Caso Sara Sofía: dejan en libertad a Carolina Galván y Nilson Díaz

La jueza del caso le dio la razón a la defensa de ambos acusados, al reconocer que la acusación de la Fiscalía tiene huecos que deben ser llenados antes de poder seguir con el proceso

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Tras cuatro meses y medio en prisión, Carolina Galván y Nilson Díaz recuperaron su libertad este viernes 30 de julio. Ni la desaparición sin resolver de la pequeña Sara Sofí Galván, que se encontraba bajo el cuidado de ambos; ni la existencia de 48 testimonios que al parecer los inculpan del cargo desaparición forzada agravada; ni los siete días de gracia que le dio la justicia a la Fiscalía para arreglar el escrito de acusación, fueron suficientes para que la jueza segunda penal del circuito especializada de Bogotá decidiera seguir con el caso.

Los problemas del mismo comenzaron el viernes de la semana pasada, cuando la abogada de los acusados, Aydeé Acevedo, le pidió al juzgado que anule el proceso, pues la Fiscalía habría cometido errores durante la audiencia de formulación de cargos del pasado 23 de mayo. De acuerdo con la defensora, “se debe delimitar la conducta, las circunstancias de modo, tiempo y lugar que rodearon, qué hizo cómo lo hizo, cuándo lo hizo, dónde lo hizo, etc”.

Si bien el ente acusador volvió a presentar su acusación ayer, elevando el delito de desaparición forzada a la categoría de agravada, los argumentos de la mamá de la menor, que ya tendría dos años de edad, y su supuesta pareja sentimental, tuvieron más peso ante la jueza: la investigación no sólo tiene algunos vacíos que deben llenarse, sino que además se cometió el error de imputar cargos alternativos, ante la hipótesis de que la niña no está desaparecida, sino muerta.

Después de todo, la propia Fiscalía ha reconocido públicamente que imputa el delito de desaparición ante la falta de un cuerpo que demuestre la hipótesis principal del caso que, según está plasmada en el escrito de acusación, indica que: “la niña falleció y el cuerpo sin vida, luego de ser envuelto en una manta azul, se introdujo en un costal de fibra color blanco, el cual es amarrado con un cordón de zapato color café y puesto a la orilla del caño del río Tunjuelito por Nilson, compañero sentimental de Carolina”.

A causa de ello, la togada determinó que el relato hecho por el fiscal del caso, Arsenio Sánchez, fue una exposición deficiente, vaga y confusa, lo que hace que no haya claridad sobre los hechos precisos que justificarían la imputación del cargo de desaparición forzada. Por ello, dio vía libre a la petición de nulidad, que pretende defender el derecho al debido proceso de los acusados, y ordenó la liberación de Carolina y Nilson, quienes se encontraban desde el 19 de marzo en las cárceles de El Buen Pastor y La Picota.

Sobre la decisión se pronunció Simón Morato, representante de las víctimas, quien le dijo a la revista Semana que, “Si bien es cierto que desde el punto de vista técnico se pueden hacer algunas críticas a la imputación, no es menos cierto que sea un acto de comunicación. La imputación logró su cometido, esto es comunicar a ellos de manera clara y concreta por qué se les procesaba y además, por qué se les priva de la libertad”.

En ese sentido, el abogado insistió en que la culpabilidad de los dos acusados es incontrovertible: “Es absolutamente claro que las últimas personas que estuvieron con Sara Sofía fueron Carolina Galván y Nilson Díaz y que fue bajo su tutela que esta menor fue posteriormente desaparecida, de manera que esa claridad también la tienen los procesados y estoy absolutamente seguro también la tiene la defensora”.

La decisión deja contra las cuerdas a la Fiscalía, que ahora deberá intensificar sus labores investigativas para demostrar, con “hechos jurídicamente relevantes”, que no se equivoca en sus acusaciones. A ello podría ayudar el hallazgo de la niña o de su cuerpo, una labor de la que los familiares de la menor, incluida su tía Xiomara Galván, no tienen noticia desde hace por lo menos un mes.

“No sabemos en qué terminó la investigación ni si continuó o no la búsqueda de la niña. Queremos que los culpables paguen por lo que pasó. Ya es hora de saber qué pasó, si la regalaron o la vendieron”, dijo la hermana de Carolina Galván.

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