El hallazgo de una pareja que sostuvo relaciones sexuales frente a un balcón en Cartagena, ante la mirada de los transeúntes, terminó por revivir una vieja discusión en la ciudad: la creación de una zona de tolerancia para el ejercicio de la prostitución.
“Ya he discutido la propuesta con varias personas y sí, pienso que al igual que pasa en muchas otras ciudades del mundo se debe crear una zona rosa para este tipo de actividades y obviamente no puede ser en el Centro”, afirmó el alcalde de La Heroica, William Dau.
La respuesta del mandatario se dio luego de que el Colectivo Somos Centro Histórico interpusiera una tutela para que se prohíban dichas actividades, así como la violación de los usos del suelo establecidos en el POT y la contaminación auditiva, consideradas como excesivas, en la zona turística por excelencia de la ciudad.
Según el colectivo, desde que se cerró la zona de tolerancia del barrio Tesca y se inició la reactivación de las actividades en la ciudad, la prostitución se tomó otros espacios y, detrás suyo, varios lugares históricos han proliferado con consumo de drogas, proxenetismo y otros delitos que afectan a los cartageneros del centro histórico.
Por eso, Somos Centro Histórico propuso “que en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se cree una zona de tolerancia en las afueras de la ciudad, lejos de barrios con uso residencial, y se establezcan licencias de funcionamiento para la operación de comercios como existen en otras ciudades del país”.
El alcalde Dau está de acuerdo con la propuesta, que sea una zona desarrollada, con seguridad e higiene, bien reglamentada, que fomente el atractivo turístico de la ciudad, según dijo al diario El Universal.
Sin embargo, los empresarios formales del entretenimiento para adultos, que no es un delito dependiendo las condiciones, creen que una zona de tolerancia podría perjudicar los negocios.
Según dijeron algunos de los empresarios a Caracol Radio, crear una zona de tolerancia fuera de la ciudad para establecer sus establecimientos llevaría a un incremento de los precios del servicio, por ejemplo, por el pago del transporte para llegar al lugar y regresar.
Por esa razón consideran que trasladarse generaría dificultades para mantener la clientela, justo en un momento cuando buscan la reactivación económica por la pandemia de covid-19, que mantuvo cerrados los establecimientos de entretenimiento por varios meses.
La razón de establecer la zona de tolerancia fuera de la ciudad es para alejarla de los sectores turísticos, pues algunos alegan que no es posible dar un paseo familiar por los lugares donde funcionan los establecimientos de lenocinio.
El mandatario Dau también sostuvo a la emisora, que con una zona de tolerancia se buscaría garantizar la seguridad física y médica de las trabajadores sexuales, impedir el proxenetismo y mejorar la calidad de vida de las personas dedicadas a esa actividad.
No es una discusión nueva, Yolanda Wong como alcaldesa encargada y secretaria del interior, intentó desde el 2017 crear una zona de tolerancia, entre los sectores de La Matuna y Puerto Duro que nuevamente se quedó en discusiones.
En el 2016 se intentó incluir las zonas de tolerancia en el POT, de igual manera, pero no se logró debido a que las propuestas estaban enfocadas en la tranquilidad de los residentes, más no en el bienestar de las trabajadoras sexuales, según informó RCN Radio en su momento.
Ahora se revive la discusión, luego de que se evidenciara un aumento de la prostitución en varias zonas del centro histórico de la ciudad Heroica, principalmente después de la reactivación económica, y por choques de la comunidad con situaciones de la actividad sexual para adultos, así como violaciones al uso del suelo establecido en el POT.
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