El 29 de julio, en las salas de cine del país, se estrenó ‘Suspensión’, un documental que retrata uno de los flagelos más grandes que sufre Colombia desde hace varias décadas: la corrupción. Con la historia del llamado ‘elefante blanco’ que se encuentra en la variante San Francisco - Mocoa, en el Putumayo, uno de los más grandes del país, se desarrolla la trama del largometraje que pretende cuestionar el actuar irregular de quiénes se encuentran en el poder y se aprovechan de ello para beneficios ajenos. Aquella construcción, de acuerdo con lo que relata la cinta, pretendía ayudar al paso de los ciudadanos que transitan la zona que, por su peligrosidad, fue denominada como ‘el trampolín de la muerte’.
Simón Uribe, director del filme, y quien por estos días ha venido hablando con varios medios de comunicación nacionales para hablar de su creación, contó varios detalles de la grabación que duró cuatro años. “Son una serie de puentes en la mitad de la selva que quedan ahí suspendidos en el tiempo y nosotros nos dedicamos a seguir ese proceso en un tiempo largo (...)es esa promesa política del país, que como ciudadanos nunca vemos y volvemos a caer una y otra vez”, comentó en uno de sus diálogos con Noticias Caracol.
“La primera reacción del público allá era la sensación de lo absurdo, ¿no? De cómo es que esto sea posible todavía, estamos en el siglo XXI y hay personas que se están comunicando en trochas que parecieran de hace dos siglos”, detalló Uribe en su conversación con ese medio de comunicación.
En una entrevista con el diario El País, el director de ‘Suspensión’ reveló que luego de años de investigaciones respecto a temas de construcción de carreteras, trochas y caminos en el pie de monte andino-amazónico colombiano, en el departamento del Putumayo, se encontró, en el año 2010, con aquella obra.
“‘El trampolín de la muerte’, durante mucho tiempo, fue la única vía que comunicó al Putumayo con el resto del país. Es una vía precaria, angosta, llena de derrumbes y precipicios. Y cuando vi esta nueva carretera que empezaba a construirse, ahí nació la idea de hacer un proyecto audiovisual, un documental de seguimiento de todo lo que ocurre alrededor de una obra que, en su propósito principal, tenía la idea de cumplir esa promesa política a la región”, detalló.
‘Suspensión’, que desde ya se proyecta en las salas de cine en Bogotá, Cali, Medellín, Mocoa, Sogamoso, Envigado y Pereira, tiene una narrativa que rompe con lo tradicional, según argumentó su director a ese diario. Se trata de un documental ‘pesado’ que tiene planos extensos de la vegetación y de la carretera, sin música de fondo, y con una que otra voz en off. Uribe reveló que esto simula, de alguna manera, el proceso que llevaron él y su equipo al crear la cinta, direccionado plenamente a la observación y el análisis. El puente, que pretendía conectarse con un túnel, lleva suspendida su construcción desde el año 2016.
“Vemos que uno de los símbolos de la presencia de un Gobierno es la construcción de infraestructura, pero en la película podemos apreciar que lo que hay es abandono. Tenemos la intención de mostrar, a través de esas imágenes, como el Gobierno se hace presente por medio de su ausencia y su desinterés por la región (...) lo que caracteriza a este Gobierno es un desdén y una ausencia de escucha hacia la ciudadanía y eso es algo que se muestra ahí. Pero parte de la intención del documental es mostrar que esto no solo ocurre en Putumayo, sino que se da en todas partes”, sentenció el director en su entrevista con El País.
‘Suspensión’, según lo han venido recordando sus creadores, en diferentes medios de comunicación nacionales, se hizo con muchos esfuerzos, pues, el dinero para hacer este tipo de producciones, en algunas ocasiones, escasea. Detrás del documental hay una beca de cine etnográfico otorgada por los Estados Unidos y, posteriormente, se sumó a esa cantidad de recursos unos estímulos que ofrecen desde el Fondo de Desarrollo Cinematográfico de Colombia.
Joaquín Uribe, productor del largometraje, también habló de la cinta y aseguró que su esperanza recae en generar conciencia en el espectador sobre el tema de los llamados ‘elefantes blancos’ que, en Colombia, abundan.
“Entender que esto no es algo reciente, esto es de hace mucho y se ha vuelto una especie de moneda política para nuestros gobernantes, eso de que las obras sean constantemente una promesa, más que una realidad”, enfatizó.
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