El próximo sábado 7 de agosto se cumplen tres años desde la posesión del actual presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, quien por estos días, y de acuerdo con la última encuesta Gallup, cuenta con una desaprobación del 72 %. La fecha no pasó desapercibida para los miembros de la Coalición de la Esperanza, quienes decidieron aprovecharla, en medio del arranque de las justas electorales de 2022, para criticar la gestión del primer mandatario.
“En los 3 años de Presidencia de Iván Duque, Colombia se ha sumido en la más grave crisis social, económica e institucional de su historia reciente. Durante este mandato, los colombianos hemos visto un Gobierno sin rumbo, sin norte claro y sin conocimiento ni experiencia”, expresó el grupo político por medio de un documento oficial.
La primera demostración de ello, aseguró el movimiento, son los índices laborales que experimenta el país y que, valga decirlo, se han visto exacerbados por la llegada de la pandemia del covid-19. No obstante, para los de la Coalición, la misma no es excusa pues “las políticas de generación de empleo del actual Gobierno no han sido eficientes para hacerles contrapeso. No hubo planes efectivos de empleos de emergencia y no se reconoció la urgencia de establecer la renta básica”.
De hecho, agregó el gripo que el problema viene desde mucho antes de la pandemia, pues expresó que entre el primer y segundo año del gobierno Duque, el desempleo pasó del 9.3 % al 10.3 %, llegando a una tasa estimada del 14.4 % para el cierre del tercero, siendo los más afectados las mujeres y los jóvenes. No hay que olvidar que para impactar a estos últimos nació, hace poco menos de un mes, el programa ‘Sacúdete: Camello Sí Hay’.
Igualmente, llegaron críticas en materia del manejo de la pobreza, y sus integrantes aseguran que los resultados del Gobierno no son diferentes. “En su primer año de mandato, el porcentaje de población en condiciones de pobreza pasó de 34.7 % a 35.7 %. La pandemia llegó en medio de esta creciente tendencia y las proyecciones indican que este año alcanzaremos la vergonzosa tasa de 46.5 %”, aseguraron.
Luego está el tema de la paz, sobre el que expresaron preocupación teniendo en cuenta el alza en las muertes de excombatientes firmantes del acuerdo entre el Gobierno nacional y las Farc: 31 en lo corrido de este año y 280 desde 2016, según Indepaz. A ello se suman las masacres en el territorio (63 en lo que va de 2021) y el asesinato de líderes sociales (103 este año).
Otra problemática destacada por el movimiento es “que el desplazamiento está regresando a varias regiones del país y, salvo altisonantes declaraciones de los funcionarios aprendices, no se vislumbra una estrategia clara y contundente para hacer frente a esta espiral de violencia. Con la estrategia de culpar al narcotráfico de todos los males que aquejan a la nación, el Gobierno pareció dejar el camino libre a las organizaciones criminales responsables de estos magnicidios”.
En ese sentido, la crítica va hacia la necesidad de hablar, también, sobre el respeto a los derechos humanos y al Acuerdo Final de Paz; así como de cumplir este último, teniendo en cuenta el retraso en puntos claves como la implementación de la Reforma Rural Integral o la participación política de algunos de los firmantes.
“Fue el Gobierno de Duque, con sus mayorías en el Congreso, el que hundió en último debate el proyecto de creación de la Jurisdicción Agraria, con el cual se buscaba crear instancias de solución aparte de los problemas relacionados con tenencia de la tierra en el campo colombiano. El país y la comunidad internacional han sido testigos de excepción sobre las políticas de represión a la protesta social y la negación y falta de acción frente a las violaciones de derechos humanos a manos de agentes del Estado”, señalaron los integrantes de la colectividad, agregando que lamentan la actitud que ha tenido el Estado frente al sistema interamericano.
Hablando de este último, los del grupo integrado por Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo, Humberto de la Calle y Juan Manuel Galán, entre otros, también lanzaron dardos en contra de la política exterior actual, que califican de poco fructífera, torpe, aislacionista y atrasada.
“La relación con Estados Unidos quedó resquebrajada luego de la intromisión del partido de Gobierno en las elecciones de ese país y, por eso, hoy el único tema en la agenda volvió a ser la lucha contra las drogas. Cuánto retroceso. La situación con Venezuela no puede ser peor. Fruto de su inexperiencia, este Gobierno creyó que terminaría con el régimen de Maduro por la realización de un concierto en la frontera y ha llegado al punto de pedir a Estados Unidos declarar a Cuba y a Venezuela países auspiciadores del terrorismo”.
En ese sentido, recordaron el compromiso adquirido la semana pasada para reabrir relaciones consulares con Venezuela por razones humanitarias y comerciales. “Hay que reconocer que el famoso cerco diplomático fracasó y que la necesidad de unas elecciones libres y transparentes en el vecino país no van a llegar a través de la diplomacia unilateral del micrófono”, aseguraron, expresando preocupación por otros temas como las relaciones con Rusia, luego del escándalo de los espías de ese país; y con la Unión Europea, dados los atrasos en la implementación del Acuerdo Final de Paz.
Por último, se refirieron a la pérdida del principio constitucional de la separación los poderes, del Gobierno y los órganos de control, lo que que aseguran se ha dado gracias a que alimenta a la mayoría parlamentaria con “la mermelada que juró combatir”, colocando aliados como jefes de las más importantes entidades: Defensoría del Pueblo, la Contraloría, la Procuraduría y la Fiscalía; y a las relaciones con la oposición.
Sobre esto último, aseguraron que “el Gobierno, que se presentó como reconciliador, ha ignorado las voces de la oposición por la cual no se ha mostrado el más mínimo respeto. Los ciudadanos han visto cómo, ante la gravedad de los problemas, Duque se encierra en Palacio de Nariño para hablar lo mismo con los mismos de siempre. La tal conversación nacional abierta en 2019 fue una exitosa práctica dilatoria cuyo incumplimiento dio origen, entre otros factores, a las movilizaciones de febrero de 2020 y mayo de 2021″, concluyeron, recordando que la ausencia de marchas no significa que los problemas del país estén resueltos.
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