Luis Javier Mosquera no es ningún extraño en los Juegos Olímpicos. De hecho, el vallecaucano de 26 años llega a Tokio con un sólo objetivo: mejorar, o al menos mantener lo logrado en 2016 en Río de Janeiro, ciudad de la que salió con un notable cuarto lugar en la prueba de pesas, que días después se convirtió en un tercero, con su respectiva medalla de bronce, tras la confirmación de dopaje por parte de Izzat Artykov, de Kirguistán.
El reconocimiento se convirtió en un motivante más que suficiente para el joven, que se presenta a las 5:50 de la mañana de este 25 de julio en el Foro Internacional de Tokio, para la categoría de 67 kg. No la tendrá fácil, si tenemos en cuenta que compite contra pesos fuertes de la disciplina como Lijun Chen, el chino de 28 años que porta a su favor cuatro títulos mundiales y una impresionante marca de 339 kilos.
Quizá por eso, el joven de Yumbo no se confía: “con muchas expectativas de que todo salga muy bien. Hemos trabajado muy fuerte. Vamos con muchas ganas de mejorar lo que hicimos en Río, la participación, queremos superar ese resultado y esperemos que todo se pueda dar, que salga de la mejor manera”, dijo durante una entrevista difundida por el Comité Olímpico Colombiano.
En la misma, también reconoció que lo que suceda en la madrugada que se avecina será fruto del esfuerzo de los últimos meses. “La verdad me siento muy feliz, agradecido con dios por esta hermosa oportunidad que me dio. Esperemos que en el nombre de Dios todo salga muy bien, ya hemos trabajado muy fuerte y esperemos que el resultado se vea reflejado”, agregó.
No hay que olvidar que Luis Javier inició muy temprano en la halterofilia, de cuenta de sus dos hermanos mayores, quienes practicaban el deporte como una manera de generar facilidades económicas para una familia de ocho, incluidos los papás. Así, con siete años, y mientras se dedicaba al fútbol, el patinaje y el boxeo, también comenzó a levantar las pesas más ligeras del gimnasio.
Ese pequeño gesto atrajo la atención de la ex pesista Damaris Delgado, quien había llegado de Cartago a Yumbo para dedicarse a la enseñanza del deporte, y había tenido entre sus alumnos más promisorios, al también medallista Oscar Figueroa.
Pronto Damaris concentró su atención en Mosquera, quien además de levantar pesos menores, quería aprender y competir en torneos. Su primera frustración ocurrió porque no pudo participar en un campeonato departamental, pues la edad mínima era de ocho años, y a Luis Javier le faltaban unos días para cumplirlos. “Lloró mucho, antes del torneo, porque no pudo competir, y después, porque vio que él levantaba más peso que el ganador. Creo que desde entonces era un auténtico prodigio”, recuerda Damaris en un perfil hecho por el COC.
Eso, sin embargo, lo motivó para convertirse en protagonista de su categoría. El 2014, con 19 años de edad ganó los tres oros en el Campeonato Mundial Juvenil, realizado en Kazán, Rusia; las tres medallas de plata de su división, en los X Juegos Suramericanos de Santiago de Chile, detrás de Francisco Mosquera, y los tres oros en el Panamericano Juvenil, en Reno, Estados Unidos.
Para este ciclo olímpico llega con un oro de los Campeonatos Panamericanos de Miami en 2017 y dos platas obtenidas en el Campeonato Panamericano de Guatemala en 2019 y en los Juegos Panamericanos de Lima, ese mismo año.
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