Tras ser expulsado de la JEP, Musa Besaile buscaría acudir a la CIDH

La defensa del exsenador asegura que el organismo de justicia transicional viola la garantía de tener un juez imparcial, luego de que el presidente de esa corporación lo señalara de usarla como “escampadero”.

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El exsenador Musa Besaile, implicado en el ‘Cartel de la Toga’, no saldrá de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que lo había admitido desde el 17 de enero del año pasado, sin dar pelea. Así lo anunció este martes 28 de julio la abogada Tania Parra, quien aseguró que llevará la situación de su cliente hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Según dijo la defensora, citada por el sistema informativo de RCN Radio, “Las instancias internacionales a las que se está estudiando acudir es a la CIDH con sede en Washington por violación de una garantía judicial de tener un juez imparcial y haber violado el derecho que se tiene a contar con un recurso efectivo y especial ante las instancias nacionales”.

Valga recordar que, el excongresista fue expulsado del organismo de justicia transicional el pasado lunes 26 de julio tras considerar que no ha cumplido con el compromiso de entregar información relacionada a los procesos en los que está involucrado. La decisión fue tomada por la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, que concluyó que el compareciente incumplió “al no aportar verdad inédita, exhaustiva y detallada”, en lo que ha sido resumido por muchos como un acto de falta de seriedad por parte del investigado.

La JEP informó por medio de un comunicado que aplicó el principio de estricta temporalidad que obliga a evitar un desgaste excesivo de la justicia. Aseguró que lo hacen sobre todo porque este es un caso en el que no se aprecia intención real de aportar en materia de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.

Besaile actualmente está privado de la libertad en el Centro de Reclusión Militar de la Brigada XIII del Ejército, en Bogotá, y fue aceptado en la JEP en enero de 2020, pero desde ese entonces, según el mecanismo jurídico, no ha estado comprometido con revelar información importante. Este debería estar entregando datos de sus vínculos con las autodefensas, quienes lo ayudaron a elegirse como senador, y con sus nexos con el paramilitarismo.

La Sala agregó que la actitud del exsenador en las diligencias estuvo más encaminada a controvertir su responsabilidad en los hechos investigados que aportar verdad: “El compareciente ofreció un relato mediante el cual pretende asumir un grado de responsabilidad menor al que indican las pruebas recabadas en su contra en la justicia ordinaria. Se presenta como una víctima de intimidaciones y amenazas, que lo llevaron a cometer los hechos investigados”.

De hecho, se determinó que lo aportado no abarcaba aspectos relevantes, que los testimonios del exsenador no son amplios y exhaustivos sobre otras personas que habrían estado involucradas con los hechos que relata y que nada de lo que ha dicho aportó hechos relevantes adicionales para develar la verdad del conflicto armado.

No obstante, su abogada aseguró que la JEP, representada por su presidente Eduardo Cifuentes, emitió un parte que se aleja de lo imparcial y afecta a su cliente. “Que él salga a los medios a exponer una decisión o un concepto a priori, de una decisión que debe ser consultada con una sala me parece que es inapropiado. Considero que viola el derecho que tiene mi cliente a tener un recurso efectivo (….) Queda uno preocupado para saber si en realidad se están respetando los derechos fundamentales en la JEP”, dijo la defensora.

No sobra recordar, entonces, que el jefe del organismo dijo ayer que, “Solo en Cien Años de Soledad hay oportunidad para este señor. (...) La JEP no puede ser un escampadero de políticos”.

Parra, sin embargo, aseguró que “no se puede decir que Musa Besaile esté faltando a la verdad cuando no hay una contrastación y no se le está diciendo con medios de prueba que esta mintiendo”.

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