Este viernes en su columna semanal publicada en El Tiempo, el reconocido escritor colombiano Ricardo Silva le dedicó unas palabras a los políticos de oposición del país que últimamente no dejan de entrar en discusiones, que casi siempre terminan en acusaciones serias e incluso, varios de ellos han amenazado con acudir a instancias legales para buscar retractaciones.
Todo este ambiente político se da a menos de un año de las campañas electorales en las que se definen, no solo quien se quedará con la Presidencia de Colombia, sino también quiénes se sentarán por cuatro año en el Congreso de la República.
La columna del escritor se titula “Alternancias”, y asegura en su encabezado que los congresistas de oposición suelen odiarse a muerte. En el escrito, Silva hace una breve introducción sobre el lugar físico que se presta para todas la rencillas que han protagonizado los políticos colombianos.
“Este es el Capitolio lleno de fantasmas, digo, en el que a veces funciona el estruendoso e impopular Congreso de la República. Estos son los congresistas que trabajan para la presidencia de turno: ‘Yo veré'. Y estos otros son los de la oposición: suelen odiarse a muerte, los unos a los otros, por relevos”, señaló.
El escritor asegura que si un ciudadano ve de lejos a la oposición casi siempre promueven lo mismo, “la de la Constitución de 1991, que no delegue el orden público a los ejércitos, ni eluda la defensa de los derechos, ni incumpla la promesa de cerrar las brechas ni confunda la economía con la explotación de un mapa que ya no da más”.
Pero en su columna advierte que si se ve de cerca a las curules, las de la Alianza Verde, el Polo Democrático Alternativo, la Lista de la Decencia, la Colombia Humana, el Mais y los Comunes, “los verá en traje de calle, sí, pero dedicados en cuerpo y alma a sabotearse, a detestarse más de lo que detestan a los uribistas, a pelearse el lugar del ‘más progresista’ con mañas reaccionarias, a sapearse en las redes sociales, como machitos rodeados de bodegas, en busca de likes”.
Ricardo Silva expone en sus palabras que son esos políticos quienes siguen con la “primitiva manía de los ‘sectores alternativos’ de canibalizarse –de partir los partidos como adictos al divorcio por diferencias irreconciliables– con la pasión de los hinchas que disfrutan un poco menos su victoria que la derrota del equipo rival”.
Recuerda además, cómo en las elecciones legislativas de 2018 se veían dispuestos a transformar aquel Congreso, pero que “hoy son la prueba de que no a todos los colombianos les ha ido tan mal durante la pandemia: sí, tanto el modelo de alternancia como esta delirante campaña presidencial que está cumpliendo 36 meses los han trastornado, dañando más de lo usual hasta convertirlos en influencers de las redes que alguna vez pertenecieron a la Rama Legislativa, pero al menos ya no ganan $ 31′331.821 sino $ 34′447.000 al mes”.
“Se toman fotos juntos en las escalinatas del Capitolio, pero se ven antagónicos, los unos a los otros, porque son incapaces de verse de lejos. Están confundiendo los aborrecimientos con las cuestiones de principios para seguir siendo la disgregada oposición del régimen de siempre. Están pavimentándole el terreno a esta derecha tecnocrática e inescrupulosa, una vez más, para sentirse luchando por este país”, Ricardo Silva.
Eso sí, el escritor deja en claro que aún votaría por muchos de ellos, que son, a su modo de ver, mejores que otros. “Son liberales e inteligentes. Son aguerridos. Y son tan melodramáticos, tan sobreactuados, como ciertos electores ciclotímicos de las redes”, concluye.
Por esta columna ya han reaccionado algunos de esos protagonista de la oposición. Los senadores Antonio Sanguino y Angélica Lozano del partido Alianza Verde fueron los primeros:
“Este ‘jalón de orejas’ lo recibo con humildad y espíritu de rectificación. ¿Qué dicen los otros colegas del Partido Verde y las demás bancadas alternativas o de oposición?”, escribió Sanguino. A lo que su compañera de bancada, respondió: “Excelente observación y reflexión de Ricardo Silva sobre el canibalismo entre la oposición. Las diferencias se pueden Y TIENEN que manejar con altura”.
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