La violencia no se detiene en el país: el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) reportó un nuevo hecho de sangre, acaecido el pasado 17 de julio en el departamento del Cauca, municipio de Santander de Quilichao, zona rural de Quinamayó, en donde hombres armados, aún por identificar, atacaron a varias personas que se encontraban departiendo en establecimiento público.

Las víctimas, cuyos nombres responden a Jhon Janer Vasquez, Willington José Larrahondo y Gabriel Lasso Arara, éste último de 63 años, residentes de la vereda La Toma, cayeron por acción del fuego propiciado por sus atacantes. Lasso además fue docente del sector de Quinamayó y esposo de la expresidenta de la JAC de la misma zona.

Según Indepaz, la Defensoría del Pueblo había emitido una alerta temprana, la 048/19, que estableció el riesgo tanto para la zona rural como para la urbana de dicho municipio por parte de acciones armadas emprendidas contra la población civil por parte de los siguientes grupos: ELN Frente José María Becerra, Compañía Milton Hernández, AGC, GAO-R Dagoberto Ramos y Columna Móvil Jaime Martínez.

El balance del anterior fin de semana fue de dos masacres en Colombia, una de ellas ocurrida en zona rural del municipio de Yolombó, vereda La Cruz, en donde cayeron cuatro personas luego de presentarse una incursión armada de diez hombres, que abrieron fuego contra las víctimas cuando éstas departían en un establecimiento comercial.

Una de ellas, Luis Castrillón, fue el líder y tesorero de la JAC de la Vereda La Cruz; junto a él fallecieron María Piedad Ramírez (esposa), Esneyder (hijo) y Fray Zapata, un joven con dificultades cognitivas.

El macabro panorama de la violencia en Colombia

El seguimiento que realiza el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) señaló que Colombia alcanzó 54 masacres en el transcurso de 2021.

Además son 203 personas las que han perdido la vida por acción de grupos ilegales, cuyas pretensiones generalmente son apoderarse de los territorios para desplegar sus actividades criminales.

Haciendo una comparación con el 2020, la violencia aumentó en un 32%, en el mismo periodo del año anterior, cuando se reportaron 34 masacres.

En el reporte se evidenció que han perdido la vida 85 personas que lideraban procesos de reinserción y acompañamiento dentro de la comunidad en los diferentes departamentos.

Sin embargo, las alarmas se encendieron con el conglomerado de asesinatos luego de la firma del acuerdo de paz, en total han sido 1.206 homicidios de líderes sociales, tan solo en el mes de junio fueron asesinados 6 de éstos.

De acuerdo con las estadísticas de la plataforma, Antioquia se convirtió en el departamento con mayor número de líderes asesinados con 15 casos, en segundo lugar, Valle del Cauca con 11 homicidios, en tercer lugar, Nariño con 10 asesinatos y en cuarto lugar, el Cauca con 9 líderes muertos.

Para el caso de Antioquia, las masacres se han concentrado en las subregiones del Bajo Cauca y el Suroeste, donde grupos armados ilegales, principalmente herederos del paramilitarismo, se disputan los recursos naturales y las rentas de los negocios ilícitos presentes en los territorios, principalmente la minería y el narcotráfico, entre los que se encuentran grupos como ‘Los Caparros’ y las ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ (AGC), además, de la guerrilla del ELN, la Oficina de Envigado y la banda El Mesa.

Y en el Valle del Cauca, que han ocurrido en Cali y varios municipios con pasados de violencia, como Cartago, Buga y Jamundí, los hechos están relacionados con bandas dedicadas al microtráfico y la extorsión.

Indepaz señaló que en lo que va del año Colombia sobrepasa por 14 masacres las registradas en los primeros seis meses de 2020, cuando se contabilizaban 33 crímenes de ese tipo.