La historia de Rebecca Sprößer, la alemana expulsada por el gobierno colombiano

Este martes se dio la noticia de que las autoridades obligaron a salir del país a la ciudadana extranjera, por, aseguran, poner en riesgo la seguridad nacional.

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Este martes se conoció que la alemana Rebecca Sprößer, quien hizo parte de la primera línea en la ciudad de Cali, fue abordada por funcionarios de Migración Colombia y expulsada del país, de acuerdo con la entidad, se dio debido a que verificaron los papeles de la alemana y tenía vencido su permiso de estancia en Colombia y por eso iniciaron el proceso de expulsión.

La joven periodista se volvió muy famosa en los últimos meses debido al cubrimiento que hizo al paro nacional y sobre todo al acompañamiento que les hizo a los jóvenes de la primera línea en Cali. Sin embargo, como ella misma lo contó a Carlos Gutiérrez de RTVC, su propósito inicial fue diferente pues ella llegó al país por su amor a la salsa. Pero, no todo salió como ella lo planeo pues Rebecca se metió a una academia, pero las clases se suspendieron una vez comenzaron las jornadas de protesta, los toques de queda y los hechos de violencia que acompañaron las noches de la capital del Valle.

“Quería quedarme dos semanas porque yo amo la salsa, pero me enamoré de la gente, de la forma de vivir y me quedé”, contó la ciudadana alemana.

Cuando las miles de personas empezaron a marchar en la capital del Valle, la alemana empezó a registrar lo que ocurría en las calles. Estuvo en algunas zonas del departamento donde vio cómo algunos manifestantes promovían los bloqueos y quemaron un CAI y el MÍO. Pero su historia de unión con los manifestantes de Cali comenzó, el 3 de mayo una fundación que le pidió ayuda para recolectar medicamentos, alimentos y otros bienes para entregarlos en Puerto Resistencia, “y desde ese día estuve allá, prácticamente me mudé y estuve día y noche allá”, aseguró a diario El Tiempo.

A un mes y unos días después a Sprößer, el 20 de junio, la amenazaron para que no siguiera apoyando de forma abierta las manifestaciones y al grupo de la primera línea.

“Cuando llegó la llamada estuve unos segundos en shock, pero luego pensé en que no debía tener miedo”. Y decidió que en vez de contactar a su embajada y regresar al país, hizo una publicación contando que la habían amenazado.

“El Gobierno colombiano va a buscar la forma de hacerme cobrar ese daño en la manera que sea, así sean 100 alemanes que toque matar”, dice el texto de la joven. En su aviso, además, Rebeca indicó que un anónimo le dijo que estaba “perdida” y que se metió “con la muerte y que la muerte ya me está rondando” y agregó “me están cazando y me quieren hacer desaparecer, que me van a llevar y matar, y que les vale mierda lo que diga la Embajada de Alemania”.

El post fue apoyado por miles de colombianos, pero esto no intimido a la mujer que siguió apoyando los movimiento de la ciudad de Cali y se volvió más activa que nunca en redes y en las calles. Pero hace unos días atrás las amenazas se volvieron realidad y el 24 de julio sufrió un ataque sicarial del que salió ilesa pero un amigo que la acompañaba recibió 13 impactos de bala.

“Ayer en la noche me vi con un amigo para trabajar en algunos temas del paro. Estábamos sentados afuera en un lugar público y de pronto y sin hablar vino un sujeto y nos disparó a corta distancia. No dejó de disparar hasta que su arma se quedó sin tiros”, comentó la joven.

Auguró que en medio del ataque, su amigo se paró justo en frente de ella y prácticamente le salvó la vida. “Él recibió 13 impactos de balas en todo el cuerpo, 3 de ellos en la cabeza y varios en el pecho. Yo solamente recibí raspones de los proyectiles que le salieron de su cuerpo. Además tuve mi maletín frente de mí y por las dos condiciones me llegaron con mucho menos fuerza e impacto”, comentó la periodista.

Ahora antes de que diera fruto la investigación de los hechos donde se puso en riesgo su vida será expulsada del país.

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