Un grupo de pescadores asesinó a Julieta, la manatí que había sido liberada en el Caribe colombiano

Este miércoles 14 de julio, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) informó que Julieta, una manatí que había sido liberada por la entidad el pasado 7 de julio en el mar Caribe, fue asesinada por pescadores del corregimiento de Tasajera.

La entidad anunció que, según los reportes iniciales, un grupo de pescadores de esta localidad, al norte del departamento caribeño, persiguieron al animal de 450 kilogramos hasta el municipio de Pueblo Viejo donde lo capturaron, le ataron la trompa para impedirle respirar y lo atacaron con palos y machetes causándole graves heridas que ocasionaron su muerte.

“Lamentamos el ataque y la posterior muerte de Julieta, la manatí liberada el pasado 7 de julio en las costas de Santa Marta por Corpamag, el Acuario del Rodadero y la Fundación Omacha. Rechazamos este tipo de hechos que atentan contra la fauna, y reiteramos nuestro llamado a su cuidado”, expresó el Ministerio de Ambiente.

Según indicó Corpamag, algunos pescadores de la localidad denunciaron a la entidad estos repudiables actos de crueldad, lo que permitió que un equipo de fauna llegara a este sector para su rescate, sin embargo, los funcionarios encontraron a la manatí con profundas heridas en el cuerpo y un punzón de arpón en uno de sus costados, razón por la cual falleció en el lugar.

Posteriormente, Julieta fue traslada por el equipo hasta el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Marina de la entidad, que opera en el Acuario del Rodadero, en el que especialistas continúan con la necropsia del mamífero.

Las autoridades se encuentran adelantando las investigaciones pertinentes para determinar los autores de este grave delito que será sancionado con la intención de que no quede impune, señalando que los manatís son una especie que se encuentra en la categoría ‘vulnerable de extinción’ y que posee un importante valor ecológico.

“La Corporación Autónoma Regional del Magdalena rechaza este acto cruel hacia Julieta y hacia todas las formas de vida que habitan el departamento del Magdalena. Hacemos un llamado a la población para que estas especies, de gran valor ecológico, se protejan y una situación tan triste como la de hoy no vuelva a repetirse”, indicó la entidad en un comunicado.

De igual manera, notificó que esta especie del Caribe (Trichechus manatus) se encuentra altamente amenazada en el país y en el mundo, teniendo una población muy reducida en la actualidad debido a la casería indiscriminada, razón por la cual, el Gobierno nacional y las autoridades ambientales mantienen programas de protección para evitar su extinción.

Julieta era un espécimen de 3,35 metros de longitud total y 450 kilogramos de peso que había quedado atrapada en las redes de los pescadores el pasado 5 de junio, en el sector de las playas de Bonito Gordo, en el Parque Nacional Natural Tayrona, en el departamento del Magdalena. Tras ser rescatada por los pescadores de la zona, en colaboración con Corpamag y el Acuario del Rodadero, fue liberada en las aguas del Caribe.

La Corporación Autónoma Regional del Magdalena señaló en esa oportunidad que para la estabilización de Julieta se conformó un equipo de expertos de Co y Parques Nacionales Naturales, el cual contó con la asesoría científica de la Fundación Omacha y del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe (CCM), organizaciones que cuentan con casi 30 años en programas de rehabilitación de estos mamíferos.

La recuperación tomó un mes, luego de observación, atención y tratamiento, Julieta estuvo lista para regresar a su hábitat, con una correa para seguimiento VHF y satelital, la cual permitía contar con la información sobre sus movimientos, siendo la primera vez que se realiza esta experiencia en la zona.

De igual manera, se destaca la importancia de esta especial a nivel medioambiental y del ecosistema del mar Caribe, ya que pueden considerarse como “ingenieros de los ecosistemas”, esto se debe a la ingesta de grandes cantidades de pastos marinos y plantas flotantes de agua dulce (buchón o taruya, lechuga de agua, batatilla) que utilizan para su alimentación diaria y que puede llegar a ser el 10% de su peso lo que, en el caso de Julieta, corresponde a unos 45kg.

Según CORPAMAG, este consumo de pasto por la especie de Julieta permite mantener libres de buchón los cuerpos de agua, especie invasora que normalmente tapona los cauces de los ríos y caños que entran a la Ciénaga Grande de Santa Marta y que representa el primer problema que impide la navegabilidad y conlleva a la sedimentación de estos pasos de agua. Asimismo, son considerados como indicadores de la salud de los ecosistemas en donde habitan.

Julieth Prietom, bióloga marina de CORPAMAG, señaló en entrevista con el portal Opinion Caribe que en medio de esta labor, hubo colaboración de grupos de investigación del país, que ayudaron con sus asesorías científicas. Además, destacó la colaboración de universidades como la Jorge Tadeo Lozano, Los Andes y del Magdalena.

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