La pesista colombiana, Mercedes Pérez, llegaba a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con la aspiración de conseguir su primera medalla. La samaria ya había participado en dos ediciones anteriores: Pekín 2008, donde terminó octava, y Río de Janeiro 2016, siendo cuarta.
Sin embargo, una vez más, esta se quedó ad portas de su gran sueño, pues terminó cuarta en la categoría de 64 kilogramos en el levantamiento de pesas luego de levantar un total de 227 kilogramos: 101 en la arrancada y 126 en el envión. La canadiense Maude Charron, favorita en las pruebas, se llevó el oro con 236; la plata fue para la italiana Giorgia Bordignon (232), mientras que el bronce quedó en manos de Chen Wen-Huei, de China Taipéi (230).
En el arranque, que no es su fuerte, fue donde la pesista cedió mayor terreno. Al inicio de la prueba, Pérez inscribió 100 kilogramos en la planilla de los jueces, sin embargo, cuando varias de sus rivales logrado ese peso, esta optó por iniciar con 101. No obstante, lució un tanto nerviosa y falló en su primer en primer intento; en el segundo sí lo concretaría.
Con la necesidad de empezar a remontar, la oriunda de Santa Marta solicitó 105 kilos en su tercer y último test, pero nuevamente se quedó en blanco. Tras el arranque, la colombiana se ubicaba cuarta con los 101 iniciales, mientras que Charron, con el mejor registro del movimiento (105), Bordignon (104) y Wen-Huei (103) se ponían por delante.
En el envión, Mercedes ha sido mucho más sólida y no le fue mal en el comienzo de la prueba: concretó 126 kilos, la mejor cifra hasta ese momento. Pero, a raíz del puntaje de las tres competidoras que se encontraban por delante, la pesista ‘Cafetera’ necesitaba levantar, por lo menos, 131 kilos para aspirar a la medalla de bronce. Para lograr dicho objetivo tenía dos intentos, no obstante, se quedó muy cerca y perdió sus posibilidades de medalla.
ENTRE LÁGRIMAS, PÉREZ SE DESPIDIÓ DE TOKIO:
Justo después de finalizar el intento definitivo, la colombiana no pudo contener el llanto y se desplomó en el suelo mientras se lamentaba. Posteriormente, se puso de pie y se dirigió hacia su equipo de trabajo, abrazándolos y dejando en evidencia su tristeza, ya que, así como en Río 2016, quedó al borde de conquistar el podio.
El esposo y entrenador de Mercedes, Edison Angulo, dialogó con Caracol Sports tras la competencia y argumentó que ella venía de afrontar épocas complicadas, pues estuvo cerca de pasar por el quirófano hace algunos meses: “Ha pasado por situaciones difíciles. Hace unos meses le notificaron que posiblemente tenía que hacerse una cirugía en la rodilla y pudo seguir con algunos tratamientos para su recuperación”.
Sin embargo, este rescató las capacidades de la colombiana y, en efecto, la reconoció por posicionarse entre las mejores atletas del mundo en dicha disciplina: “Ese llanto representa un sueño. Así es el deporte, es de momentos de toma de decisiones. Tenemos el cuarto lugar. Está entre las mejores del mundo en el evento más importante del planeta”.
Recordemos que la samaria forma parte de la reducida delegación de pesistas que asistió a Tokio 2020 luego de que se confirmara una sanción a Juan Solís, Yenni Sinisterra y Ana Iris Segura, por dopaje con Boldenona, y por esta situación, incluso, peligró la participación de esta disciplina en las justas.
El cuarto puesto de Mercedes Pérez significó otro diploma olímpico, que se suma al conseguido por Rigoberto Urán en la prueba de ciclismo de ruta, donde finalizó octavo.
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