La historia de la mujer en la Fuerza Aérea de Colombia inició con fuerza en 1997, cuando tuvieron la oportunidad de demostrar sus capacidades como pilotos y comandantes de las diferentes misiones que cumplen las aeronaves, momento que aprovechó Andrea Silvana Díaz Bohórquez, quien a sus 22 años, en 1999, ingresó a la institución atraida por volar los imponentes naves de las FAC, con las que hoy cuenta con más de 1.600 horas de vuelo, convirtiendose así en una de las pilotos con mayor experiencia de la institución.
La Teniente Díaz, hace parte de la tercera generación de pilotos mujeres de su Fuerza Aérea; ingresó a la Escuela Militar de Aviación ‘’Marco Fidel Suárez’' como integrante del curso 75 de oficiales, con el sueño de surcar los cielos y dejar en alto el legado de aquellas mujeres que han dedicado su vida a servirle al país.
Ahora como un nuevo hito, se escribe en la historia de la aviación militar de Colombia la carrera de la Teniente Coronel, quien este 9 de agosto realizó el primer vuelo como piloto al mando de un Hércules C-130, aeronave militar de transporte de su Fuerza Aérea Colombiana que hasta hoy, había sido comandada solamente por hombres.
Hoy ve su sueño cumplido, al realizar su “vuelo solo” como piloto del Hércules C-130, una aeronave militar pesada que cumple misiones de transporte de personal, carga, ayuda humanitaria, extinción de incendios y que tiene la capacidad de aterrizar en pistas no preparadas, en lugares alejados de la geografía nacional.
El Hércules C-130, al mando de la Teniente Coronel Andrea Díaz, despegó de la rampa militar del Comando Aéreo de Transporte Militar- CATAM, con destino a la ciudad de Cali y posteriormente hacia el Aeropuerto Internacional Camilo Daza en Cúcuta (Norte de Santander), en un vuelo de más de seis horas en las que demostró la disciplina y experticia adquirida como piloto a través de los años.
La tripulación de esta aeronave también estuvo integrada por una oficial de la especialidad de vuelo que cumple las funciones de navegante, marcando precedentes y abriendo nuevos caminos para aquellas mujeres que sueñan con hacer parte de las tripulaciones de su Fuerza Aérea Colombiana e integrar el equipo humano que la integra.
En entrevista con el diario El Tiempo, tras realizar su vuelo, Díaz confesó que “al principio, lo reconozco, no me gustó porque me mareaba mucho; pero cuando lo superé, lo empecé a disfrutar y hoy le puedo asegurar que para mí volar es lo máximo, estoy enamorada de lo que hago.”
A sus 44 años, esposa de otro piloto y madre de dos hijos: Mariana, de 14 años, y Santiago, de 5, manifestó ellos siempre le dicen “que están tan orgullosos de su mamá, de que sea piloto. Ese amor de ellos y sus palabras son las que me llevan a desarrollar cada día con entrega, con mayor compromiso hacia mi institución”, aseguró la coronel al diario bogotano.
Asimismo, contó que para graduarse en su tercer año, ella voló en el T-27, que en su momento era avión de combate, el cual hoy es un avión de entrenamiento, conocido como los famosos Tucano.
En cuanto a momentos de emergencia, Díaz le contó al diario que hubo uno y fue en un avión Turbo Commander en el que se desplazaba hacia la base de la FAC en Marandua, Vichada.
“En el momento de aterrizar no se prendió la luz del tren de aterrizaje, por lo que después de analizar la situación decidí desplazarme a la base de Apiay. Allí volé sobre la torre de control y con algunas instrucciones logramos aterrizar sin novedad”, narra la mujer con más experiencia en aviación de la FAC.
De acuerdo con cifras, actualmente en la Fuerza Aérea, el 35% de su personal lo conforman mujeres, de las cuales el 15% pertenecen a la especialidad de vuelo entre las que se encuentran pilotos de ala fija y ala rotatoria, así como navegantes, defensa aérea y operadoras de aeronaves remotamente tripuladas.
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