Los últimos días y previo a las manifestaciones del 20 de julio en Colombia, algunos integrantes de la denominada Primera Línea han sido señalados por las autoridades como presuntos terroristas. Medios de comunicación como revista Semana han citado informes reservados de inteligencia en los que, al colectivo en general, se le señala de “acudir al terrorismo para causar daño sistemático y daños colaterales”. Lo cierto es que, más allá de las acusaciones de protagonizar hechos de vandalismo, entre otras, sus integrantes se desmarcan de las etiquetas y afirman que primordialmente su labor se reduce a proteger a la ciudadanía del abuso policial durante las jornadas de protesta.
A continuación, una aproximación para comprender a los denominados grupos de Primera Línea.
¿Cuándo surgieron?
A nivel internacional, específicamente en Chile y Hong Kong, los denominados grupos de Primera Línea surgieron para defender del abuso policial a quienes hacían parte de las manifestaciones contra los gobiernos de Sebastián Piñera y Carrie Lim, respectivamente. Se caracterizaron por ir en la parte delantera de las movilizaciones, con escudos, cascos, guantes y sus rostros cubiertos para no ser identificados como individuos, sino como colectividad.
En Colombia aparecieron en 2019
Los grupos de Primera Línea en Colombia comenzaron a aparecer desde el paro nacional del 21 de noviembre de 2019, uno de los primeros es el denominado Escudos azules. Aparecieron, según un manifiesto publicado en diciembre de ese año, para “defender al manifestante” y “responder el ataque indiscriminado a las manifestaciones pacíficas”.
“Somos la Primera Línea y estamos conformados por ustedes, colombianos. No tenemos banderas. Ni líderes, ni voceros. No tenemos colores. No tenemos representantes. No tenemos rostro ni identidad”, agregaron en el documento compartido en ese entonces.
Los grupos de Primera Línea tomaron mayor protagonismo durante el paro nacional que comenzó el 28 de abril de 2021. Según Temblores ONG, desde esa fecha y hasta el 21 de junio fueron documentados en su plataforma GRITA (para denunciar el abuso policial durante las movilizaciones), 4.687 casos de violencia policial.
No es un grupo con jerarquía ni homogéneo
A la Primera Línea, según sus integrantes y expertos en seguridad, no hay que homogenizarla. Se trata de un movimiento social, con subgrupos según el territorio donde operan, que tienen necesidades y peticiones particulares.
Al periódico El Espectador, Néstor Rosanía, experto en seguridad, manifestó: “No tienen lo que en términos de conflicto se llama comando, control y comunicación. Lo que se ve es un movimiento social, con una metodología en común y que en Bogotá se han estructurado como grupos y subgrupos, con agendas de negociación diferentes”,
En el caso de Bogotá, por ejemplo, hay distintos grupos de Primera Línea, con particularidades y dinámicas sociales de las localidades donde surgieron: en Suba, Portal de la Resistencia (Kennedy) y Ciudad Bolívar. Existe, incluso, un grupo de Mamás Primera Línea.
A CNN, Pablo, integrante de uno de estos grupos sostuvo: “Aquí hay muchas primeras líneas en Bogotá, hay muchas. Entonces esas se vinieron a crear últimamente con este paro; este grupo de personas se empezó a articular y empezaron nuevas primeras líneas. Pero nosotros, Primera Línea Bogotá, no tenemos el control de esas líneas que se han creado”.
En concordancia con Pablo y Néstor Rosanía sobresalen las palabras del secretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, quien sobre los grupos de Primera Línea ha manifestado: “Existen unos con una formación política de un nivel, otros con muy baja formación política. Existen algunos con un nivel de radicalismo excesivo, otros más moderados que quieren construir”.
Una apuesta por un movimiento político
Acerca del vandalismo del que se les acusa, uno de los líderes de la Primera Línea de Suba, manifestó que al no tener jerarquía, hay quienes se infiltran, encapuchados, y actúan de manera violenta: “Lo que hemos visto es que nos están infiltrando y, lastimosamente, es muy difícil controlar a la gente. Controlamos a los compas, a los que están con nosotros, pero seguimos teniendo gente que llega a alborotar el chispero y después sale y se va”.
Quizá, por tal razón, y para romper con el estigma de vándalos que se les ha impuesto, es que grupos de Primera Línea como Portal de la Resistencia contempla incursionar en la política:
“Nos vemos en un futuro siendo un movimiento social y político reconocido, con personería jurídica, que lleva a las instancias de decisión, de la creación de políticas públicas de esas voces que siempre han sido excluidas, marginadas y relegadas ante una élite que tiene el control de la maquinaria política. Nos vemos ayudando a construir decisiones en este país”, le dijo ‘El Profe’, vocero de Portal de la Resistencia a Noticias Caracol.
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