Cerraron el relleno sanitario El Carrasco de Bucaramanga

La decisión del cierre podría costarle a los municipios más de 50.000 millones de pesos al año, pues tendrían que llevar las basuras hasta el sur del departamento del Cesar. Convocan consejo de Gestión de Riesgo

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Tras el cierre definitivo del relleno sanitario El Carrasco de Bucaramanga, convocan consejo de Gestión de Riesgo.
Tras el cierre definitivo del relleno sanitario El Carrasco de Bucaramanga, convocan consejo de Gestión de Riesgo.

Tras la decisión de un juez de hacer el cierre definitivo del relleno sanitario El Carrasco, en Bucaramanga, del cual dependen 16 municipios del departamento de Santander y la negativa de una prórroga de su vida útil, hicieron que desde la alcaldía se prendieran las alarmas con un consejo de Gestión de Riesgo, ya que para este sábado, 14 de agosto, no se sabe qué hacer con las más de 1.000 toneladas diarias de basura que recibe este relleno sanitario.

Ante el panorama, el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, aseguró a Caracol Radio que los más afectados con el cierre del relleno serán los santandereanos, pues son quienes tendrán que asumir los sobrecostos que genera esta decisión.

“Para llegar a la solución definitiva vamos a requerir de 3 años y eso en términos económicos, cualquier lugar sea Aguachica, Cúcuta o Medellín, hablamos que a los santandereanos nos va a costar 150 mil millones esos tres años que serán de los bolsillos de los santandereanos”, explicó el mandatario a la emisora.

Asimismo, evidenciando su preocupación, Cárdenas indicó que no solo el problema será el sobrecosto que implica el transporte de las basuras, sino que también no se cuenta con los vehículos necesarios para el traslado de esos desechos.

“Podemos decir que es Aguachica pero no hay la flota, no hay el transporte suficiente para poder llevar las mil toneladas de desechos que hoy se recogen en los 16 municipios del departamento”, sostuvo el mandatario de los bumangueses.

Por su parte, a través de un comunicado, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios hizo un llamado urgente a las empresas prestadoras del servicio público de aseo de los municipios que se verán afectados por el cierre del relleno, indicando a que actualicen y activen sus planes de emergencia y contingencia, ante el cierre del relleno sanitario El Carrasco que fue ordenado por el Juzgado 15 Administrativo de Bucaramanga.

De igual manera, el ente de control y vigilancia, recordó al gobernador y los alcaldes su deber constitucional como garantes de la prestación de los servicios públicos en sus territorios, con el fin de asegurar la continuidad en la recolección, transporte y disposición de los residuos que se producen en los municipios de Bucaramanga, Betulia, California, Charta, El Playón, Floridablanca, Girón, Lebrija, Los Santos, Matanza, Piedecuesta, Rionegro, Santa Bárbara, Suratá, Tona y Zapatoca.

El superintendente encargado, Andrés Bitar Arrazola, informó que “Desde las competencias de la superintendencia, y en conjunto con la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), el Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio, y la Procuraduría General de la Nación, hemos hecho seguimiento a las posibles alternativas de solución para la recepción de residuos de 16 municipios de Santander. Desde el 2019, la entidad ha realizado vigilancia especial a la prestación del servicio, los planes de contingencia de las empresas, y las condiciones del relleno, requiriendo acciones alternativas para afrontar el anunciado cierre de El Carrasco, que hasta ahora ha podido funcionar con permisos de la autoridad ambiental”.

¿Por qué ordenaron el cierre del relleno sanitario El Carrasco, en Bucaramanga?

Según la informado por el diario El Tiempo, el botadero El Carrasco empezó a funcionar en 1978 como un relleno a cielo abierto, sin ningún tipo de tecnificación en el manejo de las basuras. Años después, alrededor de éste se empezaron a construir urbanizaciones, lo que hoy se conoce como barrio El Porvenir, habitantes del sector quienes compraron sus viviendas en esta zona no se percataron de las repercusiones del relleno e indicaron que también los habrían engañado, por lo que con el tiempo empezaron a padecer diferentes problemáticas de salud y ambientales debido a que están a menos de 500 metros del botadero.

Ante las afectaciones a esta población, en 1990 se empezó hacer el manejo de las basuras de tal manera que se mitigara los efectos sobre la salud de los residentes, sin embargo, en el 2002 ellos interpusieron una acción popular ante el Juzgado Cuarto Administrativo, instancia judicial que negó en primera instancia negó las pretensiones de los vecinos que alegaban el cierre del basurero era necesario.

Ante el fallo, la comunidad apeló y el proceso fue remitido al Tribunal Administrativo de Santander, que en el 2009 ordenó el cierre del basurero y en el 2011, en un fallo de segunda instancia, corroboró la decisión y fijó el 30 de septiembre de ese año como la fecha de cierre de El Carrasco.

Tras varios años de lucha por mantenerlo en servicio y luchar con prórrogas, el final del botadero debe ser una realidad, y aunque actualmente se habla de la solución del relleno sanitario en Aguachica, en el Cesar, las autoridades tendrán que definir si acatan o no la orden del juez.

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