Una compra millonaria de calcetines para militares colombianos, tiene entre ojos de la Veeduría Nacional Anticorrupción al Ministerio de Defensa. Se trata de la adquisición que esta entidad hizo de más de 300 mil pares de calcetines para los uniformados, compra que tuvo el valor de más de $1.800 millones de pesos.
El problema radica en que, al ser implementos para uso militar, lo que implica condiciones de humedad extremas entre otras dificultades en las labores de campo, los calcetines para los uniformados deben cumplir con ciertas medidas sanitarias que están establecidas desde finales de 2019 por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima. Tales normas no se cumplirían con los implementos comprados por el Ministerio de Defensa el año pasado.
Así lo reveló Caracol Radio en las últimas horas, al señalar que los materiales con los que están hechos los calcetines adquiridos el año pasado, no cumplen con lo establecido por el Invima.
Resulta que cuando los militares se encuentran llevando a cabo sus labores en zonas de extrema humedad, como en las selvas y zonas tropicales del país, deben contar con uniforme que, en su totalidad, proteja su cuerpo de enfermedades e infecciones. Es por esto que el Invima estableció que los calcetines de los militares deben incluir en sus materiales de fabricación un antibacterial elaborado con nanotecnología de cobre que protege los pies de bacterias, hongos e infecciones.
Reportes del Hospital Militar de Medellín y la Dirección de Sanidad de la Policía citados por la emisora dan cuenta de las pruebas clínicas que se llevaron a cabo en los años 2013 y 2014 en Colombia para comprobar la efectividad de este material, que fue de 80 y 90%.
Luego de esto, en 2019, una comisión del Invima declaró que estas prendas son dispositivos médicos, puesto que tienen composición de cobre y plata y ayudan a la eliminación del olor causado por hongos y bacterias, además, tienen uso postquirúrgico y son beneficiosas para la cicatrización. Inmediatamente la entidad tomó la decisión de considerar estos calcetines como dispositivos médicos, se estableció que estos productos deben contar con el debido registro Invima.
“Por lo tanto para la fabricación, importación, comercialización, distribución y uso en el territorio colombiano, estos dispositivos deben contar con registro sanitario vigente, y se deberá allegar la evidencia científica que soporte dichas indicaciones de uso”, señaló en diciembre de 2019 el Invima.
Es precisamente por esto que el Ministerio de Defensa ahora estaría enfrentando problemas, puesto que la Dirección de Adquisiciones del Ejército compró 304.726 pares de calcetines a la empresa Inversiones Derca S.A.S, según estableció Caracol Radio, que no cuentan con el componente de antibacterial. La compra, por un valor superior a los $1.800 millones de pesos, se realizó en abril de 2020, es decir, cuando ya estaba en vigencia la norma del Invima.
Considerando las fechas, los pares de medias adquiridos para uso militar en abril del año pasado debían contar con el registro sanitario vigente y la evidencia científica. Sin embargo, Luis Humberto Guidales, de la Veeduría Nacional Anticorrupción, reveló a la emisora que estas prendas no cumplían con lo establecido por la autoridad sanitaria.
“Creemos que hay un hecho de corrupción grave, en el cual se estaría direccionando un contrato. En 2020 ya se requería registro sanitario, pero la subdirección de Normas Técnicas dijo que se necesitaba era un producto solo para el mal olor y le da una directriz a la Dirección de Adquisiciones del Ejército a que compre sin el registro sanitario”, dijo Guidales al medio.
Según el integrante de la Veeduría, la Subdirección de Normas Técnicas del Ministerio de Defensa habría cambiado las reglas de juego, pues señalaron que el componente de antibacterial ya no era necesario en estas prendas y compraron los calcetines sin contar con ningún ensayo clínico.
Guidales señaló que desde la Veeduría Anticorrupción realizaron una demanda ante el Invima para que proceda en este caso bajo el procedimiento de medida sanitaria “para la recolección y posterior destrucción de esos productos como lo ordena la ley”. Por otro lado, tendría que intervenir la Contraloría en el caso, debido a la pérdida económica de más de $1.800 millones de pesos en esta compra.
Los cambios en la norma técnica para justificar la compra
Sin embargo, el veedor señaló a la emisora que el único problema no es la compra sin registro Invima, sino que, desde entonces (abril de 2020), la entidad ha estado realizando actualizaciones para justificar esta compra y ‘tapar’ el error que cometieron.
En primera medida, el 7 de abril de 2020, seis días antes de realizar la compra, el coronel (r) Hernando Narváez Fierro, entonces subdirector de Normas Técnicas del Ministerio de Defensa, le enviaba una carta al jefe del Comando de Adquisiciones del Ejército, coronel Joselin Vargas Zarate, en la que le justificaba la compra. En este documento, revelado por la cadena radial, Narváez explicaba que la norma técnica A2 de los calcetines estaba en proceso de actualización y que no se requería el registro sanitario.
“Así mismo se comunicó que mencionada norma técnica actualmente no solicita registro sanitario ya que este producto no se adquiere como un dispositivo médico y tiene como objeto vestir y proteger de la bota de combate a los uniformados”, señaló en el documento, dejando a un lado lo establecido por el Invima.
Después de realizada la compra, según el veedor, en diciembre de 2020 se formaliza una primera actualización de la norma técnica que pasa a ser A3. “Lo que hacen es condicionar la compra. Aseguran que por medio de concepto médico especialista y de las Direcciones de Sanidad se podrían adquirir estos elementos de protección”, es decir, con orden médica, señaló Guidales.
Finalmente, en junio de este año, realizan una nueva actualización de la A3 eliminando la condicional de las prescripciones médicas y ratificando la eliminación del antibacterial realizado por nanotecnología. La Dirección de Normas Técnicas mantiene su posición de que el calcetín con esa tecnología no sirve, pues consideran que el elemento solo es una prenda de vestir.
Sin embargo, la Dirección de Sanidad de la Policía contraría con la del Ministerio, pues ellos ratifican que los calcetines con nanotecnología de cobre son una alternativa útil para disminuir riesgos de mal olor y de presencia de lesiones de hongos. Además, ellos han establecido que el calcetín no requiere formulación médica y su uso debe ser considerado como elemento de intendencia o dotación, especialmente para grupos operativos.
Por otro lado, en las actualizaciones realizadas por el Ministerio para retirar el requerimiento del antibacterial en los calcetines, citaron a siete empresas que habrían participado en la decisión. Por ende, Caracol Radio acudió a estas para conocer su posición, pero varias de ellas no respondieron y otras señalaron no haber participado en ese cambio y no saber por qué los mencionaron en esos documentos.
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