Desde hace varios meses el pueblo indígena awá, asentado en el Distrito de Tumaco, departamento de Nariño, viene denunciando una arremetida sin precedentes por parte de los actores armados que han pretendido ocupar su territorio ancestral, trayendo guerra y su muerte hasta el patio de sus viviendas.
Aseguran que primero fue el resguardo Piguambí Palangala al que se le reconoció en confinamiento a nivel distrital y departamental en de 2021; posteriormente, la guerra llegó a los resguardos hermanos Gran Rosario, Pulgande Campo Alegre, Alto Peña Lisa, Quejuambí Feliciana y Santa Rosita en junio y julio.
“Los resguardos Inda Sabaleta, Inda Guacaray y el Resguardo La Brava desde hace varias semanas soportan constantes combates y riesgo por minas antipersonas sembradas en el territorio, así como de Municiones sin explotar (MUSE). En el caso particular del Resguardo la Brava, ya son ocho días de confinamiento en medio de combates entre actores armados. La última orden de estos actores es que la población en su totalidad salga del territorio”, reportó el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice).
Denuncian que al otro lado, el resguardo Chinguirito Mira está siendo objeto desde hace meses de amenazas en contra de sus autoridades y líderes que se extienden hasta el centro poblado de San José de Caunapí, violencia que se ha escalado en los últimos días, con órdenes directas en contra de su población.
“Se ha hecho público la orden por parte de los grupos armados ilegales de que ningún indígena puede salir ni entrar a los territorios colectivos, es decir, que en este momento nos encontramos confinados todos los resguardos indígenas Awá de Tumaco bajo pena de muerte para el que no cumpla la orden dictada por los armados”, se lee en la denuncia.
Como respuesta a esta situación, los resguardos indígena awá del municipio de Tumaco “en un ejercicio legítimo de posicionamiento político realizamos una marcha pacífica el día domingo 8 de Agosto sobre la carretera que de Tumaco conduce a Pasto a la altura del kilómetro 56, sector El Gualtal para visibilizar nuestra situación, nuestro malestar y para elevar nuestra voz de protesta y dejar sentada nuestra palabra en ejercicio pleno de nuestra gobernabilidad”:
El pueblo indígena hizo requerimientos a las diferentes entidades estatales para que garanticen su protección:
– A la Unidad Nacional de Protección a que implemente los esquemas de seguridad individuales y colectivos que se encuentran en trámite, y así mismo que les restituyan INMEDIATAMENTE los esquemas individuales y colectivos a los compañeros a los que les fueron retirados.
– A la Fiscalía para que adelante los procedimientos necesarios para esclarecer los hechos que se vienen presentando tanto como amenazas, desplazamiento, señalamientos, muerte, entre otras vulneraciones a los derechos, que diariamente se vienen perpetrando en el territorio ancestral ewá, entre ellos el etnocidio.
– A la Defensoría que haga los seguimientos necesarios a las situaciones que se presentan en nuestro territorio, a las amenazas a los intentos de homicidio, a los reclutamientos ilegales, los desplazamientos, la siembra de minas, las MAP-MUSE que quedan sin explotar, y que los haga visibles a nivel nacional, dándole realce al patrón violento que persigue a nuestro pueblo ancestral.
– A la comunidad internacional para que se nos brinde el acompañamiento y monitoreo permanente en cuanto a la situación de vulneración de nuestros derechos humanos y de Derecho Internacional Humanitario, de lo que somos víctimas desde hace varios meses; y donde nos están violentando nuestros derechos fundamentales tanto individuales como colectivos, se está pisoteando la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los protocolos adicionales a la convención de Ginebra.
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