Persisten los problemas en el Puerto de Barranquilla por los niveles de sedimentación en el río Magdalena

Las autoridades locales reportaron que el problema se ha cuadruplicado y de seguir creciendo, se podrían ver afectadas las operaciones del terminal marítimo, lo que generaría grandes pérdidas económicas.

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A pesar de que desde hace una semanas una braga está ayudando a disminuir los niveles de sedimentación del río Magdalena, a la altura de Bocas de Ceniza, en Barranquilla (Atlántico), la situación persiste. Las autoridades marítimas de la ciudad reportaron este lunes 26 de julio, que el problema se ha cuadruplicado y de seguir creciendo, se podrían volver a afectar las operaciones del Puerto de Barranquilla, lo que generaría grandes pérdidas económicas.

“Siempre hay variaciones tratándose del río, pero en el caso de Barranquilla especialmente en Bocas de Ceniza, la sedimentación es constante. Hoy tenemos una tasa de sedimentación de cuatro a uno, y por lo que entendemos deberíamos tener una taza permanente de uno. Esto quiere decir que esto sea multiplicado por cuatro” , informó Pedro Pablo Jurado, director de la Corporación Autónoma Regional Del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena).

Explicaron que este fenómeno se puede deber al clima que tiene la ciudad últimamente, caracterizado por fuertes brisas y lluvias constantes. Incluso, las condiciones meteoatmosféricas también están afectando el cronograma de trabajos de la draga, lo que no contribuye a superar esta situación.

Las autoridades aseguraron que nunca habían visto un fenómeno parecido. Si bien es cierto en otras oportunidades los niveles de sedimentación del río Magdalena han sido altos y han afectado las operaciones del Puerto de Barranquilla, esta vez las consecuencias han sido más graves.

De hecho, según la Asociación Portuaria de Barranquilla (Asoportuaria) solo durante las dos primeras semanas del año más de 20 embarcaciones tuvieron que ser desviadas a los terminales de Santa Marta (Magdalena) y Cartagena (Bolívar), mientras que otras tuvieron que quedarse estancadas en el río Magdalena. Este hecho significó que en la ciudad se dejaran de desembarcar casi 300.000 toneladas de productos, que representaron pérdidas de más de seis millones de dólares.

Esta situación preocupó al alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo, quien aseguró en redes sociales que “estas crisis minan la confianza y deterioran todo logro”.

Teniendo eso en cuenta, y con ayuda del Gobierno nacional y local, el pasado 15 de julio llegó a la ciudad la draga Taccola. Con la máquina se tenían que remover 140.000 metros cúbicos de sedimento que están en cuatro tramos críticos de los 22 kilómetros del canal de acceso del terminal marítimo. Las autoridades aseguraron que hasta el momento el trabajo ha dado resultados, sin embargo, hace falta reducir más la sedimentación.

“Durante el fin de semana se lograron, entre zarpe y desembarque, más de 20 operaciones. La que tuvimos con mayor calado fue de 7.4, sin embargo se siguen evaluando permanentemente estas consideraciones de los buques para ver cuales pueden ingresar al Puerto. Estamos analizando condiciones de profundidades, batimétria y hemos podido evidenciar algunas mejoras” dijo Carlos Urbano, capitán de Puerto de Barranquilla.

Teniendo esto en cuenta, sectores involucrados en el tema portuario señalaron que es importante que la ciudad cuente con su propia draga.

“Esta situación nos muestra que el Puerto de Barranquilla necesita un dragado permanente. Se tuvo a principios de año una adecuación del canal y la draga alcanzó a estar y hacer un par de campañas más y se lograron cifras históricas, pero el tema no es dragar e irse”, dijo Lucas Ariza, director de Asoportuaria.

Esta no es la primera vez que se hace la solicitud. De hecho, el director de Asoportuaria ya se había referido al tema en las últimas dos semanas, al igual que el jefe de la Oficina de Asuntos Portuarios de Barranquilla, José Curvelo.

“El tema no es dragar e irse, necesitamos en la ciudad de Barranquilla una draga urgente que haga mantenimientos preventivos, que la profundidad sea sostenible hasta el 31 de diciembre de 2021 y posteriormente hasta que el Appeista reciba el canal navegable de Barranquilla”, aseguró Curvelo el jueves pasado.

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