Más de 300 migrantes haitianos y brasileros llegaron a Cali buscando cruzar el país

Debido a la gran cantidad de ciudadanos extranjeros se presentaron disturbios y confrontaciones en el terminal de transporte de la ciudad.

Guardar
Más de 300 migrantes haitianos y brasileros llegaron a Cali con el fin de cruzar el país  REUTERS/Erick Marciscano
Más de 300 migrantes haitianos y brasileros llegaron a Cali con el fin de cruzar el país REUTERS/Erick Marciscano

Según la Secretaría de Seguridad de Cali, el pasado domingo, se presentaron confrontaciones entre migrantes haitianos, venezolanos y brasileros por la ocupación de buses que salían a las diferentes partes el país desde el Terminal de Transporte de Cali. Según informó Carlos Soler, secretario de Seguridad de la ciudad, la ciudad se ha convertido en un corredor para los extranjeros que han entrado a Colombia desde Ecuador.

Tan solo el domingo, había más de 100 migrantes esperando encontrar transporte público, ”Se presentaron unos disturbios por la ocupación de unos buses y tuvo que intervenir la Fuerza Pública. Son migrantes que se quedan unos días en la ciudad para continuar su ruta, que vienen de Ecuador y van a continuar hacia Necoclí. Llegaron 150 el domingo y hay 250 más en tránsito”, manifestó.

Las cifras recopiladas por Mi Terminal Cali, al menos 1500 migrantes haitianos tratan de cruzar a diario la frontera entre Ecuador y Colombia; por esa razón, desde hace dos semanas se registra su llegada al Valle del Cauca y es evidente el aumento de esta población en el suroccidente colombiano.

Frente a esta situación, María Fernanda Penilla Quintero, secretaria de Bienestar Social, reiteró “el llamado al Gobierno Nacional para que nos solucione, ya sea permitiendo la venta de tiquetes terrestres de manera legal para que no haya piratería ni abuso en estos momentos con ellos por parte de algunos transportadores, o que se haga trámite de deportación o un corredor humanitario”.

El gerente de Mi Terminal Cali, Ivanov Russi, manifestó:

“Nosotros queremos que la solución definitiva para este tema sea que se habilite un corredor humanitario para que estas personas puedan transitar por todo el país y, finalmente, llegar a Panamá y Estados Unidos. En este momento, hay una restricción por parte de Migración Colombia; hay una resolución vigente que está haciendo cumplir la Policía y que impide que el transporte intermunicipal los movilice”.

Los migrantes haitianos expresan que su intención no es quedarse en Colombia, sino seguir su tránsito, pero por las medidas del Gobierno Nacional no han podido continuar y se encuentran atrapados en la ciudad.

Al respecto, Jean Loupens Desrosiers, haitiano de nacimiento, duró 10 días caminando por las carreteras que de Pasto conducen a Cali. No tuvo opción, pues ninguna empresa de transportes quiso venderle los pasajes para viajar por tierra. Su destino final en Colombia es Necoclí. Jean anhela llegar a ese pequeño municipio, al norte de Antioquia y que estriba con el vecino país de Panamá, escala desde donde él y cientos de sus compatriotas tratan de alcanzar las fronteras de Estados Unidos.

“Nosotros queremos irnos. No nos queremos quedar aquí pero estamos gastando mucho dinero. No nos quieren vender tiquetes para viajar ni nos quieren alquilar una habitación aunque tenemos el dinero para pagar. Hemos tenido que dormir en la calle con nuestras familias”, cuenta Loupens, mientras carga a su bebé enfermo y hace fila para ser atendido por la unidad móvil de salud de la Alcaldía de Cali, apostada en inmediaciones de la Terminal de Transportes.Fue difícil convencerlo de llevar a su bebé a la unidad de la Secretaría de Salud.

Confiesa tener miedo, no quiere volver a Haití y cuenta cómo algunos oportunistas e inescrupulosos en Colombia se aprovechan de su situación.

”En todas partes nos cobran un dineral por todo. Por una botella de agua pequeña nos piden más de 3 mil pesos. Tengo amigos que les han cobrado 600 dólares por cabeza para llevarlos a Necoclí y luego el conductor no aparece o dejan a la gente tirada en medio de la carretera. Ya es difícil confiar en lo que le dicen a uno y con mayor razón si nos ofrecen algo gratis”, detalla. Sin embargo, aclara que desde su llegada a territorio colombiano, Cali es la única ciudad donde le han brindado, a él y su familia, ayuda de manera gratuita.

Seguir leyendo:

Guardar