Habitantes de Cartagena aseguran que el estatus de Patrimonio Histórico de la Humanidad de la ciudad está en riesgo

Miembros de la fundación que vela por el Centro Histórico de la capital de Bolívar aseguraron que la falta de un plan especial de manejo y protección podría dejarlos sin el título que les ayuda a atraer turismo a la región.

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(COLPRENSA). - CARTAGENA, CIUDAD AMURALLADA QUE MUESTRA SU BELLEZA EN LAS PANORAMICAS.
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(COLPRENSA). - CARTAGENA, CIUDAD AMURALLADA QUE MUESTRA SU BELLEZA EN LAS PANORAMICAS. Colprensa

La Fundación Centro Histórico de Cartagena expresó, este viernes 23 de julio, su preocupación, luego de que se conociera que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) le retiró a Liverpool, Inglaterra, su título como Patrimonio de la Humanidad. Lo anterior, al considerar que la ciudad portuaria ha permitido un desarrollo urbanístico descontrolado que amenaza el valor de su frente marítimo, generando deterioro en su casco histórico.

A primera vista, la noticia no tiene mucho que ver con la ciudad amurallada en Colombia. Sin embargo, Isabella Restrepo Mejía, directora de la mencionada fundación explicó a Blu Radio que la preocupación se deriva de un hecho puntual: si bien el centro antiguo fue declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad por la entidad en noviembre de 1984, la administración local todavía no ha elaborado un plan especial de manejo y protección para el sitio, que le valió el título y que se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos del país durante los últimos años.

Según advirtió la vocera, dicho plan viene siendo solicitado por la Unesco desde 2008, e incluso, “desde 2017 esa organización envió una misión a Cartagena y ha señalado su preocupación por fenómenos como el despoblamiento, causado por excesivo turismo, la falta de gobernanza y de una visión a largo plazo”.

La situación preocupa al tener en cuenta que, como explica el Ministerio de Cultura en su sitio web, contar con un título de patrimonio le garantiza a las ciudades el acceso a fondos para la preservación de los mismos e impacta positivamente los aspectos social, turístico, laboral y económico de dichos territorios. “Así mismo, se les abren posibilidades para la firma de convenios de cooperación internacional”, recuerda la cartera.

En ese sentido, Restrepo Mejía admitió que el alcalde de la ciudad, William Dau, ya se ha comprometido a proteger a toda costa el título de patrimonio histórico, pero señaló que para lograr bien esa tarea “tiene que suceder que la Alcaldía y el Ministerio de Cultura trabajen de la mano. Finalmente, quien defiende el título ante la Unesco es la Cancillería”.

De igual forma, reconoció que una de sus preocupaciones tiene que ver con el hecho de que “Pasaremos a ser noticia por no cuidar el patrimonio y de impacto histórico. Además, ese turismo de exceso nocturno aumentaría y los turistas ya no querrán venir”.

Valga recordar que, la fundación no es la única preocupada por lo que sucede en la zona. Desde inicios de julio, y tras una serie de escándalos entre los que se incluye el de una pareja sosteniendo relaciones sexuales en un balcón de la ciudad amurallada, el colectivo Somos Centro Histórico viene pidiéndole a la administración local ejercer más control sobre el turismo nocturno que se desarrolla actualmente al interior del ‘corralito de piedra’.

Eso, por medio de una tutela en la que le exigen a la alcaldía que tome medidas prohibitivas sobre la excesiva contaminación auditiva, el incorrecto uso del suelo, el microtráfico, la prostitución y la explotación sexual, dentro de la ciudad amurallada. Para atacar estas problemáticas proponen “que en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se cree una zona de tolerancia en las afueras de la ciudad, lejos de barrios con uso residencial, y se establezcan licencias de funcionamiento para la operación de comercios como existen en otras ciudades del país”.

Sobre la propuesta también se pronunció el alcalde Dau, quien dijo estar de acuerdo con la misma, agregando que, “la idea que yo tenía era establecer una zona rosa, bien desarrollada, que haga parte del atractivo de la ciudad pero reglamentada, una zona que ofrezca seguridad e higiene”. La misma se podría desarrollar por medio de la creación de una alianza público privada, concluyó.

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