener un “campo de visión” más amplio”, explicó.

La entidad distrital aseguró que el compromiso de la administración de la alcaldesa Claudia López es trabajar por un aire limpio, por ello la meta reducir el 10 % promedio ponderado la concentración de PM10 y PM2,5.

“Respirar un mejor aire es un pilar fundamental, por eso, el Plan Estratégico para la Gestión Integral de la Calidad del Aire es una de las metas más ambiciosas, que ya está en curso y en la que se trabaja con ciudadanos, colectivos, academia, el sector productivo y entidades distritales y nacionales, para implementar acciones que reduzcan la contaminación”, añadió.

Desafortunadamente, la campaña de Greenpeace tiene algunos errores conceptuales que pueden generar confusión dentro de la ciudadanía.

La secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, señaló que la principal observación que hace el estudio sobre el cual basa Greenpeace su campaña es una que, de hecho, es muy importante, y es que hay que reconocer no solamente el problema de las concentraciones de los contaminantes del aire en Bogotá, sino también la exposición, los momentos y las emisiones a las cuales estamos expuestos los ciudadanos.

Finalmente, resaltó que para la administración es clara la necesidad de afrontar de forma diferenciada los problemas de contaminación del aire, en particular en el suroccidente de la ciudad, zona con mayores concentraciones diarias y anuales.

“Por ello, la meta es reducir un 18 % la concentración anual en esta zona, y en las del resto de la ciudad, un 5%, para así lograr un 10 % ponderado como meta global”, dijo.

La Secretaría de Ambiente, en conjunto con la Mesa Técnica y Ciudadana por la Calidad del Aire de Bogotá (Mecab) y la Red de Expertos de Calidad del Aire, han entablado un diálogo constante, al que invita a Greenpeace y a cualquier organización interesada en participar y promover una construcción colectiva.

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