Han pasado 16 meses desde que la joven estudiante Ana María Castro apareció muerta sobre la avenida Medellín, en la localidad de Engativá, en Bogotá. Desde el 5 de marzo de 2020, día en el que se hizo el hallazgo del cuerpo de la joven, sin vida, no ha sido posible realizar la audiencia preparatoria del juicio por varios aplazamientos, y su familia continúa en búsqueda de justicia.
El 18 de junio de este año, se debía realizar la audiencia en la que se exhibirían las pruebas en contra de los presuntos responsables, Paul Naranjo y Julián Ortegón, a quienes la Fiscalía acusa de feminicidio; así como los elementos de la defensa que sostienen la tesis de un accidente. Sin embargo, ese día, la Fiscalía solicitó un aplazamiento debido a un procedimiento médico que debió recibir el delegado del ente investigador que tiene a cargo el caso, por lo que la jueza debió fijar una nueva audiencia para el 15 de julio, es decir, casi un mes después.
En esa ocasión se presentó una nueva fiscal delegada, pero manifestó que no tenía nombramiento oficial para poder participar de la audiencia por lo que, nuevamente, se tuvo que posponer la jornada hasta el próximo 9 de agosto.
Esta situación llevó a Nidia Romero, madre de Ana María, a pedirle directamente al fiscal Barbosa que le ayude a dar celeridad a su caso y la atienda en su despacho. Por medio de una carta radicada en la Fiscalía, la mujer busca insistir en que se adelanten las diligencias para esclarecer el homicidio de su hija.
“Yo, Nidia Margot Romero Bernal, en calidad de madre, veo con mucha preocupación la posible inacción del delegado de la Fiscalía, más si tenemos en cuenta que este caso es de connotación nacional y que tiene priorización dentro de la Fiscalía temiendo llegar a una instancia de vencimiento de términos y que quede en la impunidad”, escribió la mujer en una misiva enviada al despacho del fiscal general.
En ella, agregó que se presentó una nueva fiscal del caso, pero manifestó que no tenía nombramiento oficial, sino únicamente interno, por lo que no podía ejercer aún sus funciones por lo que se aplazó la audiencia. “La prontitud de esa nueva fecha es para el próximo 9 de agosto, es decir, 24 días más de dilación (...) y es aquí donde me pregunto dónde está la priorización, la prontitud, el acompañamiento y el interés por esclarecer los hechos”, agregó la madre de Ana María.
Nidia Romero, en diálogo con el periódico El Tiempo, aseguró que extender el proceso judicial por la muerte de su hija, a parte del temor por un posible vencimiento de términos, le extiende a ella y su familia la incertidumbre y el dolor por buscar las respuestas de lo que sucedió esa noche.
Según dijo a ese diario, ella está segura de la tesis que sostiene la Fiscalía. El ente investigador asegura que Paúl Naranjo pretendía a Ana María Castro, pero ella le prestó atención durante y después de la fiesta a Mateo Reyes y, cuando iban los tres junto a Julián Ortegón en el vehículo, por celos, decidió retenerla durante unos minutos en su libertad de locomoción y posteriormente expulsarla de la camioneta cuando aún se encontraba en movimiento.
“No entiendo por qué, Paúl Naranjo, a pesar de todo lo que él comenta, decide subirla a su carro y además con un acompañante que le caía mal. Esa parte no la entiendo”, reiteró Nidia Romero en entrevista con El Tiempo, una duda que le sirve para sostener la tesis de los celos.
Además, agregó que no cree en la hipótesis de un accidente con otro carro que sostienen los abogados defensores. “El cuerpo de mi hija estaba muy golpeado, de pies a cabeza. No pudo ser un accidente de tránsito, a ella la mataron a golpes”, sostiene, pues la Fiscalía asegura que al menos un golpe en el ojo se produjo dentro del vehículo Kia de Paul Naranjo.
Así mismo, la madre de la víctima espera que Mateo Reyes sea vinculado al proceso formalmente, pues era otra de las personas que iba en el vehículo en la madrugada que se produjo la muerte, pero solo tiene que colaborar cuando el ente investigador lo llama.
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