Cascos y agua sucia: la protesta de la oposición en la instalación del Congreso

Este martes 20 de julio inicia una nueva legislatura en el Congreso de la República. El desarrollo de la jornada se da en medio de un contexto atípico debido a las manifestaciones masivas que fueron convocadas en varias zonas del país. La ciudadanía, sin embargo, no fue la única que levantó su voz para expresar su inconformidad con el gobierno de turno, pues, la oposición política, por su parte, y de manera simbólica, se alzó en contra de la administración estatal de Iván Duque, dentro del salón elíptico.

Congresistas como Fabián Díaz; David Racero; Feliciano Valencia; Julián Gallo y Luis Alberto Albán expusieron una bandera de Colombia al revés, tal y como se ha venido utilizando en los últimos dos meses, por parte de la comunidad, como símbolo de apoyo al Paro Nacional y en contra del gobierno nacional.

Además de ello, las representantes María José Pizarro; Katherine Miranda; León Fredy Muñoz y el senador Gustavo Bolívar, portaron cascos durante la instalación del Congreso, para hacer referencia a los miembros de la Primera Línea de las manifestaciones del país, quienes han representado la movilización que ya completa más de dos meses en Colombia.

“Usamos los cascos para recordarle al país el momento que vivimos, un homenaje a las decenas de jóvenes que murieron en las protestas del Paro Nacional y todos aquellos resultaron heridos. Un acto simbólico con un mensaje de dignidad y de verdadera independencia”, señaló Pizarro.

“En un país donde el Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD, le dispara a los ojos y a la cabeza a manifestantes pacíficos, el uso de casco y gafas de protección no solo es plenamente legal, sino obligatorio. Autoridades civiles en vez de prohibir su uso deberían exigirlo”, escribió por su parte el senador Iván Cepeda.

Los partidos de gobierno, por su parte, llevaron carteles que decían “Respeto mis símbolos patrios”, una campaña que promueven para contradecir a quienes exhiben el pabellón nacional con el rojo en la parte superior. Además, en las mismas acciones de respuesta, se extendieron en aplausos que incluso cortaron la intervención del presidente Iván Duque, cuando nombraba a la Fuerza Pública.

La senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, cuestionó a los senadores de la oposición porque, mientras su bancada aplaudía a la fuerza pública, ellos permanecieron sentados y no se sumaron al reconocimiento. “Mientras el Presidente Iván Duque rechaza los bloqueos; dice “los bloqueos no son cortes de vías, son cortes de vidas”, el congreso aplaude y la izquierda mira indiferente. Está claro que a Colombia hoy enfrenta una decisión entre Trabajo O Paro”, escribió en redes sociales.

Los senadores de la oposición también llegaron al salón Elíptico con unas botellas de agua sucia, con el sello de “Agua Piloto”, una campaña que han promovido en redes sociales y que busca llevar al Congreso a oponerse a los proyectos pilotos de fracking y ese tipo de extracción de hidrocarburos en el país.

“Aquí tenemos el agua del futuro, esta es el agua con petróleo que se van a tener que tomar las futuras generaciones si permitimos que sigan adelante los pilotos de fracking”, afirmó el senador del partido Comunes Julián Gallo, conocido como Carlos Antonio Lozada.

“Esta es el agua que van a tener que tomar nuestros nietos si permitimos que en este país haya fracking, es decir que se utilice el agua para extraer los cunchos de petróleo y en pocos años, tal vez 20 o 30 vamos a estar tomando un agua como esta”, agregó el senador Gustavo Bolívar durante la instalación del Congreso.

La oposición cuestionó que el presidente Duque afirmara, durante su discurso, que la “Fuerza Pública está sujeta a los más altos estándares en materia de derechos humanos”. Además, el mandatario atribuyó que “la violencia se hace realidad en las acciones de personas de carne y hueso, que en lugar de consensos buscan rupturas, que en lugar de alternativas proponen abismos, que, en lugar de unión, dividen”.

Según los miembros opositores del Congreso, esos pronunciamientos desconocen las denuncias por violaciones de derechos humanos en homicidios, detenciones y agresiones que son atribuidas a la Policía durante el Paro Nacional y que han sido reafirmadas, incluso, por la CIDH.

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