Desde el pasado 6 de agosto los aficionados a los libros volvieron a encontrarse, digitalmente, en la Feria del Libro de Bogotá, asistiendo desde sus dispositivos móviles a diferentes charlas en las que se aborda la literatura nacional e internacional. Una de esas conversaciones importantes fue la realizada por la escritora Amalia Andrade, el librero Carlos Sosa y el editor Nicolás Morales llamada ‘Literatura fuera del clóset’.
Infobae Colombia habló con la escritora Amalia Andrade, autora de los libros ‘Uno siempre cambia al amor de su vida’ y ‘Cosas que piensas mientras te muerdes las uñas’, sobre la representación de las personas que pertenecen a la comunidad Lgbtiq+ en la literatura, específicamente en la colombiana, lo cual se refiere a la inclusión no solo de estas personas en las historias, sino en que se reconozca a los autores de género diverso.
“En un país en el que se publican principalmente hombres, ser una escritora mujer que va a escribir sobre amar mujeres es el subnicho, del subnicho, del subnicho”, Amalia Andrade.
Para la autora “hablar de la representación de los gais, lesbianas, trans, entre otros, en la literatura colombiana es muy importante porque la literatura Lgbt no es abundante en el país. Estamos en un país en el que se publica a los hombres blancos cisgénero en su gran mayoría, pero no porque no existan escritores homosexuales o escritoras lesbianas, sino porque hay un problema de invisibilización”.
El papel de las grandes editoriales
“Las editoriales tienen un lugar muy importante en este planteamiento, finalmente son ellas las que dan visibilidad a nuevos escritores, las que posicionan a los libros en sus listas de novedades. Se puede pensar que las grandes editoriales tienen miedo de entrar e invertir en algo que se cree que no genera ingresos y que no es publicable. Sin embargo, no se pueden desconocer los esfuerzos que han realizado algunas grandes editoriales”, señaló.
Aunque Andrade señaló que ha existido un miedo en publicar a estos autores y estas historias en las editoriales nacionales; también reconoce que, en la actualidad, puede darse una situación contraria en la que estas empresas aprovechen el nicho de mercado y empiecen a publicar estos textos por un objetivo comercial.
“Yo espero que las editoriales empiecen a explorar más la literatura Lgbt y a los autores de la comunidad … Claro que pueden ver una oportunidad de negocio, son empresas que deben pensar en eso, pero espero que no sea esa la motivación de fondo de las editoriales, sino que sea un tema de representación”.
¿Y cómo está Colombia comparada con otros países?
Amalia resaltó que, a pesar de los esfuerzos y avances, Colombia está realmente atrasada en cómo representar a la comunidad Lgbt en su literatura, puesto que en otros lugares del mundo ya no solo se está abordando el homosexualismo, sino las personas trans y lo ‘queer’ dentro de su literatura diversa.
“El mundo ya está en otra cosa, el mundo ya dio un paso adelante y ya están abordando otros temas como la experiencia trans y lo ‘queer’. Aquí queda mucho camino por recorrer, no cabe duda de que este es otro caso en el que Colombia se queda muy atrás”.
¿Qué pasa cuándo un hombre blanco cisgénero habla sobre la inclusión de las personas de la comunidad Lgbt?
Alrededor del mundo cada vez se ven más esfuerzos por incluir no solo a la comunidad Lgbt, sino a distintas minorías en la literatura y otros productos de entretenimiento que son realizados por personas, en su mayoría, hombres heterosexuales y que se incluyen porque ‘es lo de hoy’.
“Es muy importante y algo que se ve mucho en Colombia, la literatura no solo ha sido afectada por la homofobia, sino por el patriarcado, el racismo y el machismo, dejando de lado a las minorías o incluyéndolas desde un punto privilegiado porque se cree que debe hacerse ahora … El problema con esto es que no nos podemos negar a que el espectro es mucho más amplio y no pueden representar como vive su experiencia personal una persona homosexual en Siloé, Cali, o en Soacha”.
Más sobre Amalia Andrade: su estilo, sus libros y sus próximos trabajos
“Sigo escribiendo, estoy trabajando en algo, pero es secreto. Es algo diferente a mis anteriores trabajos”.
Esta caleña es sin duda un claro ejemplo de la representación de las mujeres lesbianas dentro de la literatura colombiana, y una autora que se dio a conocer gracias a su manera de abordar la salud mental y su particularidad de escritura de sus textos, hechos a mano.
“La salud mental es todo y me gusta abordarla desde una manera cercana a mis lectores, no quiero que me vean como una autora lejana, soy una persona como usted, que tiene problemas y a través de los libros quiero que busquemos un camino en conjunto para enfrentarlos … Escribo a mano porque me acerca a los lectores, además porque creo en el alfabeto como un dibujo, las letras son imágenes”.
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