El pasado 30 de julio llegó a Puerto Príncipe, Haití, la comisión humanitaria de la Cancillería colombiana y la Defensoría del Pueblo para comprobar las condiciones en las que están los 18 mercenarios capturados por el asesinato del presidente de ese país.
Aunque en un principio se conoció que los capturados estaban siendo alimentados, este martes 3 de agosto, se reveló el reporte de la Defensoría del Pueblo luego de analizar su salud física y mental, y las condiciones de detención en las que se encuentran. Tres de ellos, presentan lesiones de consideración.
De acuerdo con el documento, los excombatientes se encuentran aislados y hacinados, duermen en el piso, solo comen dos veces al día y el agua para tomar es limitada. En el lugar donde permanecen las 24 horas del día esposados, hay un corredor con un baño contiguo, que tiene unas medidas aproximadas de seis metros de largo por dos de ancho y no tiene acceso a luz solar.
Asimismo, durante la visita se evidenció que carecen de garantías procesales en los trámites judiciales de los que son objeto de investigación.
Los mercenarios se reunieron por casi cuatro horas con el vicedefensor del Pueblo, un abogado de la Defensoría Pública y el jefe de colombianos en el extranjero, quienes conforman la Comisión. El encuentro se dio de a dos personas.
“Algunos detenidos se quejaron de haber sido golpeados, aunque al preguntárseles concretamente, no supieron distinguir con claridad si se trataba de los golpes recibidos al momento de la captura. Por su parte, varios de ellos afirmaron estar sanando de los golpes durante la captura”, se lee en el documento.
En el reporte se hizo una descripción detallada de las condiciones en las que se encuentra cada connacional. En primer lugar, John Jairo Suárez y Gersain Mendivelso presentaban signos de cansancio, pérdida de peso y maltrato en las muñecas enrojecidas debido a las esposas, al igual que Francisco Uribe y Alejandro Giraldo, quienes también presentaban heridas.
“Uno de los detenidos del segundo grupo (Francisco Uribe) vestía pantalón tipo jean, camiseta y chanclas; y el otro, Alejandro Giraldo, pantaloneta, zapato tipo crocs y camiseta. Ambos sin afeitar y compartían las mismas esposas. Afirmaron que el personal de seguridad nunca les quita las esposas y deben desplazarse a cualquier lugar esposados”, dice el informe.
Durante la reunión con Germán Alejandro Rivera y Jheiner Alberto Carmona se pudo constatar que Rivera presenta dificultades para moverse, pues tiene un pie lastimado, sin embargo, en términos generales se encuentran bien.
Edwin Blanquicet tiene puntos en la mano y se le dificulta la movilidad de esta debido a una fractura en unos de sus dedos y junto a Carlos Giovanni Guerrero presentan lastimaduras en las manos por el roce del metal con la carne. Además, este último se muestra nervioso.
En la estación de Policía en la que permanecen, los exmilitares han sido interrogados en múltiples oportunidades por las autoridades de la policía haitiana y por el FBI, sin embargo, “ninguno de estos interrogatorios ha sido desarrollado con la asistencia de un abogado que ejerza la defensa técnica”.
Por su parte, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, solicitó garantizar los derechos humanos de los exmilitares detenidos en ese país.
“Es urgente la asistencia jurídica y la defensa técnica de los 18 colombianos detenidos en Haití, para garantizar el respeto de sus derechos fundamentales y principalmente al debido proceso y al derecho de defensa que, hasta este momento, les están siendo desconocidos”, sostuvo Camargo.
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