En los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Rigoberto Urán estuvo cerca de ganar la medalla de oro en la prueba de ciclismo de ruta, de no ser porque, cuando volteó a mirar qué tan cerca tenía el pelotón, el kazajo Alexandr Vinokúrov lo atacó y relegó al colombiano al segundo lugar. Y en las olimpiadas de Río de Janeiro 2016 fue Sergio Luis Henao quien estuvo cerca de la gloria, pero una caída a 10 km de la línea de meta se la arrebató. ‘Checho’ se fracturó la cadera, pero lo que le dolió fue el alma, como después lo confesó.
En ese entonces el equipo colombiano de ciclismo de ruta estaba dirigido, al igual que el elenco actual, por el técnico Carlos Mario Jaramillo, e integrado por Jarlinson Pantano, Miguel Ángel López, Rigoberto Urán y Esteban Chaves, el único que cruzó la meta.
La estrategia ideada por Jaramillo que, de no ser por el accidente, casi sale a la perfección, fue lanzar a Jarlinson Pantano y Miguel Ángel López a la fuga para hacer el desgaste, y que ‘Rigo’ y el ‘Chavito’ aportaran lo que pudieran. A esa prueba de ruta Sergio Luis Henao llegaba fuerte y con el precedente de ser el mejor gregario de Chris Froome en el equipo Sky, que recién se había coronado campeón del Tour de Francia.
Henao, luego de ataques entre los favoritos, aguantó el ritmo y se metió en el grupo de los seis punteros: Fabio Aru, Greg Van Avermaet, Geraint Thomas, Rafal Majka y Vincenzo Nibali, con quien luego atacó para ir en búsqueda de la medalla de oro.
Nibali y Henao iban primeros, con 20 segundos sobre Majka y unos tantos más sobre los tres competidores restantes. La montaña había quedado atrás y les faltaba coronar el descenso. 10 km los separaban de la gloria cuando, el italiano, por bajar a toda velocidad perdió el control de su bicicleta. A Henao le pasó lo mismo. Ambos se enredaron y fueron a parar al suelo.
El polaco los rebasó, pero la alegría de llegar en solitario le duró poco, pues los hombres de atrás, ya informados del accidente, aceleraron el paso y lo cazaron. En el esprín final se impuso Greg Van Avermaet, seguido de Jakob Fuglsang y Majka, quien tuvo que conformarse con el bronce.
“Nibali era el que lideraba, es su fortaleza. Yo iba detrás de él, arriesgando, bajando muy rápido. En un momento en el que se disputa lo que se estaba disputando, no se mide velocidad sino en sacar distancia (...). Durante la carrera me encontraba bien y muy confiado para el remate pero lamentablemente no pudo ser así”, dijo Sergio Luis Henao a Blu Radio días después del accidente.
Mientras los hombres de adelante peleaban las preseas en el esprín, Carlos Mario Jaramillo recogió en el auto del equipo a Sergio Luis Henao para llevarlo a un hospital en Copacabana, donde estuvo en cuidados intensivos: se fracturó la cresta iliaca. Desde ese entonces, pasó mes y medio para que pudiera caminar con solo una muleta.
“Tengo un dolor en el alma porque tuve una buena posibilidad de ganar una medalla”, fueron las palabras de ‘Checho’ tras el accidente.
Su sentimiento fue compartido por compañeros como Esteban Chaves, quien expresó: “No nos embarga una tristeza, es una gran tristeza. Lo teníamos todo, Sergio iba en la fuga, con dos hombres que llegaban a definir los metales, pero todo quedó en el suelo, se nos cayó la ilusión”.
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