El senador del Polo Democrático, Iván Cepeda Castro, quien por ahora no piensa lanzarse a la presidencia, explicó su posición frente a los colombianos capturados en Haití y su visión de la respuesta del Gobierno a este polémico caso.
En diálogo con Infobae Colombia, el congresista se refirió también al Pacto Histórico y a la oportunidad de que llegue a la Casa de Nariño por primera vez un político alternativo, además de mencionar dos posibles integrantes nuevos de la lista con la que se la jugarán para ser mayoría en el Congreso y del proceso contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
¿Ya está definida la citación al debate de control político contra Molano por los presuntos mercenarios?
Ya está lista la proposición. Las sesiones del Congreso, como se sabe, comienzan el próximo 20 de julio, así que en cuanto se instalen las mesas directivas de Senado y también de mi comisión, que es la Comisión precisamente que trata de estos asuntos de orden público, relaciones internacionales, Fuerzas Militares y de Policía, voy a radicar una proposición mediante la cual espero muy pronto sea citado el el ministro de Defensa para que rinda explicaciones sobre lo ocurrido, no solamente en Haití.
Yo creo que aquí el problema va mucho más allá y tiene que ver con que desde hace años, y lo digo porque organizado otros debates sobre esta materia, Colombia parece estar involucrado en hechos que muestran que miembros de la fuerzas militares en retiro y vaya uno a saber si activos, están participando de este mercado de mercenarios internacional y tenemos la evidencia de que hay personas que han pertenecido al Ejército Nacional en países como Yemen, también en Emiratos Árabes, en Irak, en Afganistán... La lista es larga y bueno, este reciente episodio que se ha presentado en Haití, así que el debate se va a hacer.
¿No considera que fueron engañados por altos mandos haitianos como mencionan algunas versiones?
Yo no voy a entrar a especular sobre esta materia. Ahí hay información oficial que proviene de las autoridades de Haití señalando que hay una participación clara e incluso en la versión más benévola, ¿Qué tienen que hacer militares colombianos involucrados en una circunstancia de esta naturaleza?
El Ministerio de Defensa no ha tomado las previsiones necesarias para que Colombia no siga exportando militares, entre otras cosas, que cometen o han cometido violaciones de derechos humanos. Yo llamo la atención de que un hecho incontrovertible de esta operación en Haití es que al menos uno de estos exmilitares estuvo involucrado en Colombia en falsos positivos, hay una persona que estaba sometida a la Jurisdicción Especial para la Paz y no se sabe cómo, pues violando la ley evidentemente, ha aparecido en otro país se ha involucrado en una en un escándalo de esta naturaleza, entonces ahí ya hay asuntos que son muy graves.
¿Cómo considera que ha manejado el Gobierno Duque este tema?
Hasta ahora no hemos escuchado ninguna explicación clara sobre estos asuntos. Hasta ahora son declaraciones en las cuales se dice que se va a cooperar en la investigación que se adelanta y que estas operaciones hay que dilucidarlas, pero ninguna explicación de fondo a la pregunta que, a mi modo de ver, es obvia y es, repito, ¿por qué las Fuerzas Militares de Colombia aparecen involucradas en esta clase de situaciones? Seguramente la explicación que nos van a dar cuando se cite el debate es que estas son actividades normales, lícitas, que hay empresas de seguridad privada que contratan a personas para que hagan actividades que se inscriben totalmente en la legalidad pero no es lo que estamos viendo propiamente.
Y el fondo de las cosas en este caso es que en Colombia se violan los derechos humanos, eso me parece que es una realidad incontrovertible. Las Fuerzas Militares y de Policía se han visto involucradas en numerosos hechos que no voy a anunciar aquí porque la entrevista no nos alcanzaría para dar cuenta de ellos.
En Cuba se están dando manifestaciones muy fuertes, usted hace unos días rechazó el bloqueo a la isla. ¿Cuál es su lectura sobre la situación allí?
Yo he dicho tres cosas: la primera es que yo no tengo posiciones ambiguas frente a la movilización social, ni aquí ni en ningún país del mundo. La movilización y la protesta son derechos que tienen los ciudadanos y con relación a ellos los gobiernos, independientemente de su signo político-ideológico, deben respetarlas. Es muy importante que, así como lo reclamamos para las protestas sociales en Colombia, haya diálogo y que se pueda abrir la posibilidad de una solución de los problemas que tiene Cuba, pero en tercer lugar y lo afirmó con toda claridad: la realidad de Cuba no se puede comprender sin criticar severamente el bloqueo económico y comercial que durante décadas se ha practicado contra esa nación y que es un bloqueo que ha sido condenado casi que unánimemente en el planeta, excepto por dos o tres países entre los cuales lamentablemente está el mío. Ese bloqueo ha tenido una connotación criminal, hay que decirlo claramente.
