Exmagistrada Stella Conto narró cómo fue sometida a discriminación y misoginia al interior del Consejo de Estado

De acuerdo con su testimonio, los hechos que vivió se dieron desde el 2013 hasta el 2018 año de su retiro

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Stella Conto, quien ganó una
Stella Conto, quien ganó una histórica indemnización por violencia de género, ahora será compensada por la Nación. Foto: Colprensa

Stella Conto, jurista y exmagistrada del Consejo de Estado, es una de las mujeres más sobresalientes dentro de la Rama Judicial de Colombia. No solo tramitó los casos remitidos a la jurisdicción de lo contencioso administrativo, sino que la extogada estuvo frente a sus propias luchas al interior de los tribunales del país.

Entre esas Conto probó ante un juzgado administrativo de Bogotá que algunos de los togados que laboraban en el alto tribunal la sometieron a matoneo, ridiculización y demás comentarios misóginos.

Los hechos por los cuales decidió llevar el caso a los juzgados, que ella misma señaló como violencia de género, comenzaron luego de que en el 11 de junio del 2013 la exmagistrada concediera una entrevista al diario de El Espectador sobre su concepto jurídico, ya que Conto y su compañero, el magistrado Hugo Bastidas Bárcenas, habían sido los únicos de la sala en votar a favor de una demanda de pérdida de investidura de 12 congresistas que habían cambiado el texto de una reforma a la justicia, para beneficiarse y beneficiar a las cortes.

Al otro día, 12 de junio, se convocó a Sala Plena. El único tema fue “el desprestigio” que estaban sufriendo las cortes en la prensa y mi supuesta contribución a ese desprestigio por haberle respondido al medio sus preguntas”, contó en una entrevista que al diario colombiano El Espectador la exfuncionaria.

Lo más grave de ese día fue que como una forma de ocultar la discusión y que no quedara evidencia, los magistrados decidieron no grabar la sesión e incluso ni se hizo acta del día: “Fue algo inusual: esa sesión fue la única no grabada durante todo mi período constitucional”, puntualizó Stella Conto, además, ante Bastidas Bárcenas que también habló en medio nunca se dijo nada ni los otros magistrados tomaron represalias.

Pero toda la situación no se quedó en ese día del 2013, sino que trascendió y afectó su proceso durante 5 años. Incluso, recuerda que en muchas ocasiones sus peticiones fueron ignoradas y las respuestas que recibía eran de corte personal. Hasta recuerda que la llegaron a excluir del reparto de las actas de las sesiones a las que asistía y todo esto la afectó hasta el punto que tuvo que pedir ayuda médica.

“Ya en 2017 me pareció importante que yo hiciera un resumen de lo que había pasado en 2013 para que los nuevos integrantes de la Sala Plena conocieran las razones de mis requerimientos. Cuando empecé a hablar, muchos se retiraron y solo unos pocos permanecieron en el recinto. Mirando hacia atrás y dado que sigue pendiente mi petición, es claro el interés que existe, aún, de no cumplir con la publicidad obligatoria de lo sucedido”, contó la exmagistrada.

En el mismo recinto recibió apoyó pero no fue suficiente pues entre más pasaba el tiempo, más lejos se encontraba de las discusiones, de las decisiones y de los que pasaba al interior del Consejo de Estado.

Algunos magistrados que no estuvieron de acuerdo con el trato que me estaban dando exigieron respeto para mí. Pero lo cierto es que se me separó por completo de ese trámite hasta cuando llegó un nuevo magistrado que, como dije, pidió que se corrigiera esa anomalía”, puntualizó.

Al pasar el tiempo, su nombre era más visible en la opinión pública pues su posturas era aplaudidas pero no recibía ningún tipo de respeto por su colegas, ella asegura que la razón no eran sus ideas sino ser mujer.

La molestia era porque provenían de una mujer. Recuerdo alguna oportunidad en que propuse la necesidad de hacer un cambio de jurisprudencia. Nunca pudo ser aprobada. Cuando la misma propuesta fue hecha por un magistrado, fue apoyada, de inmediato”, anotó Conto.

Pese a que todo esto transcurrió en una sola sala, la demanda que hizo la exmagistrada fue contra toda la rama judicial y su justificación es que lo hizo pues cree que la institución en su totalidad debe “superar así la individualización de estos casos que buscan minimizar las violencias contra las mujeres. Se trata de un asunto de dignidad institucional que nos compromete y que estamos obligados a superar, en particular tratándose de la administración de justicia”.

Además, agregó que ante la violencia de género en cualquier instancia se deben “sentar precedentes, de hacer advertencias para que las mujeres no se atrevan a incomodar, esto es, a ir más allá de las fronteras invisibles, previamente impuestas” pues para ella como mujer y profesional es importante vencer ”el silenciamiento de las voces femeninas” que se a convertido en “un asunto de capital importancia en un sistema patriarcal”.

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