En horas de la noche del pasado miércoles, 21 de julio, la Conferencia Episcopal de Colombia informó la muerte de monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, arzobispo emérito de Medellín y destacado líder religioso en el país. De acuerdo con el colectivo, el devoto de 86 años murió mientras se encontraba internado en el Hospital San Jorge de Pereira, departamento de Risaralda. Según se conoció en redes sociales, el fallecido se encontraba gravemente enfermo y allegados pedían oraciones por su recuperación.
Según la información presentada en un comunicado, el cual se difunde lamentando el deceso, el religioso falleció a las 3:40 de la tarde en el centro asistencial en el que se encontraba internado. Al mismo tiempo, la conferencia manifestó “profundo dolor y, al mismo tiempo, con esperanza firme en la resurrección que el Señor nos aseguró con su ministerio pascual”.
Los obispos miembros indicaron que se “unen en oración por el eterno descanso de su alma”. Además, expresan cercanía con allegados tales como monseñor Hernán Giraldo Jaramillo, obispo emérito de Buga, la familia Giraldo Jaramillo, a los padres Sulpicianos y a las Iglesias particulares de Chiquinquirá, Cúcuta, Popayán y Medellín, donde prestó su servicio episcopal.
Oriundo de Manizales, ciudad en la que nació el 7 de octubre de 1934, el religioso tuvo una destacada carrera en varias Diócesis a lo largo y ancho de Colombia. El 9 de Noviembre de 1958, fue ordenado sacerdote y, hacia 1960, el religioso se vinculó a los Padres Sulpicianos.
Como sacerdote, el religioso obtuvo una licenciatura en Teología en la ciudad de Montreal, en Canadá, y posteriormente, siguió formándose en teología el Angelicum de Roma, donde logró el título de doctorado. Por esto, se desempeñó como profesor en los Seminarios de Manizales y Bogotá.
El 15 de septiembre de 1974 se convirtió en obispo y posteriormente laboró en la Diócesis de Chiquinquirá y Cúcuta. Años después, en 1997, se convirtió en Arzobispo de Medellín. Mientras tanto, era presidente de la Conferencia Episcopal entre julio de 1996 hasta el mismo mes en 2002.
También, logró representar a Colombia en los los Sínodos de los Obispos de 1977 sobre la Catequesis, de 1983 sobre la Reconciliación, de 1987 sobre los Laicos y de 1990 sobre la Formación Sacerdotal. Incluso, en nombre de los obispos colombianos, fue delegado ante las Conferencias del Episcopado Latinoamericano celebradas en Puebla, en 1979, y Santo Domingo, en 1992.
Solo fue hasta 2010 que el Papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de Giraldo Jaramillo a su puesto como Arzobispo de Medellín. La renuncia se generó porque el religioso consideraba que tenía una “avanzada edad” para liderar dicho cargo. Sin embargo, después de su salida, lideró las Diócesis de Cartago y Armenia.
Su rol más destacado fue de negociador de paz ante la guerrilla de las FARC en el gobierno de Andrés Pastrana. Esto ocurrió en 2001, mientras lideraba la Conferencia Episcopal de Colombia. A pesar de la intención de Giraldo, la cual estaba enfocada en darle una perspectiva religiosa al proceso, para el presidente de turno no fue posible culminar de forma satisfactoria y de ese acercamiento no se lograron acuerdos prevalecientes en el tiempo.
De acuerdo con la unión religiosa, se estará informado sobre la manera en la que se realizarán las exequias del destacado monseñor Giraldo Jaramillo. El comunicado fue firmado por Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, y Luis Manuel Ali Herrera, obispo auxiliar de Bogotá.
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