Francamente me da mucha risa la reacción del gobierno colombiano llamando a otro gobierno, sea cual sea, a que respete la movilización pacífica. A mi modo de ver Colombia no es un gobierno o no tiene un gobierno para dar consejos en esta materia a otros. No tiene autoridad moral en ese sentido.
Hablemos de las elecciones. Si el uribismo lanza a Óscar Iván Zuluaga, ¿intimida en el Pacto Histórico?
Pues que ellos pongan a quien quieran, nosotros tenemos nuestros candidatos que están listos para dar los debates, así que bienvenidas las candidaturas de la extrema derecha y vemos que tienen un amplio repertorio de candidatos de todos los gustos y sabores. Bueno, esperemos que encuentren una voz que ya pueda hablar en nombre de ellos y de ellas, pero estamos listos para el debate político. Nosotros no le huimos al debate a diferencia de otros, no salimos corriendo de los escenarios políticos, ni del Senado de la República, cuando se trata del Congreso, ni en la arena política. Y más allá de la persona o de las personas que sean candidatas del Centro Democrático, aquí la discusión es sobre el legado, en las ruinas que deja al país el Centro Democrático
El Pacto Histórico tiene ahora tres precandidatos, pero Gustavo Petro está disparado en las encuestas, ¿cómo ve su eventual triunfo?
Yo creo que son tres muy buenos candidatos, cada uno en su en su línea, cada uno con un planteamiento y bueno, vendrá una consulta. Es cierto, Gustavo Petro tiene hoy un favoritismo en las encuestas y creo que sea cual sea nuestro candidato va a ser un candidato muy sólido que va a ofrecer una alternativa que urgentemente está reclamando el país y es un cambio político histórico.
¿Cuál es la diferencia entre Petro y Alexander López?
Yo diría que no son tantas. En el caso de Alexander con Gustavo las diferencias creo que pueden ser de matices o de enfoques puntuales, pero yo creo que el Polo y la Colombia Humana compartimos una visión. Ahora con Roy Barreras pues también compartimos una serie de enfoques y análisis, pero también hay unas diferencias que creo que serán evidentes en la discusión, y creo que eso está muy bien porque el Pacto Histórico, debo decirlo, es una coalición en la cual convergen sectores liberales de centro y también sectores progresistas de izquierda y organizaciones sociales, no es una coalición homogénea. En ella hay matices y ahí hay diversidad política.
¿Muchos se pregunta por qué no se lanzó Iván Cepeda?
Yo creo que hay muy buenos candidatos ya y debo ser muy realista: yo creo que los que hay ya son más que suficientes. Yo espero candidatas también muy próximamente y entonces creo que ya está bien. Además otros debemos dedicarnos a atender otros desafíos políticos que hay. Creo que hay mucho trabajo por hacer.
¿Y en el futuro?
No, yo trabajo con el día a día y por ahora estamos muy concentrados en la agenda legislativa, el control político, en construir el Pacto Histórico, en buscar la paz, en defender los derechos humanos, ese es mi campo y en eso creo que hay que consagrar todas las energías.
¿Pero entonces sí piensa volver al Congreso?
Sí, sí tengo esa aspiración. Considero que el próximo Congreso tiene unos desafíos enormes. El país está inmerso en una crisis de época y requiere un cambio del Congreso de la República y yo creo que es junto a otras compañeras y compañeros en una lista muy sólida que estamos preparando desde el Pacto Histórico.
¿Qué nombres nuevos vienen?
Hay muchos nombres, pero obviamente en esto uno no entrega chivas a tiempo, así que me disculpo por no adelantarme. Lo que puedo decir es que hay muchas personalidades de distinto origen: hay personas que vienen de los territorios, que han dado luchas desde hace mucho tiempo desde el mundo social, jóvenes, queremos que haya jóvenes. También en esa lista hay mujeres, queremos que haya una paridad clara; que haya personas que vienen del mundo de la academia, del arte, influenciadores, como se dice ahora, de opinión y en las redes sociales; personas que han ejercido la labor jurídica, periodistas, en fin, la lista va a ser una reunión de muchos talentos y de muchas personalidades.
Como Miguel Ángel del Río…
Bueno, este es un nombre excelente que tiene la simpatía de muchos y muchas personas y tiene mi simpatía. Miguel Ángel es un gran abogado, no sé si él habrá tomado esa decisión, pero de hacerlo me parecería una muy buena opción, por supuesto.
