En agosto del 2019, Julián Esteban Gómez acompañó a los artistas Emerson Cáceres, conocido como ‘Cacerolo’, y Luis Carlos Cifuentes, a pintar un mural en honor a Egan Bernal, en una casa de Zipaquirá. El rostro del niño llorando, conmovido por la victoria de Egan, su ídolo, en el Tour de Francia, quedó plasmado en aquella pintura.
Esa imagen, que recogió el sueño del pequeño para llegar a ser un ciclista profesional, se convirtió, en la noche del pasado domingo, en un lugar de homenaje tras el luto que dejó su trágica muerte en el municipio. Julián Esteban falleció en la mañana de ese mismo día tras ser arrollado por una tractomula en la vía que conduce de Zipaquirá a Cajicá, mientras montaba bicicleta con su abuelo.
Un centenar de personas se reunió pocas horas después de la noticia del fallecimiento del niño en aquel lugar para adornar su imagen con flores y mensajes. Durante la noche, se realizó una velatón para mostrar condolencias por la partida del Julián. Al lugar asistieron sus familiares, y otras personas que, aún sin conocerlo, lloraban su muerte.
El mural, que esperaba ser el punto de referencia para un nuevo campeón zipaquireño, se convirtió en un lugar de memoria y duelo. Durante el homenaje, varias personas y funcionarios llamaron a la conciencia y el respeto por los ciclistas en las vías para que practicar el deporte colombiano por excelencia no se convierta en una tragedia.
‘Cacerolo’ recordó algunas imágenes que grabó con Julián Esteban durante la realización del mural. En uno de los videos, el niño cuenta que no le da pena haber expresado toda su emoción días antes por el triunfo de Bernal en la ronda gala, mientras carga una brocha con pintura amarilla.
Así mismo, jocoso y tímido, hizo sus reparos al mural de los artistas. Aunque estaba agradecido y feliz, al terminar dijo: “falta que arreglen la bici”, mientras sonreía con vergüenza, “porque miren esta hermosura con esa amarilla, comparen”. Todos se reían de sus palabras, pues ya no quería verse como un niño en la bicicleta de juguete sino a bordo de una profesional, como la que usaba para entrenar.
El fallecimiento de Julián Gómez ocurrió sobre la mañana de este domingo 18 de julio, cuando entrenaba junto a su abuelo en la vía que conduce de Cajicá a Zipaquirá. Sobre el kilómetro 17+200, en el sector de Manas, el menor fue arrollado por una tractomula.
Los hechos del accidente continúan bajo investigación, por ahora se sabe que el conductor no estaba en estado de embriaguez y tenía los documentos del vehículo al día. Guillermo Torres, el abuelo materno del menor, contó a la emisora Blu Radio cómo sucedieron los hechos.
“Íbamos por la berma de la carretera, un tipo de un camión iba pite y pite y nosotros íbamos por ahí. De un momento a otro con la velocidad que llevaba las ruedas lo absorbieron. Yo iba en la parte de atrás porque a ellos les rinde más, pero el tipo empezó a pelear y a pitar desde atrás, eso fue en la carretera para salir a Tabio”, afirmó.
“Nosotros lo veíamos en Europa corriendo, esa era la proyección para con él”, agregó el abuelo del menor. Ese gesto que dejó en el mural era la proyección de llegar a ser otro de los escarabajos colombianos que han impuesto su marca en Europa.
Fabio Rodríguez, primer entrenador de Egan Bernal, y que había asumido los primeros pasos de Julián Esteban, asegura que iba por buen camino. “Él estaba muy contento porque antier hicimos una cronoescalada, previa a una competencia que teníamos, e hizo un buen tiempo (…) Ayer fuimos al Neusa. Por lo general, yo le ganaba porque él subía a rueda mía. Pues ayer me ganó y estaba inclusive saboteándome”, contó el exciclista al diario Marca.
Ahora su familia, en medio del dolor de perder al campeón, espera recordarlo con el entusiasmo, pasión y entrega, que Julián Esteban mostró en sus cortos años de vida. El homenaje frente al mural, desde las primeras horas de este lunes, se ha vuelto a rodear de flores y velas encendidas, en un duelo que persiste.
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