En la tarde del martes 27 de julio, se conoció que la alemana Rebecca Sprößer fue abordada por funcionarios de Migración Colombia en medio de un proceso administrativo que había en su contra y por el que fue expulsada del país.
La entidad aseguró que verificaron que la alemana tenía vencido su permiso de estancia en Colombia y por eso iniciaron el proceso de expulsión. Rebecca finalmente abordó un vuelo de Cali-Bogotá para luego tomar otro hacia Alemania.
“Teniendo en cuenta lo anterior y buscando salvaguardar la integridad de Rebecca Marlene Sproesser, así como mantener el orden y la seguridad nacional, Migración Colombia, actuando de acuerdo con sus facultades constitucionales y garantizando y respetando los derechos de la ciudadana extranjera, tomó la decisión de expulsarla, de manera discrecional”, señaló Migración Colombia.
Y agregó que, Sprösser no podrá entrar a Colombia durante el tiempo en que esté vigente la sanción y después, deberá tramitar una visa para su ingreso.
Antes la decisión, este miércoles, José Miguel Vivanco director de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, se refirió al caso y aseguró que el proceso no se adecuó a los estándares internacionales.
“La legislación que aplicó Migración Colombia contra Rebecca Linda Marlene Sprößer contradice estándares internacionales porque permite expulsar a un extranjero que está legalmente en el país sin garantizar el derecho a que su caso sea revisado por una autoridad competente”, señaló Vivanco.
La joven se volvió famosa en las últimas semanas debido al cubrimiento que hizo al paro nacional y sobre todo, al acompañamiento que hizo de los jóvenes de la primera línea en Cali. Sin embargo, como ella misma lo contó a Carlos Gutiérrez de RTVC, su propósito inicial fue diferente, pues ella llegó al país por su amor a la salsa. Pero no todo salió como ella lo planeó ya que Rebecca se metió en una academia, pero las clases se suspendieron una vez comenzaron las jornadas de protesta, los toques de queda y los hechos de violencia que acompañaron las noches de la capital del Valle.
“Quería quedarme dos semanas porque yo amo la salsa, pero me enamoré de la gente, de la forma de vivir y me quedé”, contó la ciudadana alemana.
Cuando las miles de personas empezaron a marchar en la capital del Valle, la alemana empezó a registrar lo que ocurría en las calles. Estuvo en algunas zonas del departamento donde vio cómo algunos manifestantes promovían los bloqueos y quemaron un CAI y el MÍO. Pero su historia de unión con los manifestantes de Cali comenzó el 3 de mayo, cuando una fundación le pidió ayuda para recolectar medicamentos, alimentos y otros bienes para entregarlos en Puerto Resistencia, “y desde ese día estuve allá, prácticamente me mudé y estuve día y noche allá”, aseguró al diario El Tiempo.
Hace unos días, Sprösser denunció que fue víctima de un ataque sicarial. En su cuenta de Facebook contó: “Ayer en la noche me vi con un amigo para trabajar en algunos temas del paro. Estábamos sentados afuera en un lugar público y de pronto y sin hablar vino un sujeto y nos disparó a corta distancia. No dejó de disparar hasta que su arma se quedó sin tiros”.
Auguró que en medio del ataque, su amigo se paró justo en frente de ella y prácticamente le salvó la vida. “Él recibió 13 impactos de balas en todo el cuerpo, 3 de ellos en la cabeza y varios en el pecho. Yo solamente recibí raspones de los proyectiles que le salieron de su cuerpo. Además tuve mi maletín frente de mí y por las dos condiciones me llegaron con mucho menos fuerza e impacto”, comentó la periodista.
“No podemos decir quién fue, pero estamos en todo el proceso con los DDHH. Solamente quedó muy claro que esto no fue ningún robo - esto fue un atentado con el objetivo de matar”, concluyó la alemana en su post.
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