¿Qué le parece el youtuber Wally? También se dice que podría estar entre sus posibles fichas…
Yo admiro mucho el trabajo que él hace y me parece que lo hace con una gran dosis de humor y creo que eso es fundamental en un mundo político a veces tan formalista. Creo que ese tipo de críticas son perfectamente válidas y útiles y podría ser una buena ficha para el Pacto.
Si la Coalición de la Esperanza llega a segunda vuelta, ¿la apoyarán?
Creo que hay que construir ese camino del diálogo. Obviamente en medio de nuestras diferencias y desacuerdos hemos expresado claramente una posición crítica frente a la alcaldesa [Claudia López] por unas declaraciones que se hicieron en contra de la Colombia humana y de Gustavo Petro y por otros temas, pero eso no significa que renunciemos a la posibilidad de construir una sólida alianza de todos los sectores que queremos un cambio. Yo estoy seguro, estoy convencido, que tenemos más puntos de identificación y de convergencia que de discusión y de enfrentamiento, este es el momento de crear un gran bloque que pueda llevar a cabo esa transformación que queremos en el país.
Julián Gallo dijo en entrevista con Infobae Colombia que hay dirigentes del Pacto que no quieren a Comunes dentro de la coalición, ¿usted hace parte de esos?
Los partidos y movimientos del Pacto Histórico hemos respaldado el proceso de paz del cual ellos son parte, siendo el corazón de esa importante transformación que se ha dado en el país, así que no, no veo esa clase de diferencias. Puede ser que haya posiciones individuales, pero el hecho es que cuando salió a la luz pública la decisión de crear el Pacto Histórico el partido Comunes hizo una declaración respaldando nuestra coalición y a nuestro turno hubo una declaración dando la bienvenida.
Hace unos meses hablamos con Darío Acevedo y él dijo que usted le tenía casada una pelea prácticamente. Por eso le pregunto, ¿hay algo resaltable en su gestión?
Lo que yo resalto es que la pelea la tiene casada el señor Acevedo con la memoria histórica y el boicoteo es de él con las organizaciones de víctimas. Lo que hemos hecho sencillamente es constatar una serie de actuaciones que él ha tenido como su intención de negar el conflicto armado, cosa que tuvo que, de alguna manera, dejarlo a un lado pero después vinieron otras discusiones profundas en la manera en como él ha venido censurando el material de las víctimas, con discursos, enfoques y visiones especialmente de víctimas de la Unión Patriótica o de los mál llamados ‘falsos positivos’.
Y como mi función no es ser una especie de integrante de una alegre comparsa que va detrás del gobierno, sino la de ser un opositor serio y de hacer control político, pues le he hecho control al señor Acevedo, cosa que entiendo no le ha gustado pero está obligado a responder y por eso me parece que debería asumirlo en buen tono y con buen talante.
Retomemos el proceso contra Uribe. Ni Guillén ni Deyanira están como testigos, la Fiscalía pidió precluir y su única victoria en el proceso fue encarcelar al expresidente, ¿cómo cree que va a terminar esto?
Pues es un proceso que tiene una alta complejidad. Hay una multiplicidad de víctimas, la señora Deyanira Gómez en una instancia fue desconocida como víctima, pero tenemos la esperanza y también la convicción de que sea reconocida finalmente. Frente al caso Uribe ahora viene la decisión que deberá tomar una juez de la República sobre la solicitud hecha por el fiscal Jaimes con relación a declarar una preclusión de esta actuación. Nosotros vamos a argumentar, y quiero adelantar que nuestros argumentos son demoledores [para explicar] que no se puede precluir y que la única decisión plausible es llevar a Uribe a un juicio en donde se deben discutir una muy abundante cantidad de pruebas muy sólidas que militan en su contra.
¿Hay alguna prueba nueva que se vaya a presentar?
Yo nunca adelanto tampoco este tipo de actuaciones. Haremos una presentación y yo creo que hay muchos elementos, tal vez algunos menos conocidos que otros y sí creo que va a ser impactante.
¿Todavía se cree que Álvaro Uribe es intocable?
Hoy en día la he reemplazado[la frase] por la que le dije hace unas semanas y es que para él no habrá luz al final del túnel.
¿Es posible que esto haya afectado a Álvaro Uribe drásticamente?
Yo creo que ahorita lo ha afectado su propia conducta y creo que es él el que se ha llevado a sus circunstancias. Él quiere regularmente presentar esto como una persecución que emprendió la Corte Suprema de Justicia. Acusó de una manera temeraria. Me acusó a mí y ha acusado a otras personas de manera temeraria, intentó que se produjeran condenas para acabar y sepultar políticamente a opositores como es mi caso y no le funcionó, entonces efectivamente eso está teniendo un impacto de fondo porque se está derrumbando esa máscara que él pretendía o ha pretendido en estos años ocultar.
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