Los hechos se presentaron el pasado 23 de julio, pero fueron reportados al Instituto de Estudios para el Desarrollo y Paz (Indepaz) el 31 del mes anterior, en el barrio Simón Bolívar, de la comuna uno, de la capital del Quindío.
De acuerdo con la denuncia de Indepaz, el ataque dejó como resultado la muerte de tres personas, una de ellas menor de edad, por parte de hombres fuertemente armados que irrumpieron en el lugar donde las víctimas se encontraban reunidas.
Las víctimas respondían a los nombres de Paula Andrea Pulgarín, 47 años, quien falleció en un centro asistencial, Aries Pillimué Valencia, de 33 años, y el menor Enrique Díaz de tan solo 17 años. Estos dos últimos no alcanzaron a ser remitidos a centros hospitalarios, dado que fallecieron en el lugar de los hechos.
A través de su cuenta de Twitter, dicho instituto (@Indepaz) resaltó que la Defensoría del Pueblo había emitido una resolución de alerta temprana en la que declaró la zona como alto riesgo producto de la presencia de grupos armados ilegales, especialmente las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), la Oficina del Valle de Aburrá, El Clan de la Montaña y el grupo delincuencial Los Flacos.
El macabro saldo que actualiza Indepaz da cuenta de 61 masacres, así como el asesinato de 103 líderes sociales y 31 excombatientes durante los ocho meses del 2021.
Además, el número de líderes sociales asesinados tras la firma de los acuerdos alcanzó los 1.212. Cabe resaltar que, en comparación con el mismo periodo en el año anterior, las cifras de Indepaz mostraron una reducción del 35 % en la cantidad de líderes sociales asesinados en el país: en 2020 habían ocurrido 169 casos, mientras que este año, 103.
Haciendo una comparación con el 2020, la violencia aumentó en un 40%, en el mismo periodo del año anterior, cuando se reportaron 34 masacres.
Sin embargo, las alarmas se encendieron con el conglomerado de asesinatos luego de la firma del acuerdo de paz, en total han sido 1.212 homicidios de líderes sociales, tan solo en el mes de junio fueron asesinados 6 de éstos.
De acuerdo con las estadísticas de la plataforma, Antioquia se convirtió en el departamento con mayor número de líderes asesinados con 15 casos, en segundo lugar, Valle del Cauca con 11 homicidios, en tercer lugar, Nariño con 10 asesinatos y en cuarto lugar, el Cauca con 9 líderes muertos.
Para el caso de Antioquia, las masacres se han concentrado en las subregiones del Bajo Cauca y el Suroeste, donde grupos armados ilegales, principalmente herederos del paramilitarismo, se disputan los recursos naturales y las rentas de los negocios ilícitos presentes en los territorios, principalmente la minería y el narcotráfico, entre los que se encuentran grupos como ‘Los Caparros’ y las ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ (AGC), además, de la guerrilla del ELN, la Oficina de Envigado y la banda El Mesa.
Y en el Valle del Cauca, que han ocurrido en Cali y varios municipios con pasados de violencia, como Cartago, Buga y Jamundí, los hechos están relacionados con bandas dedicadas al microtráfico y la extorsión.
Indepaz señaló que en lo que va del año Colombia sobrepasa por 20 masacres las registradas en los primeros seis meses de 2020, cuando se contabilizaban 33 crímenes de ese tipo.