Nuevamente se presentó otro hecho de violencia en la mañana del pasado 18 de julio, cuando, en la vereda La Cruz del municipio de Yolombó, nordeste de Antioquia, cuatro personas fueron asesinadas, luego de presentarse una incursión armada de diez hombres, que abrieron fuego contra las víctimas cuando éstas departían en un establecimiento comercial.
Las personas fueron identificadas como Luis Castrillón, líder y actual tesorero de la JAC de la Vereda La Cruz, María Piedad Ramírez (esposa), Esneyder (hijo) y Fray Zapata, un joven con dificultades cognitivas.
Ante la gravedad de los hechos, se desplazó hacia el municipio el comandante de la Policía de Antioquia, coronel Daniel Mazo, que se comprometió a esclarecer los crímenes lo antes posible.
Mazo entregó declaraciones oficiales antes de su partida al municipio:
Sabemos que llegaron diez delincuentes armados y no sé en qué circunstancias asesinaron a cuatro personas en la vereda La Cruz, ya voy hacia ese punto. Una vez estemos las autoridades en el sitio daremos a conocer más detalles
El uniformado hizo parte de la avanzada, compuesta por Policía y Ejército, que se desplazaron a la vereda La Cruz, ubicada a cuatro horas del casco urbano de Yolombó y a una hora y media del casco urbano del municipio vecino de Amalfi.
Tres de las víctimas, pertenecientes a un núcleo familiar, eran miembros destacados de la comunidad, especialmente Luis Castrillón, quien ejercía como líder comunitario y tesorero de la Junta de Acción Comunal del municipio.
Posteriormente, las autoridades ofrecieron una recompensa de 100 millones de pesos para quien brinde información sobre los responsables del crimen, que enluta al nordeste antioqueño.
Para Jorge Ignacio Castaño, secretario de Seguridad y Justicia de Antioquia, las medidas tomadas en Yolombó buscan cerrar el cerco sobre los victimarios:
Se tomó la decisión de fortalecer el despliegue operativo en la zona por parte del Ejército Nacional que permita dar con los responsables de esta situación tan lamentable. Asimismo, todas las acciones unificadas en la zona para fortalecer el trabajo entre las instituciones del Estado y los ciudadanos.
Las masacres no se detienen en Colombia
El seguimiento que realiza el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) señaló que Colombia alcanzó 53 masacres en el transcurso de 2021, siendo la última la del pasado 18 de julio en la vereda la Cruz, del municipio de Yolombó, en el nordeste antioqueño.
Además son 200 personas las que han perdido la vida por acción de grupos ilegales, cuyas pretensiones generalmente son apoderarse de los territorios para desplegar sus actividades criminales.
Haciendo una comparación con el 2020, la violencia aumentó en un 32%, en el mismo periodo del año anterior, cuando se reportaron 34 masacres.
En el reporte se evidenció que han perdido la vida 85 personas que lideraban procesos de reinserción y acompañamiento dentro de la comunidad en los diferentes departamentos.
Sin embargo, las alarmas se encendieron con el conglomerado de asesinatos luego de la firma del acuerdo de paz, en total han sido 1.206 homicidios de líderes sociales, tan solo en el mes de junio fueron asesinados 6 de éstos.
De acuerdo con las estadísticas de la plataforma, Antioquia se convirtió en el departamento con mayor número de líderes asesinados con 15 casos, en segundo lugar, Valle del Cauca con 11 homicidios, en tercer lugar, Nariño con 10 asesinatos y en cuarto lugar, el Cauca con 9 líderes muertos.
Para el caso de Antioquia, las masacres se han concentrado en las subregiones del Bajo Cauca y el Suroeste, donde grupos armados ilegales, principalmente herederos del paramilitarismo, se disputan los recursos naturales y las rentas de los negocios ilícitos presentes en los territorios, principalmente la minería y el narcotráfico, entre los que se encuentran grupos como ‘Los Caparros’ y las ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ (AGC), además, de la guerrilla del ELN, la Oficina de Envigado y la banda El Mesa.
Y en el Valle del Cauca, que han ocurrido en Cali y varios municipios con pasados de violencia, como Cartago, Buga y Jamundí, los hechos están relacionados con bandas dedicadas al microtráfico y la extorsión.
Indepaz señaló que en lo que va del año Colombia sobrepasa por 12 masacres las registradas en los primeros seis meses de 2020, cuando se contabilizaban 33 crímenes de ese tipo.