Acampar es una experiencia que permite una conexión con la naturaleza inigualable, por eso mismo es una actividad llena de aventuras y descubrimientos. Además, es una forma económica de viajar cerca de casa, una tendencia que cada vez más prefieren los colombianos.
Cerca de la capital colombiana, proliferan distintos municipios donde se puede instalar un campamento con todas las de la ley, y que asimismo, permiten conocer los diferentes parajes de la topografía cundinamarquesa. A continuación, Infobae Colombia, le cuenta algunos de los más populares:
Sopó
Este municipio está a solo 46 minutos de Bogotá. Allí puede encontrar el Parque Pionono, una hermosa reserva natural que le brinda a los viajeros una espectacular vista de los pueblos aledaños como Guatavita y Sesquilé.
Además, mientras se está instalado en las carpas, es posible hacer senderismo por los distintos caminos naturales del área protegida, uno de ellos conduce al Cerro de las Águilas; el punto más alto del parque ubicado 3.250 metros sobre el nivel del mar.
Choachí
En este municipio ubicado a 26 minutos de Bogotá se encuentra La Chorrera, una cascada con la caída de agua más alta de Colombia y la sexta en Latinoamérica. En sus inmediaciones se permite armar carpas para pasar la noche y en el día avistar las distintas especies de fauna y flora. Allí también es posible practicar deportes extremos como torrentismo, canopy rappel, cabalgata, espeleología y disfrutar de la belleza de otras cascadas como la del Chiflón.
Parque Nacional Natural Chicaque
Está en el municipio San Antonio de Tequendama, a 30 minutos de Bogotá y comprende un ecosistema de bosque de niebla, en el que cobran vida líquenes, orquídeas, musgos y robles. Además de despertar en la mañana rodeado de su inmensa biodiversidad, puede recorrer senderos como el Pico del Águila, donde se puede contemplar aves rapaces; un bosque de robles, cuyas hojas al caer tiñen de naranja el sendero, por el que merodean ardillas; y una cascada de 70 metros de altura.
Parque Embalse del Neusa
A 65 km de Bogotá, entre los municipios de Cogua y Tausa, está el Parque Embalse del Neusa. Son 3.700 las hectáreas de bosque andino para reconectar con la naturaleza y 900 hectáreas de embalse (donde conviven truchas arcoiris, capitanes de la sabana y la guapucha) para complacer la vista. Acampar en este parque es toda una experiencia sensorial, en la que el olor a pino y el verdeazul del paisaje imperan.
Aparte de las dos zonas de camping con baños, el parque ofrece servicio de cabañas, préstamo de bicicletas MTB, para dar un recorrido por la zona; alquiler de lanchas y pone a disposición de quien los visite la posibilidad de practicar pesca deportiva.
La Vega
Allí, a una hora y media de Bogotá, está la laguna del Tabacal, un hermoso paraje natural donde puede armar su camping rodeado de biodiversidad. El destino permite conocer lugares como la cascada El Chupal o del Silencio, además de un circuito formado por cuatro imponentes caídas de agua: El Cacique, El Paraíso, La Piscina y la más pequeñas de todas: La cascada de Los Niños.
Tobia
Este municipio, ubicado a dos horas de la capital, es reconocido por su amplia oferta de deportes extremos, no por nada fue la sede del reality del Canal Caracol ‘El Desafio, The Box’. Pues bien, además de armar un camping en un ambiente natural tranquilo y acogedor, en Tobia puede practicar actividades como canopy de 1.200 metros de recorrido, canyoning, torrentismo, cabalgatas, rapell y rafting.
Algunas de las atracciones principales del municipio son: la cascada de Barandillas, las cascadas de Canales, la quebrada La Berbería y Los Túneles.
Suesca
A una hora de Bogotá se erigen las imponentes rocas de Suesca (que traduce ‘Roca de las Aves’), las cuales, durante siglos, fueron asentamientos muiscas. Es el lugar indicado si, además de descansar en medio de la paz que solo brinda la naturaleza, lo que se busca es escalar, practicar ciclismo de montaña o hacer parte de rutas de espeleología (adentrarse y recorrer cuevas).
No son solo las rocas de hasta 120 metros de altura, que se pueden escalar con la ayuda de profesionales certificados, lo que llena de magia a este lugar; también la vieja carrilera del tren, en cuyas inmediaciones se puede acampar y caminar de noche, y el embalse de Tominé, que separa a Suesca de Sesquilé, dos atractivos con los que pueden deleitarse los visitantes. Un buen plan para parejas amantes de la aventura.
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