Este 4 de agosto, el exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Salvatore Mancuso se presentó en una audiencia ante la Comisión de la Verdad para dar su versión de lo sucedido en el marco del conflicto armado y especialmente, sobre el exterminio que sufrieron los militantes de la Unión Patriótica.
En la audiencia, el exparamilitar, quien se encuentra pagando una condena en una cárcel en Estados Unidos, solicitó una comparecencia ante la Justicia Especial para la Paz (JEP).
“He decidido radicar hoy un oficio ante la JEP solicitando mi comparecencia en el caso 03, de los mal llamados falsos positivos. Espero que la JEP me permita obtener sanciones restaurativas y ayudar a que este país sea mejor”, señaló.
Es de señalar que la JEP tiene un caso priorizado sobre lo ocurrido con por lo menos 6.402 personas que fueron asesinadas para luego ser presentadas como bajas en combate en todo el territorio nacional entre 2002 y 2008.
Sobre la Unión Patriótica (UP), Mancuso aseguró que, “no fue exterminada por las autodefensas, su gran victimario es el Estado Colombiano y aquellos que fueron señalados de tener una vinculación con el brazo armado de la guerrilla y se oponían a lo de la UP, empezó, por parte del Estado, a ejecutar acciones contra ellos”.
Mancuso dijo que el brazo político de ese partido le estaba pasaba información al brazo armado de la guerrilla y esto empezó a generar cuestionamientos sobre su legalidad y “llevó al miedo de que Colombia se convirtiera en otra Cuba y que empezaran a asesinar a los detractores, por eso el Estado, la Dijin, el Das, ejercieron acciones”.
“Muchas personas de la UP no estaban de acuerdo con la lucha armada y querían desligarse, pero desde las filas de las subversión ejercieron acciones contra ellos, según el comandante Castaño”, dijo Mancuso.
Las contribuciones a la verdad son llevadas a cabo desde 2019 por la Comisión de la Verdad y fueron creadas para recibir los aportes voluntarios que permitan esclarecer lo sucedido durante el conflicto armado interno.
Mancuso explicó que inició como un civil buscando defenderse de la guerrilla y fortalecer la institucionalidad, “haciendo pactos, acuerdos desde una oficina, desde un hotel”. También dijo que acompañó al Ejército a zonas donde no tenían acceso para ubicar a las guerrillas.
Una vez en un operativo usó una escopeta con la cual invadieron un sitio guerrillero y ahí dieron de baja a tres insurgentes, todo esto mientras era un empresario, por eso le dijeron que debía seguir trabajando con el Ejército para el “proceso de defensa de las regiones” y le pidieron que invitara a otros empresarios bajo el “derecho legítimo universal de autodefendernos”.
Luego, agregó que en ese camino conoció a los hermanos Castaño, quienes lo invitaron a crear las Autodefensas de Córdoba y del Urabá en 1995. “Para poder conformarlo tuvimos que mirar cómo expandirlo a otras regiones invadidos por la subversión, así que iniciamos un proceso por pedido de las poblaciones agobiadas por la guerrilla, veían en el modelo creado un modelo exitoso contra la subversión”.
Además, dijo que las Convivir, conformadas por 15 personas, fueron pieza clave para crear el Bloque Norte de las Autodefensas, “para empezar a replegar a las guerrillas al sur del país”. Para ese momento, Mancuso afirmó que era un civil o “comisario político de las estructuras”. El futuro jefe de las Auc empezó a reunirse con políticos, tanto alcaldes como congresistas, para apoyar el movimiento.
“Dejé de ser Salvatore Mancuso y me convertí en Santander Lozada y empecé a tener acuerdos con las institucionalidad, con el Ejército, el DAS, con la Policía, incluso con Fiscalías afectas a la causa de la autodefensa para enfrentar conjuntamente al enemigo de la Nación”.
Mancuso insistió en que sin la ayuda de los financiadores y del Estado no hubieran podido extender el movimiento criminal.
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