La Fundación para el Progreso de la Región Capital (ProBogotá) presentó su nueva metodología con la que se busca evaluar los indicadores de inseguridad, donde se tiene en cuenta la proporción entre la población y los delitos que azotan la ciudad.
Y es que luego de que en la capital colombiana se implementaran medidas de restricción de la movilidad de los ciudadanos, como los confinamientos estrictos y toques de queda, para prevenir más contagios del nuevo coronavirus sars-cov-2, se experimenta un retorno a la normalidad que ha traído consigo un incremento de la inseguridad.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, entre enero y mayo de este año los homicidios aumentaron un 6,3 por ciento, pasando de 410 casos a 436. Lo mismo ocurrió con los hurtos a personas que se incrementaron en un 11,6 por ciento: 33.968 denuncias a 37.894 en 2021.
Ante este panorama, ProBogotá estableció una metodología con la que se evalúa los indicadores de seguridad de 1 a 10, donde tan solo las localidades de Suba y Chapinero superaron los 6 puntos de su calificación.
En el informativo de televisión Citynoticias indicaron que la metodología propuesta por ProBogotá, que denominaron Índice Integral de Seguridad, tiene en cuenta cuatro aspectos: Ambiente de Seguridad, Percepción de Seguridad, Delitos y Resultados Operativos.
“El Ambiente de Seguridad es el entorno. La Percepción de Seguridad que es lo que se siente frente a la seguridad. Con los Delitos es el registro de los hechos ocurridos y con la capacidades y las acciones de la fuerza policial”, explicó en ese noticiero Cesar Restrepo, Director de Seguridad Urbana de ProBogotá.
En ese orden de ideas, la mejor calificación la obtuvo Chapinero con 6,15 puntos y le siguió Suba con 6,10. Candelaria con 4,17, Los Mártires (3,56), Puente Aranda (4,11) fueron las localidades con los puntajes más bajos.
“Lo que hicimos fue relacionar esos hechos con el número de población que tienen y ahí por ejemplo Suba se nos convirtió en una localidad que no tiene tanta incidencia a la luz de su población”, agrego Restrepo.
En Citynoticias reseñaron que, no obstante, el objetivo de la medición que estableció ProBogotá no es generar una competencia entre localidades.
“Deberían estar calificadas con 10 que es el máximo número de nuestro indicador y hacia allá todas deberían apuntar. ¿Quiénes deberían apuntar a llevarlas al 10? Las autoridades locales, la sociedad, la comunidad, los empresarios, todos unidos”, agregó Restrepo.
Con la nueva metodología se espera que las autoridades reconozcan los contextos de seguridad locales, para que puedan establecer las acciones que permitan mejorar los indicadores en este aspecto en la ciudad.
“Marcan la necesidad de acciones diferenciales, donde unas acciones que son muy útiles en una localidad, puede que en otras no sirvan para nada y por lo tanto poder romper con la dinámica de seguridad estancada que llevamos desde hace más o menos 5 años”, concluyó el experto en seguridad de ProBogotá.
Entre tanto algunos de los concejales de la ciudad señalaron que la inseguridad está disparada en la ciudad, como consecuencia también de que el enfoque de las autoridades ha estado en el control del orden público ante las movilizaciones sociales de los últimos dos meses.
“La ciudad está en cuidados intensivos en seguridad y han puesto a nuestra Fuerza Pública solamente a actuar detrás del vandalismo y ellos son los que ponen la agenda”, señaló la concejal Lucía Bastidas, quien cuestionó si hubo un reacomodamiento del crimen en la ciudad, al tener en cuenta hechos como los robos a residencias en el norte de la capital colombiana.
Mientras que la cabildante Gloria Díaz aseguró que esta situación ha provocado que las autoridades titubeen en sus acciones: “La Policía a veces se siente amarrada. ¿Será que actúo, será que no actúo, será que voy a sentirme o no respaldado?”.
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