Los hechos de violencia registrados en la noche del 3 de agosto, y las subsecuentes decisiones, generaron olas de rechazo en Medellín, casa del club Atlético Nacional, cuya hinchada es una de las principales afectadas tras las decisiones de la Alcaldía de Bogotá. En respuesta, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, emitió sus propias regulaciones sobre lo que va a pasar con los seguidores del equipo sureño.
“La barra de Nacional de Bogotá no podrá asistir al estadio de Medellín. Es una barra con la que hemos tenido problemas acá. Tiene que pasar por un proceso de conciliación”, anunció el mandatario de la capital antioqueña en la mañana de este miércoles 4 de agosto, agregando que el sitio que usualmente suele reservarse para los seguidores capitalinos del ‘verde de la montaña’ seguirá cerrado hasta nuevo aviso.
Eso, teniendo en cuenta que de acuerdo con Quintero, lo registrado ayer en la capital del país es responsabilidad de los hinchas del equipo en esas ciudad, mas no de los que se encuentran en Medellín. Tampoco hay que olvidar que el grupo bogotano ha llegado, incluso, a tener enfrentamientos con el antioqueño.
Según explicó el alcalde, “el trabajo de la hinchada de Medellín y Nacional es coordinado, se ha construido por diez años, es muy positivo y un ejemplo en el país. Lo que pasó en Bogotá fue con la barra de allá”.
No hay que olvidar que ese no sería el único escenario al que no podrán regresar los hinchas de Nacional tras los enfrentamientos registrados contra los seguidores de Independiente Santa Fe durante la primera jornada de fútbol con hinchas en el estadio Nemecio Camacho El Campín.
“Es inaceptable que en cualquier actividad haya violencia y vamos a volver de este trago amargo una oportunidad de mejora. No vamos a permitir que unos pocos violentos nos amarguen sistemáticamente la vida y las cosas que nos convocan, como el deporte”; dijo al respecto la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien luego comunicó las nuevas medidas que deberán cumplir los organizadores de este tipo de eventos deportivos que se realicen en los estadios El Campín y Techo.
La primera de estas nuevas condiciones es que los clubes deberán garantizar un mejor registro y venta de las boletas, para así tener conocimiento de quién las compra y de quién ingresa a los estadios.
La segunda se trata de que cada club que alquile los estadios tendrá que disponer de equipos de logística, pero también de convivencia y seguridad que trabajen en coordinación con la Policía, exactamente para disuadir a los hinchas que quieran realizar alguna acción violenta o tener un mayor control en caso de que se presenten episodios como el de ayer.
La tercera medida se basa es que estos equipos de logística, seguridad y convivencia tendrán que garantizar que al interior del estadio haya una debida ubicación de las barras, lo que incluye un distanciamiento adecuado y preventivo entre las mismas. Esto, según López, no se cumplió anoche.
La cuarta condición se refiere a que los clubes deben asumir una corresponsabilidad en el trabajo de convivencia con las hinchadas y las barras, la cual deberán demostrar que antes, durante y después de los eventos deportivos se hizo este trabajo.
En la intervención de la alcaldesa Claudia López también comentó que la hinchada de Atlético Nacional no podrán entrar al Estadio de Techo ni al Campín durante un año. Una medida similar aplica para las barras visitantes, las cuales tendrán prohibido el ingreso en lo que resta del año pues, como lo explicó la mandataria, tomará tiempo de implementar las medidas acordadas con los clubes deportivos y la Dimayor.
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