Así cuidan los indígenas del Vichada una de las extensiones más grandes de bosque natural en Colombia

Desde el 2012, 16 resguardos indígenas se han capacitado para la preservación de los bosques naturales y la reducción de la deforestación

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Guardias indígenas en Vichada, Guaviare.
Guardias indígenas en Vichada, Guaviare. Foto tomada de página oficial REDD+ Matavén

En el Resguardo Indígena Unificado de la Selva de Matavén se lleva a cabo uno de los proyectos REDD+ más grandes del país desde el año 2012. Se trata de una selva de 1.856.836 hectáreas de extensión en la que habitan 15.943 indígenas de 6 etnias diferentes: Sikuani, Piaroa, Puinave, Curripaco, Cubeo y Piapoco; quienes buscan preservar el bosque natural y detener la deforestación y degradación de este pulmón colombiano.

Ubicado en la franja de transición entre la Orinoquía y la Amazonía colombiana, los indígenas que habitan esta extensa zona de bosque natural se han comprometido y capacitado para cuidar de esta área de diferentes amenazas como la minería ilegal, el ganado, los grupos armados, cultivos ilegales, entre otras. Actualmente, en esta zona hay 315 guardias indígenas que recorren toda el área del resguardo vigilando que estas amenazas no lleguen al territorio, también cultivos productivos y diferentes proyectos que son desarrollados por las mismas comunidades indígenas para sacar provecho de su territorio sin deforestarlo.

Específicamente, el resguardo indígena limita al norte con el río Vichada, al sur con el río Guaviare, al oriente con el río Orinoco y frontera con Venezuela, mientras que al occidente limita con el Caño Chupave, interior del país.

Alejandro Camacho codirector del proyecto REDD+ e integrante de la etnia Piaroa habló con Infobae Colombia y señaló que el proyecto nació como “una iniciativa de Acatisema-Asociación de Cabildos y Autoridades Tradicionales Indígenas de la Selva de Matavén- en alianza con la empresa Mediamos con el propósito de la reduccion de la deforestacion de los bosques en el territorio. Trabajamos buscando el beneficio a cambio del servicio ambiental es lo que hacemos, el proyecto está situado en el departamento de Vichada, lo cual es importante porque estamos en la franja de la orinaquia a la amazonia colombiana”.

Mujeres indígenas en Vichada, Guaviare.
Mujeres indígenas en Vichada, Guaviare. Foto tomada de página oficial REDD+ Matavén

Para llevar a cabo el cuidado de este bosque natural y evitar que la deforestación avance, los indígenas se han mantenido al margen de la minería ilegal y demás amenazas y, en cambio, han estado “desarrollando actividades directamente con las comunidades indígenas. Tenemos tres productos muy importantes, el control y vigilancia con 315 guardias que están en los bosques, con toda la dotación y capacitación”, señaló Camacho.

Agregó que también trabajan con las gobernanzas, “se hace capacitación a las autoridades tradicionales anualmente para que conozcan el proyecto del que se están beneficiando, ellos han cogido mucha conciencia de que por ayudar a detener la deforestación están adquiriendo muchos beneficios. Otras actividades son los proyectos productivos sostenibles y apoyamos con la seguridad alimentaria con varios tipos de cultivos”.

Para los indígenas, los conucos son aquellas parselas en las que cultivan sus alimentos, las dueñas de estos espacios, bajo la cosmovición de estas comunidades son las mujeres. Es por esto que el proyecto ayuda con todo tipo de cultivo como yuca, plátano, maíz. De hecho en la zona sur del resguardo se está trabajando en un cultivo de cacao, yuca y piña.

Infobae Colombia también habló con Mónica Barragán, directora del proyecto REDD+ Matavén, quien resaltó la iniciativa “empezó su proceso en 2012 y consiguió la certificación del proyecto a nivel internacional, de acuerdo con los estándares avalados por las Naciones Unidas, se realizó siguiendo los estrictos lineamientos de VCS (Verified Carbon Standard), hoy Verra”.

Integrantes del proyecto monitoreando el
Integrantes del proyecto monitoreando el territorio. Foto tomada de página oficial REDD+ Matavén

Resaltó que para ser aceptados bajo estos estándares tuvieron que realizar unos estudios y trabajos nada fáciles para cumplir con los requisitos. Entre esos, realizar un ejercicio de modelación tomando una región como referencia y revisar 10 años atrás cómo había iniciado la deforestación y, de la misma manera, prever qué podría pasar en el futuro si la situación seguía de la misma manera.

“Nuestra tasa base de deforestacion dio el 0.86% por las amenazas”, explicó Barragán, haciendo referencia a un reciente informe de la ONG internacional Carbon Market Watch en el que señalaron que el proyecto estaría “vendido créditos de aire caliente a empresas de combustibles fósiles en Colombia que pueden adquirirlos como sustituto del pago de los US $ 5 nacionales. / tCO2e impuesto al carbono”.

Mónica señaló que, efectivamente, el proyecto REDD+ Matavén presentó una tasa base de deforestación más alta que el programa de Visión Amazonía, del Ministerio de Ambiente, el cual estableció una base de deforestacion de el 0.18%. Pero desde el proyecto explican que se debe tener en cuenta que el proyecto en el resguardo lleva operando desde 2012 bajo los estándares internacionales de la VCS, avalados por la ONU, y que su territorio, en primera medida no pertenece a la Amazonía, puesto que está en frontera con esta y que, por otra parte, el territorio que abarca este proyecto tiene unas amenazas diferentes al resto del bosque natural señalado por el informe.

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